Capítulo 29.

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AARON.

Todo es un desastre.

Soy un desastre.

He intentado de comunicarme con Gianna pero no responde las llamadas ni mensajes.

Estoy tan arrepentido de todo lo que he hecho, debí haber roto esa nota. Pero si ella solo me escuchara le explicaría que todo no fue así.

No sé nada de ella aproximadamente 24horas y estoy tan desesperado. Quisiera ir a su casa y explicarle todo. Pero todo me lo impide.

—¿Aaron?—logro escuchar desde la entrada de la puerta—¿Aaron?—tocan a la puerta. Mierda. Suena a la voz de Liam.

Si no emito algún sonido, él se irá.

Escucho como la manija de la puerta rueda y abre la puerta.

O tal vez no se vaya.

—¿Que demonios paso aquí?—me levanto del suelo, donde estaba. Y Liam se sorprende al verme—¿Que carajos te paso a ti?—.

—Liam... Yo.. No se que decirte—digo honestamente.

—Yo si. Pero solo quiero que me respondas algo... ¿El estado de ánimo de Gianna... Tú tienes algo que ver?—me pregunta y me tenso al instante, delatando respuesta alguna.

—¿Como está ella? ¿Por que no me responde? Quisiera hablar con ella—digo desesperante tomándole los hombros a Liam.

—¿Por que con mi hermana? Confíe en ti, tu eres mi hermano, mi mejor amigo—dice él haciendo que mi corazón se vuelva más añicos.

—Lo sé, y lo siento. No debí haberme acercado a ella, pero es que era tan inevitable. Con tan solo verla sonreír, me sentía completo. Y no me era suficiente verla nada más—digo y eso hace que lágrimas inunden mis ojos.

—¿Y cuál fue la razón de que los dos terminaran así?—me pregunta.

—Creo que deberías de preguntarle a tu hermana—digo y Liam asiente, se da la espalda y se va.

Me cocinaría algo pero no tengo ni un porcentaje de hambre.

A lo lejos en el suelo puedo ver una fotografía en un retrato, pero el vidrio se rompió. Me acerco a ella, y mis ojos anuncian más lágrimas.

Es la foto de mi mamá.

Si ella estuviera aquí, todo fuera diferente.

Si ella estuviera aquí, mi papá no hubiese hecho lo que hizo.

Si ella estuviera aquí...

Abrazo la foto como si de ella se tratara, pero no es suficiente. Mi pecho duele, y las lágrimas no cesan. Quisiera abrazarla una vez más, quisiera decirle cuánto la extraño, que cada día se vuelve más largo y doloroso cuando no está aquí. Todo ha sido difícil sin ella, era mi mejor amiga, ella me escuchaba y me aconsejaba.

Pero todo se fue con ella.

Siento tanta impotencia, de no haber hecho algo por ella, con la tan poca edad que tenía, pero debí haber hecho algo.

Llevo como media hora viendo la foto de mi madre. Y analizo el parecido que hay entre nosotros. Tengo su color de piel, y su sonrisa.

A lo lejos puedo escuchar a Liam gritando mi nombre, pero ésta vez se escucha molesto.

Ya se enteró.

Y sin pensarlo el se avalancha sobre mi, golpeando mi pómulo. Y recibo otro golpe en la costilla, y otro en mi pómulo de nuevo. Luego más golpes de su parte. No pienso hacer nada, me quedo allí recibiendo todos los golpes que me merezco, por estúpido. Puedo notar como los nudillos de Liam cambian a un rojo fuerte y hasta sangre veo en ellos. Pero no me importa.

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