·•BICOLOR•· ✓

Capítulo 2.

Despues de salir de clase, caminamos hacia la cafetería.

—Estaba pensando en mejor regalarle galletas de chocolates, a el le encanta el chocolate—dice Kel mientras se ubica en una mesa vacía en la cafetería.

—Suena bien, me gusta mucho esa idea— digo sentándome.

—¡Si! Y tú serás mi cómplice— dice señalándome con su dedo.

—Kel, debemos de estar claras que yo no soy buena para los regalos, eso no es lo mío— digo.

—Oh, ya lo sé, pero me refiero a que me ayudarás a hacer las galletas, del resto me encargo yo—dice mi mejor amiga con una sonrisa tan maligna que asusta.

—Vale, vale, te ayudaré, tengo que decirle a Liam que me iré contigo— Digo buscando entre toda la multitud la mesa de mi hermano.

Comemos nuestros sándwich, y me termino mi jugo de caja sabor a manzana, mi favorito.

Kelly es alta, rubia con ondas que le caen hasta la mitad de la espalda, ojos claros, y con buenas curvas, al contrario yo, soy baja, con cabello negro azabache, ojos verdes, blanca como la nieve y con un piercing con forma de aro en el orificio izquierdo de mi nariz.

Hemos sido amigas desde el jardín de niños, ella solía defenderme cuando los niños me golpeaban y desde ese momento nos volvimos tan unidas, en la primaria estudiamos juntas, y recuerdo que cuando teníamos 7 años nos llamaban Las Ketchup porque cada vez que escuchábamos Aserejé la bailábamos sin importar el lugar. Kelly siempre llama la atención más que yo, supongo que es por su personalidad tan alegre que resalta en ella, a diferencia de mi, prefiero no llamar la atención y mantenerme al margen.

Camino hasta donde esta la mesa de mi hermano y ahí están sus amigos, Kyle, Isaac y Aaron.

—Hola, chicos—saludo acomodando el bolso en mi hombro.

—Hola, Anna—dicen los tres al unísono.

—¿Que te trae por aquí, guapa?— pregunta Kyle.

—Kyle, sigo aquí, recuerda que es mi hermana— dice Liam mirando a el chico.

—Si, lo recuerdo, Liam, hermano, cálmate, nunca le tocaría un cabello a tu hermana— dice Kyle levantando las manos abiertas en señal de paz.

—¿Que sucede?—pregunta mi hermano ignorando por completo a Kyle.

—Ire a casa de Kel, llegaré más tarde—digo.

—Esta bien, cuidado por ahí—dice mi hermano terminando su almuerzo.

—Nos vemos más tarde— digo alejándome de la mesa sin mirar cuando choco con alguien y siento un frío en mi pecho bajando por mi estómago mojando mi camisa y parte de mi pantalón y reconozco el olor.

Jugo de fresa.

—Ups, no te vi— dice Maia mientras suelta una risa burlona haciendo que todos en la cafetería voltearan hacia nosotras esperando que empezara una pelea.

Iba a responderle cuando Kelly empuja la bandeja o mejor dicho le lanza la bandeja de ella encima de Maia arruinando con salsa de tomate su vestido rosa de Barbie.

Todos en la cafetería rompen en risa, haciendo que Maia grite de frustración.

—Pagarás por esta, Johnson— le dice a Kelly señalándola con su dedo índice mostrando una uña tan postiza perfectamente pintada. —Les arruinare este año, me las pagarán— nos dice mientras se aleja haciendo sonar sus tacones caros.

—Tranquila, ya lo arruinaste desde que entraste por la puerta principal—grito lo suficiente para que escuche.

Me rompo en risa junto con Kel, chocando los cinco por lo humillada que dejamos a Maia Miller, la chica más guapa de la institución, según los chicos.

—Gracias por eso—le digo a Kelly abrazándola.

—Siempre había querido hacer eso y arruinarle el vestido ese feo que tiene, solo que no conseguía motivo para hacerlo—dice mi mejor amiga con aire triunfante.

—¿Viste su cara? No se lo creía— digo entre risas.

—Se lo merecía—dice Kelly.

Si, creo que será un buen año.

Kel me toma de la mano saliendo por las puertas dobles.

—Andando, tenemos una misión que completar— dice Kelly.

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¡Hola de nuevo, personitas lindas! ❤.

Aquí les dejo otro capítulo.
Espero les haya gustado.

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Un abraaaaazo💗.