18

171 11 0
                                    

Dos años y medio habían pasado desde que Diego estaba en el lugar en el que le quitarían su homosexualidad  y para todos el lo había logrado pero en realidad todo era fingido aunque su interior se había dañado por siempre ya no era ese chico alegre sino que ahora tenía algunos problemas en cuanto a autoaceptarse pero para eso estaba Gonzalo el se había convertido en su amigo y siempre lo ayudaría en todo lo que lo necesitase.

Ubaldo: es bueno saber que ya estas curado.- abrazo a su hijo-.

Diego: no quiero hablar sobre ese tema papá.

Ubaldo: supe que te hiciste amigo del hijo de mi superior y eso es grandioso.

Diego: si.

Ubaldo: por eso cuando vuelvas a tu casa haremos una gran fiesta de bienvenida e iran sus familiares.

Diego: que bueno.

Ubaldo: el tiene una hermana muy hermosa de seguro harían una linda pareja.

Diego: será grandioso.

Ubaldo: no te veo alegre como deberías estar.

Diego: estoy cansado.

Ubaldo: podrás descansar en el viaje.

Soledad estaba preparando todo para la bienvenida de su hijo, estaba muy feliz porque hace mucho tiempo que no lo veía y solo sabía de el por las cartas mensuales que el le enviaba. Como sabía que sería una ocasión especial invitó al mejor amigo de su hijo.

Temo: Diego volvió.- grito feliz y todos lo quedaron viendo-.

Anya: eso es grandioso, ¿has hablado con el?.

Temo: aún no pero su madre me habló de que le harán una cena de bienvenida a la cual me han invitado.

Keren: tienes que invitarlo y nosotros le hacemos una fiesta sorpresa.

Mateo: si hay que hacerle una fiesta al asesino de nuestro pueblo.

Temo: el no es un asesino.

Andrés: ¿y por eso no tuvo contacto con nosotros?.

Amapola: a lo mejor estaba ocupado aprendiendo, el quería ser médico y eso le debe haber ocupado todo su tiempo.

Mateo: si eso es lo más seguro.- dijo en tono sarcástico-.

Diego vio la avenida principal de su ciudad y empezó a sentirse algo más seguro, era sorprendente como un lugar podía causarle tanto así como esta ciudad le daba algo de seguridad ese otro ligar del que se fue solo le aterraba.

Diego: mamá.- grito y corrió a los brazos de su madre ese era el lugar en donde más se sentía seguro- te amo mucho.

Soledad: yo también te amo mi vida.

Diego: no me dejes ir nunca mas con mi padre.

Soledad: ¿qué te hizo?.

Diego: después te cuento ahora solo abrázame.

A la hora de la fiesta Temo llego y vio a Diego muy entretenido hablando con un chico bastante de los gustos de su amigo por lo que entendió el porqué su querido amigo no había enviado ninguna carta.

Temo: ¿y ese chico es solo un amigo?.

Diego: si, nos conocimos en el internado de medicina.

Temo: es bastante guapo no creo que solo sea tu amigo.

Diego: me voy a comprometer con su hermana.

Temo: no, eso es imposible tu no puedes casarte con una chica.

Diego: si puedo.

Temo: pero no quieres... tu nunca te casarías.

Diego: pero tengo que hacerlo si no quiero...

Temo: ¿si no quieres qué?.

Diego: nada... mejor vamos a que te presente a los familiares de Gonzalo.

Después de la cena Temo llevo a Diego a su casa ya que todos querían volver a verlo.

Diego: deben de estar enojados por no enviar ninguna carta.

Temo: no están enojados, todos entendemos que estabas ocupados en tus asuntos de medicina.

Diego: ya no quiero ser médico.

Temo: ¿por qué?.

Diego: conocí a muchos que estaban locos.

Temo: ¿los viste matar judíos?.

Diego: vi como experimentaban con algunos y fue lo peor que he visto en mi vida.- corrieron lágrimas por el rostro de Diego-.

Temo: lamento haber preguntado.

Diego: me torturaron.- abrazo a su amigo-.

Temo: ¿y tú papá no hizo nada?.

Diego: el me envió para que me curarán... no sabes lo horrible que fue estar ahí... por favor no le digas a nadie aún no estoy listo para hablar de eso.

Temo: lo comprendo.

Diego: Gonzalo me ayudó a sobrevivir.

Keren y Andrés tenían el pastel en sus manos cuando Diego y Temo entraron a la casa.

Diego: es bueno verlos a todos.

Anya: es bueno volverte a ver.- abrazo al chico y luego todos fueron a abrazarlo-.

Amapola: bienvenido Diego.

Después de un tiempo de las felicitaciones y conversar con sus amigos, Diego bajo al sótano y vio que Mateo estaba a la luz de la vela intentando leer un libro pero no podía porque se distraía fácilmente.

Diego: sigues estando hermoso.

Mateo: deberías tocar antes de entrar, ¿se te olvidado los modales?.

Diego: comprendo que estés enojado porque no escribí pero...

Mateo: ¿con cuántos te acostaste mientras estuviste matando judíos?.

Diego: ¿crees que hice eso?.

Mateo: es más que obvio.

Diego: vine aquí para decirte algo importante pero ya veo que no importa nada.

Mateo: a ti nunca te a importado algo o alguien.

Diego: si crees que fui capaz de matar no me conoces para nada.

Mateo: eres hijo de un nazi obviamente vas a hacer lo mismo.

Diego: y tu eres hijo de unos mugrosos judíos.- empujo a Mateo pero este lo sostuvo y los dos calleron-.

Mateo: no debiste volver nunca.- Diego no dejaba de ver los irresistibles labios del chico y lo beso- suéltame.

Diego: me voy a casa y no te preocupes solo vendré a ver a mis amigos.

Mateo: que bueno porque yo no te quiero ver nunca más.

Diego: yo coincido en lo mismo.- salió corriendo y apenas cerró la puerta comenzo a llorar-.


NaziDonde viven las historias. Descúbrelo ahora