Nazi

19

Diego estaba deprimido encerrado en su habitación, no quería salir a ningún lugar, el amor de su vida no lo quería más y solo por el hecho de pensar en que el era un nazi.

Soledad: debes de salir a divertirte.

Diego: debi aceptar que me mataran en ese lugar.

Soledad: no vuelvas a decir esas estupideces nunca más y te vas a levantar e ir con Temo.

Diego: mamá, ¿a caso no entiendes que quiero morir?.

Soledad: no voy a dejarte morir, vas a la casa de tu amigo y te diviertes.

Diego: ahí va a estar el.

Soledad: mejor, así puedes hablar con él.

Diego: lo que menos quiero en la vida es ver a alguien que no confía en mi.

Soledad: esta guerra pronto acabará y cuando todo esto termine quiero que tengas a alguien para ti.

Diego: mamá está guerra va a terminar pero eso no quiere decir que los demás acepten como soy... van a aceptar a los judíos de nuevo pero a la los homosexuales nunca.

Soledad: yo te acepto y se que debe haber mucha gente fuera que te acepta también.

Diego: pero son pocos... ahora lo que voy a hacer es casarme con la hermana de Gonzalo e intentare tener una vida normal.

Soledad: lo normal no es para ti, tu no eres común tu eres más que todo el mundo Diego y mereces encontrar a tu persona fuera de lo común.

todos estaban escuchando la radio en donde podían saber algo sobre la guerra que se estaba viviendo.

Anya: espero que maten a Hitler.

Temo: eso esperamos todos.

Keren: yo no quiero que lo maten, eso es demasiada misericordia para alguien como el.

Mateo: estoy de acuerdo con Keren, el debe pagar por todo.- tocaron a la puerta y de inmediato junto con los demás refugiados se escondieron-.

Diego entró y abrazó a su mejor amigo durante unos minutos.

Julio: pueden volver a salir chicos, es solo Diego.

Anya: ¿Que pasó?.

Diego: voy a casarme.

Keren: eso es imposible, es prohibido casarse con otro hombre.

Diego: es con una mujer, ella es agradable.

Temo: pero no la amas y nunca la vas a amar.

Diego: no quiero volver a ese lugar Temo.

Mateo: ¿qué lugar?.

Diego: un lugar que no te importa.

Temo: el papá de Diego lo llevo a un campo de concentración para corregir la homosexualidad.

Diego: te dije que no le dijeras a nadie.- grito-.

Mateo: ¿todo este tiempo estuviste ahí?.

Diego: ¿Y eso que importa?, no cambia nada.

Mateo: lo cambia todo tarado.- se acercó a Diego y lo besó sin importar nada-.

Temo estaba feliz de que su amigo tuviera a alguien a quien amar pero el también quería a su persona junto a él, lamentablemente no sabía nada de Aristóteles.

Keren: esos dos hacen linda pareja.- se sentó junto a Temo-.

Temo: si... me gustaría que Aristóteles estuviera aquí.

Anya: a mi me gustaría que estuvieran mis padres y Thiago.

Keren: estoy segura que pronto estarán con nosotros, esta guerra está por terminar y podrán ser libres.

Temo: si es que aún están con vida.

Ubaldo estaba esperando que Diego llegara, había pasado toda la tarde esperándolo y no aparecía, no fue hasta las nueve de la tarde que apareció.

Ubaldo: estas no son horas de llegar.

Diego: estaba divirtiéndome un rato.

Ubaldo: tienes prohibido salir.

Diego: tu no eres mi dueño, yo hago lo que quiero.

Ubaldo: yo te mando y no saldrás de esta casa hasta que te cases.

Diego: no me voy a casar y no me importa lo que digas tu o alguien, estoy enamorado de un hombre y si dos años encerrado en tu maldito campo de concentración no lograron cambiarme nada lo hará.-Ubaldo golpeo a su hijo-.

Ubaldo: te vas a casar o envió a Temo a ese campo de concentración.

Diego: no serías capaz de hacerlo, el es el hijo que siempre quisiste tener.

Ubaldo: salió homosexual igual que tu y yo nunca querría tener a un pervertido de hijo.

Diego: te odio.

Ubaldo: desde hoy no sales de esta casa, ahora vete a tu habitación porque no soporto verte.

Diego entró a su habitación y en un principio vio todo perdido pero no se quedaría así, ya había aguantado años fingiendo ser algo que no era ahora que estaba cerca de las personas que amaba no dejaria que su padre arruinara su vida por segunda vez.

Ubaldo entró en la habitación de su hijo y no lo encontró por lo que de inmediato fue a casa de Temo en donde entró sin permiso de nadie,  sintió la risa de su hijo por lo que de inmediato se dirigió a donde estas lo guiaban. Al entrar en el comedor vio que habían unos judios en la casa y peor aún su hijo estaba tomado de la mano con uno.

Ubaldo: Esto es lo último que te faltaba Diego.- grito y todos vieron a la puerta en donde estaba el hombre-.

Diego: ¿qué haces aquí?.

Ubaldo: todos aquí van a morir.-salio y Diego fue corriendo a buscarlo. Lo encontró en la puerta a punto de salir-.

Diego: no le vas a contar a nadie lo que acabas de ver.

Ubaldo: son unos asquerosos judíos Diego y tu con las asquerosa familia de tu amigo los tienen escondidos.

Diego: por favor no digas nada y prometo casarme.

Ubaldo: tu te vas a casar aunque esos estén bajo tierra.

Diego: no, por favor...

Ubaldo: lo voy a hacer.

Diego sabía lo que debía hacer por lo que acorraló a su papá e intentó quitarle el arma que tenía en su cinturón pero no pudo porque este lo empujó y lo apuntó con esta.

Ubaldo: tu nunca vas a ganar Diego.- todos miraban la escena con mucho temor. Ubaldo vio a los otros-. Hay solo una forma en la que perdone a tu amigo Diego y es que cada uno de estos asquerosos judios se arrodille ante mi y le vuele los cesos-.

Mateo: hágalo, no le tengo miedo.- se acercó a Diego, se arrodilló y le tomó la mano-.

Ubaldo: suelta a mi hijo asqueroso.- fue a golpear a Mateo pero por detrás de el estaba Francisco quien le golpeó la cabeza con un palo y lo dejó inconsciente-.

Francisco: ¿ahora que vamos a hacer?.