Capítulo 03 🌕

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CAPÍTULO 03.

Caught in the Fire - Sam Tinnesz

Invierno de 997.

Doce meses para la luna oscura.

REINO PÉTRA

WINTHERDOWN

Un hombre alto camina con serenidad en el borde del bosque que rodea y oculta a su manada.

Últimamente se encuentra muy ansioso. La última luna oscura tuvo lugar hace tres años atrás. Y no quiere volver a sentir lo mismo. Ese miedo que lo invadió. Pasó mucho tiempo desde la última vez que experimentó tal sentimiento.

En las madrugadas como esta, acostumbra a pasearse por estos lares, esperando alguna carta de su fiel aliado, Blaze Bennet. Aguardando por novedades de Anführer und Heulen, ya sean buenas o malas. Pero más que nada, desea saber si ella estaba bien en ese lugar.

A la distancia, oye un par de alas agitando sus plumas velozmente. Siente que se aproxima hacia él. Así que, con un brazo extendido en el aire, la palma mirando al cielo, espera unos segundos hasta que el ave deje de sujetar un papel enrollado y dejarlo en su mano.

Mientras Lukas abre el papel para leer la nota, la paloma mensajera se posa sobre el hombro izquierdo del hombre de cabello plateado.

La lee detenidamente, sus párpados se expanden por la sorpresa, el terror se apodera de sus latidos raudos y se concentra en su garganta.

—No puede ser.

Lukas se da la vuelta para echarse a andar por donde llegó, corriendo lo más rápido que puede. La paloma vuela, asustada por la reacción repentina del señor.

Tiene que llegar a su academia de forma inmediata. Esa última frase lo dejó más conmocionado.

<<Ya vienen por ella.>>

WESTERS

Blaze Bennet golpea con una vara de hierro el metal de la baranda del balcón frente a él. Queriendo llamar la atención de todo Anführer und Heulen, luego de reunir a cada persona que habita ahí en el salón principal; el que se utiliza para juntas. Sabe muy bien que con sólo unos golpecitos podría llamar la atención de los licántropos, pero los jóvenes de raza humana no tienen la audición tan aguda como ellos.

La luz entra por las ventanas y del techo de cristal. Las paredes de colores claros contrastan con la masa de gente de con prendas oscuras, acumulada en el piso inferior al que él está.

—Óiganme todos —Comienza en voz alta —. Como ya todos saben, hemos estado acechados estos últimos cinco días por personas que no se dejan identificar por su aroma. Sin embargo, esta madrugada, varios de ellos se fueron. Sólo quedaron muy pocos alrededor del castillo.

Algunos comentan en voz baja la razón por la cual están ahí y por qué se habrían ido así de repente.

—Tampoco hay que bajar la guardia. Ellos podrían regresar, y sólo la diosa sabe con qué propósito. Pero sean quienes sean, les daremos batalla. Defenderemos nuestro territorio a cualquier costo.

—¿Cree que podrían ser cazadores? —Cuestiona un muchacho a Blaze.

—No, no podría —Niega —. De serlo, ya habrían atacado el lugar.

El Recuerdo del Mal © | 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora