Capítulo 18

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La ciudad no tenía electricidad, solo específicas zonas de Gotham contaban con generadores que proporcionaban durante las noches un par de horas de energía. En los últimos meses Selina no había visto las noticias, solo diversas opiniones de sus amigos, familias y médicos que llevaban hasta sus oídos, contándole cómo se encontraba la ciudad, luego de la incomunicación con el exterior.

Ahora que podía de nuevo volver a caminar, recorría las calles oscuras en la niebla de la inseguridad, sintiendo más que nunca la adrenalina de poder hacer lo que deseaba, sin que alguna regla en específico se lo impidiera.

—Otra vez tarde—su voz apareció.

Selina no hizo ni siquiera el esfuerzo para intentar localizar su ubicación, solo camino hasta la mesa, sacó el encendedor y encendió una vela. De pronto la pequeña cocina se iluminó y vio como Bruce estaba recargado en la encimera. Parecía molesto, con una mirada cargada de interrogación que se remarcaba con sus brazos cruzados.

—No soy una niña pequeña que deba informar de sus pasos—dijo molesta tomando asiento en la silla de plástico. 

—Cierto. Eres una persona adulta que debería dejar de comportarse como una niña.

Quiso golpearlo una y otra vez contra la podrida madera de la mesa, pero se contuvo y respiro hondo. 

Luego de estar durante varios segundos flotando entre la vida y muerte a causa de la semilla de su amiga Ivvy Pepper, pensó que volver a caminar fortalecería su relación con Bruce, pero en cambio sólo provoca mayor tensión.

—Podrías dejar esa actitud—dijo molesta. 

—Y tú podrías dejar de escabullirse por las noches. 

—Tal vez lo haría, si no estuviera demasiado aburrida. 

Había tres cosas que no le gustaba de vivir con Bruce y Alfred en ese chico departamento.

Número uno. Tener que levantarse temprano. 

Selina era una chica nocturna, estaba acostumbrada a estar en la noche despierta realizando trabajos en el club Sirens, para en la mañana dormir y toda la tarde pasarla con su adorable hija Helena. Pero ahora, desde el primer día que dejó por fin el hospital y se instaló en el departamento provisional que su esposo Bruce consiguió, se dió cuenta que la nueva rutina de Alfred y Bruce chocaba enormemente con la suya.

El primero en despertar era Alfred quien estaba más activo que nunca, ayudando en la recolección y distribución de alimentos. El viejo Pennyworth se levantaba aún cuando no salía el primer rayo de luz, para minutos después ser acompañado por Bruce Wayne. 

Su esposo desaparecía muy temprano para ayudar en la GCPD, mientras que en la tarde pasaba un rato con ella y en la noche se marchaba a patrullar la ciudad en compañía del capitán Jim Gordon. 

—Puedes ayudar. Hay muchas cosas que puedes hacer en el día—dijo Bruce comenzando a enumerar con sus dedos las opciones—Como ayudar en el refugio, recolectar comida, ayudar en el hospital o seguridad de la ciudad. 

Selina bostezo con aburrimiento ante lo que podía estar haciendo con la segunda oportunidad que le dio la vida. La verdad era que nada de lo que decía Bruce, sonaba interesante para sus oídos.

—Y si no, deberías de descansar. El doctor dijo que no debes hacer esfuerzo. 

—Descanse de más, Bruce. Lo que menos quiero es pasar más tiempo aplastada. Lo que sea que hizo la planta de Ivvy... Nunca me he sentido mejor. 

Su plan era levantarse e irse a la cama. Faltaban un par de horas para que el sol comenzara a salir y tenía que recuperar sus fuerzas para continuar su camino.

Dime Qué Se Vuelve Más Fácil - Selina y Bruce (Batcat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora