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Anya y Mateo se encontraban solos en una habitación leyendo la carta que les había mandado su padre mientras que todos estaban esperando afuera para poder apoyarlos por la muerte de su madre.

Temo: deberíamos de preparar galletas.

Diego: yo no sé cocinar y tus empleados no vienen los fines de semana.

Aristóteles: yo le puedo decir a mi mamá que las haga.

Andrés: podemos preparar algo todos para que vean nuestro apoyo.

Keren: mis padres también deben estar muertos... yo solo logré escapar porque ellos se sacrificaron por mi.- comenzó a llorar y Andrés la abrazo-.

Andrés: todos esos nazis pagarán por la muerte de nuestros familiares, no lo dudes... ellos y toda su descendencia son un asco.

Aristóteles: merecen pudrirse en la cárcel.

Temo: ustedes vayan a la cocina, yo necesito hablar con Diego.- tomo la mano de su mejor amigo y se lo llevo a su habitación, Ari vio esto y no pudo evitar sentir algo de celos-.

Mateo estaba abrazando a su hermana mientras los dos lloraban por lo que su padre les había escrito.

Anya: ¿crees que haya sufrido mucho cuando murió?.

Mateo: no lo sé.

Anya: esos nazis arruinaron todo... destruyeron nuestra familia, merecen pagar y créeme que cuando todo esto se acabe no me cansaré hasta arruinarlos a todos.

Mateo: la venganza no es buena además no todos son iguales.

Anya: todos ellos se justifican con que recibieron ordenes pero ninguno se negó, todos son iguales.

Mateo: Diego es diferente.

Anya: el no es nazi pero su padre tiene las manos tan manchadas de sangre que hasta lo manchan a el.

Mateo: no... el no es así y no puedes juzgarlo por las atrocidades que hace su padre, el nos trajo noticias de papá, el no se compara a lo que son toda esa gente que tortura.

Anya: lo sé pero no puedo evitar pensar que el es otro totalmente diferente afuera... ¿cómo sabes si el no mató a ese chico y por eso llegó todo ensangrentado?.

Mateo: el...

Anya: solo lo conoces como es aquí no como es afuera... ya viste lo que hizo esa vez cuando entró en la joyería.

Mateo: pero eso solo lo hizo porque...

Anya: ni siquiera sabes que decir.

Temo estaba escuchando cada palabra de lo que su amigo le decía sobre su visita en el campo de concentración.

Temo: ¿por qué aceptaste ir?.

Diego: no tenía opción... sabes como es el.

Temo: el por ti hace muchas cosas.

Diego: si pero yo tengo que soportar otras.

Temo: ¿te dijo por qué te llevo?.

Diego: quiere que trabaje ahí con el.

Temo: ¿aceptaste?.

Diego: quiero ser médico y ahí hay uno que me puede enseñar.

Temo: pero estarías con ellos... la guerra va a acabar, ten por seguro que los nazis terminarán pagando y si vas te van a juzgar como uno de ellos.

Diego: no tengo otra opción.

Temo: si la tienes, puedes venir a vivir conmigo.

Diego: no lo voy a hacer.

Temo: ¿y qué vas a hacer en ese lugar?,¿torturar gente?.

Diego: ayudarlos... se que lo puedo hacer.

Temo: no lo vas a hacer, siempre terminas haciendo todo lo que tu padre dice.

Diego: ¿por qué no confías en mí?.

Temo: confío pero te conozco demasiado bien.

Diego: eso es no confiar... eres como todos, piensas que también merezco que me hagan daño.- salio corriendo y encontro que Mateo estaba en la sala de estar solo-.

Mateo: ¿qué pasó?.

Diego: quiero irme de aquí... necesito escapar pero contigo- dijo llorando y abrazo al chico-.

Mateo: sabes que no puedo salir de aquí.

Diego: si puedes, ya es tarde y no te van a hacer daño si vienes conmigo.

Mateo: eso no lo puedes asegurar.

Diego: ¿no confías en mí?.

Mateo: si confío en ti pero es riesgoso.

Diego: nadie de aquí confía en mi... te necesito por favor ven conmigo.

Mateo: no tengo ni la menor idea de si mi padre va a sobrevivir en ese campo de concentración o si yo saliendo de aquí estaré seguro, mi hermana es lo primero y no quiero dejarla sola.

Diego: esta bien... no voy a volver por aquí en un largo tiempo.

Mateo: no digas eso... yo te necesito junto a mí, eres una de las pocas razones que me quedan para continuar aquí.- puso sus manos en el cuello del chico y sus frentes se juntaron-.

Diego: esto que sentimos no tiene futuro y lo sabes muy bien.- su voz estaba quebrada-.

Mateo: ¿te rindes entonces?.

Diego: se feliz con otra persona conmigo nunca lo podrás ser.- los dos chicos se besaron sabiendo que ese beso sería el último-.

Mateo: te quiero.

Diego: yo igual.

Aristóteles fue a la habitación de Temo puesto a que vio a Diego salir llorando.

Aristóteles: ¿te enojaste con Diego?.

Temo: si, el quiere trabajar en un campo de concentración.

Aristóteles: eso no está bien.

Temo: exacto pero el sigue con esa idea en la cabeza porque quiere ser médico.

Aristóteles: podría ser médico en la guerra.

Temo: eso no, nunca permitiría que arriesgara su vida.

Aristóteles: hay cosas que no queremos hacer pero debemos hacerlas igual.

Temo: no... nada tiene justificación.

Aristóteles: yo no quiero ir a la guerra pero debo hacerlo porque o sino llevaran a mi familia y a mi a un campo de concentración... si solo fuera que me llevaran a mi yo iría encantado.

Temo: lo tuyo es entendible lo de Diego no lo es.

Aristóteles: no debes ser así con tu amigo, el hace lo que considera lo mejor.

Temo: su padre en ese lugar lo ca a dañar... conozco muy bien como es Ubaldo y lo van a destrozar.

Aristóteles: dale algo de crédito a Diego.

Temo: el no es para nada el chico fuerte que aparenta ser.

NaziDonde viven las historias. Descúbrelo ahora