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Aristóteles no dejaba de mirar a Temo quien estaba bailando junto a Anya, Keren y Andrés porque estaban celebrando con una pequeña fiesta que estaban vivos, mientras que Mateo no dejaba de mirar la puerta.

Aristóteles: ¿tienes miedo de que entren nazis?.

Mateo: no, tengo miedo de que entre Diego.- Ari sonrio-.

Aristóteles: te gusta mucho ese chico.

Mateo: creo que si pero...

Aristóteles: siempre hay un pero para todo.

Mateo: tu igual debes tener un pero para lo que sientes por Temo.

Aristóteles: nose lo que siento por el... quería besarlo para saber que es lo que verdaderamente siento pero no pude porque mi hermano me interrumpió.

Mateo: al parecer interrumpir es de familia.

Diego estaba nervioso porque su padre lo llevó a un lugar en donde vio cientos de cuerpos tirados en una zanja y ahí había alguien desnudo en un avanzado estado de desnutrición. Su padre le entregó el arma y ahí entendió lo que tenia que hacer pero se quedó quieto.

Ubaldo: quiero que te conviertas en hombre y le dispares a ese sujeto.

Diego: no... no quiero hacerlo.

Ubaldo: no me dejes en vergüenza de todos.

Diego: es una vida y la vida se respeta.

Ubaldo: ubicarte en frente de él.- apretó el brazo de su hijo y lo llevó para que estuviera cerca del sujeto- el no es como tu... es un ser despreciable que merece la muerte.- Diego no dejaba de tiritar, las lágrimas caían por su rostro- míralo a los ojos.- Diego hizo caso a su padre y vio que este estaba apuntando con una pistola la cabeza del sujeto- este hombre es un maricon y esto es lo que les pasa a los maricones.

Diego: no...- sono el disparo, salto sangre al rostro del chico y el cuerpo callo a los pies de Diego-.

Ubaldo: esto es lo que hace un hombre, esto es lo que debes hacer tu... ahora diles que te lleven yo voy a estar ocupado.- Diego solto el arma que le había entregado su papá y salió corriendo del lugar-.

Aristóteles fue a hablar con Temo en la cocina ya que necesitaba continuar con lo que habían dejado inconcluso.

Temo: ¿qué pasa Aristóteles?.- el chico dijo con una gran sonrisa, al terminar  esa frase su acompañante lo besó, lo besó de tal forma que Temo sabia que ese beso nunca en la vida saldría de su mente-.

Aristóteles: yo...- Temo puso sus mano en el pecho de Ari-.

Temo: no digas nada.- sonrio y volvió a besar a Ari-.

Durante todo el camino Diego recordo ese momento en el que su padre mató a un hombre enfrente de sus ojos y las lágrimas no paraban de correr por su rostro, sabía que su madre se preocuparía por verlo así y seguramente terminaría discutiendo con su papá y terminaría en un rincón golpeada por lo que le dijo al chófer que lo llevara a la casa de su amigo.

Mateo estaba sentado en las escaleras cuando la puerta se abrió y vio a Diego ensangrentado buscando a una persona pero al parecer no encontraba a quien estaba buscando por lo que se lanzó a los brazos de el. Mateo no tenia ni idea de como reaccionar ante lo que estaba haciendo Diego pero lo abrazó ya que el chico se notaba demasiado mal.

Mateo: ¿te hicieron algo malo?.- los dos hermanos menores de Temo y quienes eran los protegidos de los López se acercaron-.

Julio: es evidente que si Mateo, no deberías de hacer esas preguntas.

Anya: el niño tiene razón.

Mateo: yo solo...

Andrés: ¿Diego quieres ir a descansar a una habitación?.

Diego: si, por favor.- Andrés tomó en sus brazos a Diego y lo subió. Mateo por unos segundos se quedó pensando y luego fue a donde llevaban a Diego-.

Temo y Aristóteles seguían besándose cuando Amapola entró en la cocina, los dos chicos no se dieron cuenta de que ella estaba ahí hasta que sintieron como ella tosía y se separaron.

Aristóteles: no es lo que crees mamá... yo y Temo pues estábamos...

Amapola: Diego llegó señor Cuauhtémoc y al parecer está mal porque hay sangre en su ropa.

Temo: gracias por avisarme.- salió corriendo a donde estaba Diego y Ari se quedó observándo a su madre para saber que pasaba por su mente-.

Amapola: eso no me gusta... y no porque sea un chico sino porque el es dueño de todo esto mientras que nosotros no tenemos nada.

Diego estaba cansado por lo que se quedó dormido y no pudo contar más de su experiencia, Temo hizo que todos se fueran y así pudo quitarle la ropa y mandarla a lavar para que el chico tuviera ropa limpia. Mateo estaba muy preocupado por Diego así que pidió quedarse a cuidarlo por si le pasaba algo cuestión que Temo acepto.

Keren y Andrés estaban a punto de lavar la ropa de Diego cuando encontraron una carta en las ropas del chico.

Andrés: ¿deberíamos leerla?.

Keren: es de la privacidad de Diego así que no.

Andrés: solo el inicio.- Keren abrió la carta y se dio cuenta que estaba escrita en hebreo-.

Keren: esta carta la escribió un judío.

Andrés: ¿por qué razón tendría una...

Keren: es del padre de Mateo y Anya... el papá de Diego debe haberlo matado después de lo de la carta.

Andrés: ¿estas segura?.

Keren: no lo sé, pero esta carta debemos entregársela a Temo para que el la entregue a quienes va dirigida.

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