― ¿puedes explicarme qué mierda te ocurre, Hwang Hyunjin?― musitó Seungmin una vez entró a la habitación del antes mencionado. Éste permanecía con la cabeza gacha, sentado en una esquina de su cama y su mirada yacía clavada en sus pies.― ¿ni te vas a dignar a contestarme? tiene huevos...― Min hizo un ademán de querer irse, aunque Hyunjin se levantó y agarró su brazo.
― y-yo lo siento...― Este, aún cabizbajo, murmuró.― de verdad que no sé qué me pasó en ese instante...
― yo no soy a quién le deberías pedir perdón.― Sin más, se soltó de su agarre y salió de esa habitación, dejando a Hyunjin solo y a punto de estallar en llanto.
Min se dirigía hacia el salón, donde supuestamente, Woojin se encontraba. Sin embargo, pasó por la habitación de Nina, la puerta de esta yacía entreabierta, por lo que se podía ver mínimamente el interior. Estaba todo a oscuras y con suerte, se podía ver la silueta de la chica estirada sobre la cama, durmiendo plácidamente. Una tierna sonrisa se plasmó sobre los labios de Seungmin.
Sin esperar más, Min agarró el pomo de la puerta y tiró de este con lentitud y suavidad, haciendo que la puerta se cerrara.― deberíamos soltar a Changbin ya, ¿no?― soltó una vez llegó al salón y, efectivamente, Woojin se encotraba estirado en el sofá, aunque se sentó cuando escuchó a Seungmin entrar.
― ¿tu crees?― preguntó Min, a lo que Woojin asintió.― bien, hagámoslo.
Ambos salieron del lugar y subieron las escaleras, dirigiéndose al tercer piso, donde Changbin se encontraba en una de esas habitaciones. Abrieron la puerta y pudieron observar a Bin. Yacía dormido en una posición de lo más incómoda.
Seungmin se acercó a él, y movió a Bin con suavidad para así despertarlo. Mientras, Woojin desataba las cuerdas que lo mantenían quieto sobre la silla e impedían que cayera de esta.
Changbin se despertó con lentitud, soltando algún que otro jadeo repleto de dolor por lo mucho que dolía ahora su cuello, debido a la mala posición en la que durmió, y por el dolor y la presión que habían hecho esas cuerdas al rededor de sus muñecas y sus pies.
― p-por qué me e-estáis desatando?― tartamudeó.
― juraste fidelidad y silencio, ahora formas parte de nosotros.― Changbin maldijo en su cabeza, ¿en qué lío se había metido? ― ahora levanta el culo, tenemos trabajo que hacer, y tu nos vas a ayudar.
― mamá...― el chico susurró al asomar su cabeza por la puerta corrediza del lugar.
― Jisung, cariño...― la mujer susurró. Jisung cerró la puerta y se acercó hasta la camilla.
El lugar era frío, sólo cuatro paredes blancas y totalmente aburridas rodeaban a la pobre mujer que yacía en dicha camilla, daba tristeza ver el lugar.― ¿cómo te encuentras?― preguntó con la voz rota, le dolía ver a su madre en esa situación. Rascó su muñeca, mientras miraba a la mujer.
― ahora que has venido, me encuentro mucho mejor...― sonrió con debilidad, observando a su hijo, quien soltó una leve risita.
minutos después, Jisung habló:― d-debo decirte algo, mamá...― ésta no hizo sonido alguno, dando a entender a Jisung de que continuara hablando.― t-tengo el dinero.― Y dicho eso, bajó su cabeza y clavó la mirada en el blanco suelo.
La mujer quedó de piedra, miró hacia su hijo, mirándolo con asombro y aún sin creerse lo que había salido de su boca, soltó:― ¿c-cómo? ¡es demasiado dinero, cómo lo has hecho, Han Jisung!― la mujer empezó a toser, había forzado demasiado la voz. Han se levantó y agarró el vaso de agua que reposaba sobre aquella repisa, volvió hacia el lugar anterior y le extendió dicho vaso a su madre, quien lo tomó sin rechistar.
― Han Jisung, por favor, dime que no lo has vuelto a hacer.― soltó luego de tomar un poco de agua, mientras que este se mantuvo callado. Y tanto que había vuelto a hacerlo, aunque, haría lo que fuera por su madre, conseguiría ese dinero como fuera, y nada lo impediría.― ¡eres un inconsciente, puedes perder tu trabajo por eso!― gritó.― ¡yo debo morir, Jisung, esta enfermedad me está carcomiendo por dentro. ¿Además, no eres consciente de en dónde te has metido? ¡tu padre murió por lo mismo que estás haciendo tú, hazme caso de una vez y vive en paz!
dado ese punto, Jisung ya estaba llorando con intensidad, esas palabras habían atravesado su cabeza sin piedad alguna, además de que la sola mención de su padre, hizo que su corazón se estremeciera de dolor.― Será mejor que me vaya...― susurró él, y se acercó a la puerta, sin embargo, volvió a retroceder y se plantó delante de su madre, ahí, dejó el gran fajo de billetes sobre el regazo de la mujer. Esta negaba con la cabeza, se rehusaba a utilizar ese dinero.― Tómalo, saldré de ésta como pueda. Lo prometo, pero mamá... tu debes vivir...― y sin más, se dio la vuelta y se marchó de esa fría y horrible habitación, aún con lágrimas saliendo sin control de sus ojos, al igual que alguna que otra se escapaba de los ojos de su madre.
Bajó hasta el estacionamiento del hospital, se dirigió hasta el lugar en donde su coche yacía aparcado. Metió la mano en el bolsillo de su gabardina marrón y sacó la llave del coche. Se acercó a la puerta del piloto, para luego entrar. Apoyó su cabeza en el volante, una acción que ya se le había convertido en una costumbre.
Han Jisung, ¿en qué te has metido?
hola hola🥺
este capítulo es cortito, lo sé, pero
ya extrañaba actualizar "victim":(
y no aguantaba más.
¿cómo han estado? :(me gustaría saber su opinión
sobre cómo se va
desarrollando la historia,
¿podrían dejarme un pequeñiiito
comentario, si no es molestia?también pueden hablarme
al privado siempre que quieran 🥺💗lxs ami👺💗
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➹VICTIM
Randomⵢ VICTIM ┉ últimamente varios asesinatos están ocurriendo en las tranquilas calles de un pequeño pueblo francés, y todo es aún más raro cuando los policías de dicho lugar reciben cartas anónim...