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Diego estaba preparando una maleta, ya tenia decidido que iría con su padre y que intentaría ayudar a todos quienes pudiera aunque eso le costase la vida.

Ubaldo: mañana será un gran día.

Diego: si...

Ubaldo: hay un general que tiene una hija muy hermosa y estuvimos conversando para que se casen.

Diego: no... yo no me voy a casar.

Ubaldo: tu harás lo que yo quiera.

Diego: a mi no me gustan las chicas... a mí me encantan los chicos.- Ubaldo abofeteó a su hijo-.

Ubaldo: no vuelvas a repetirlo en tu vida.

Diego: te odio.

Ubaldo: no sabes de lo que soy capaz de hacerte.- salio de la habitación-.

Mateo estaba en la sala de estar de los López mientras intentaba leer uno de los libros que le había traído Cuauhtémoc pero no podía porque sus pensamientos estaban con el chico que tenía su corazón, así que se levantó de la silla y fue donde Temo quien se encontraba

Mateo: ¿sabes algo de el?.

Temo: nada.

Mateo: el otro día debi irme con el.

Temo: te hubieran atrapado.

Mateo: quiero verlo... podría disfrazarme para ir con el.

Temo: yo voy a ir a visitarlo mañana, es su cumpleaños y quiero...

Mateo: ¿está de cumpleaños?.- sonrio-.

Temo: si pero no creo que indique algo bueno que este de cumpleaños.

Mateo: es grandioso, deberías de invitarlo y le preparamos una gran fiesta.

Temo: Mateo su padre quiere llevárselo a uno de los campos de concentración para que lastime a otros.

Mateo: pero el no los dañará, el los ayudara.

Temo: estando en ese lugar lo pueden presionar para que haga cosas que no quiere.

Mateo: Diego nunca haría lo que ellos quieren.

Aristóteles miraba a su hermano y madre quienes estaban jugando en los jardines de la casa de los López, sabía que en una semana debía ir a la guerra, eso lo llenaba de terror y una angustia por no saber que haría su familia sin el.

Amapola: no te preocupes, nosotros estaremos bien... tu debes ser el que tiene que cuidarse.

Aristóteles: tengo miedo mamá.- abrazo a su hermano y a su querida madre-.

Arquimidez: yo voy a proteger a mamá.

Aristóteles: tu no puedes protegerte y vas a proteger a otros.

Temo miraba la escena y sonreía pero tenía nervios por dentro, no quería que Aristóteles fuera a la guerra y menos a luchar por algo en lo que el chico no estaba de acuerdo pero tenía que mostrarse fuerte para que su amigo estuviera bien.

Con cada minuto que pasaba Diego se arrepentía de su decisión de ir a un campo de concentración, no quería ver las torturas pero era su única forma de ayudar a otros.

Soledad: no debes ir.

Diego: tengo que hacerlo mamá.

Soledad: si descubren que ayudas a esa gente te harán daño, tu no debes ir.

Diego: mamá, se que es difícil pero puedo ayudar al papá de...

Soledad: ¿el papá de quien?.

Diego: estoy enamorado... y su papá esta en el campo de concentración al que mi papá quiere que vaya.

Soledad: ¿y ese chico te corresponde?.

Diego: si pero ya no pasara nada con el.

Soledad: ¿por qué?

Diego: lo nuestro no tiene futuro, primero el es hombre y eso esta prohibido, segundo el es judío y no puede salir con personas no judías y mucho menos con el hijo de un nazi.

Soledad: ¿es judío?

Diego: si.

Soledad: si tu padre se llega a enterar y le va a dar un infarto.

Diego: hace días que no voy a verlo porque me da miedo volver a besarlo y eso no puede ser.

Soledad: deberías ir a verlo, yo le puedo inventar una escusa a tu padre.

Diego: eso sería genial pero no puedo.

Soledad: por último ve a ver a tu amigo.

Mateo estaba serio y nada hacia que sonriera, su hermana intentaba ponerlo alegre contándole algunas anécdotas pero nada hacia que su hermano mostrara algo de entretenimiento.

Keren: ya olvídalo Anya, tu hermano no va a sonreír es como hablar con la pared.

Andrés: seguramente es porque Diego no ha venido a visitarnos.

Mateo: deberías dedicarte a lo que estas haciendo y después sacar conclusiones de mi comportamiento.

Andrés: hasta que habló... parece que vamos a tener que decir Diego para reaccione.-Mateo se levantó y fue directamente a donde estaba el-.

Mateo: no vuelvas a mencionar su nombre.

Andrés: ¿te das cuenta de lo ridículo que es todo esto?, estas enamorado del chico que es hijo del que asesina a tu pueblo.

Mateo: el te salvó, deberías de tener muy claro que Diego es mucho más que el hijo de un asesino y no estoy enamorado.- empujo al chico- así que no vuelvas a decir nunca más que lo estoy.

Temo estaba viendo su jardín cuando vio que en la puerta estaba su mejor amigo por lo que salió corriendo a abrazarlo y estando juntos los dos comenzaron a llorar.

Temo: te amo tanto Diego, perdóname por discutir contigo.

Diego: yo también te amo, eres mi mejor amigo.

Temo: deberíamos ir a comer y podrías contarme todo lo que hiciste mientras no viniste, le diré a la mamá de Aristóteles que prepare algo.

Diego: es que...

Temo: no viniste por mi sino por ese judío.

Diego: ¿te vas a enojar?.

Temo: no, pero quiero que sepas que me ofende muchísimo.

Diego: a ti te veré en la fiesta de despedida.

Temo: en donde estarán muchos amigos tuyos y me dejarás de lado.

Diego: nunca te dejaría de lado, eres mi mejor amigo.

Temo: no quiero que vayas porque tengo miedo de que te suceda algo pero si esta en ti el querer ayudar de esta forma esta bien.

Diego: tu los cuidas aquí y yo me encargo de enviartelos.

Temo: ¿estas seguro de que lo puedes lograr?.

Diego: si, juntos podemos.

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