Una fuerte punzada de dolor lo hizo despertar. Bruce se enderezó de la cama con un movimiento brusco, intentando recuperar la respiración perdida en el sueño, mientras sentía una ira desconocida. El notó entonces como sus manos estaban envolviendo la sabana de la cama, como si se estuviera conteniendo así mismo de lanzarse contra alguien.
—¿Una pesadilla?.
Bruce giró la cabeza hacía el fondo de la habitación de donde venía la suave voz. Selina se hallaba sentada en el sofá verde, atando los cordones de su botines.
—¿Qué?—preguntó Bruce con confusión mirando su alrededor.
El pensó por un instante que todavía soñaba. Que su mente había tomado sus viejos recuerdos para alzar un perfecto y terrorífico escenario a su alrededor.
—Parece que fue malo—señaló Selina.
Su esposa se levantó del sofá y llegó hasta el. Tomó asiento a su lado, alzó el brazo y acarició con sus nudillos su mejilla. El tacto era tan real que Bruce logró comprobar como estaba despierto en su habitación, su verdadera habitación. No aquel falso lugar en donde los últimos meses se había quedado.
El negó. Alzó la mirada y observó a Selina. Estaba radiante, pero aún así fue fácil notar la sangre que se escondía bajo sus definidos rizos castaños.
—¿Qué te pasó?—preguntó estirando la mano para tocar la herida.
Antes de que logrará mover su cabello, Selina apartó su mano. El forzó a su mente a recordar las últimas horas, pero no pudo. Todo parecía un lienzo en blanco.
—No entiendo de qué hablas—respondió Selina alejándo de su contactó.
La chica se levantó, mandó sus rizos castaños para atrás y sonrió. Bruce entonces volvió a sentir esa punzada de dolor. Llevó su mano derecha hacía detrás de su cabeza, y dio con la fuente de ello. Su mano regresó de nuevo a su antigua posición, ahora con un rastro de sangre adornando sus dedos.
—¿Pero que demonios?—preguntó para sí mismo.
El se enfocó en su esposa. Esperaba que Selina lo mirara con sorpresa o preocupación, pero sólo seguía con esa extensa sonrisa decorando su rostro. Demasiado perfecta, Bruce concluyó.
—Tienes que levantarte Bruce, no debes dejar a nuestro invitado esperando—dijo Selina caminando a la salida—Te esperamos en la cocina para desayunar.
Se despidió con un rápido beso en la mejilla y cerró la puerta. Bruce de inmediato hizo a un lado las sábanas, camino con prisa sobre el frío piso de madera y se dirigió a la ventana. Tomando ambos lados de la cortina, la hizo para un lado y vio el exterior. Se hallaba en la mansión Wayne, en su propia habitación. Pero más allá de la reja del extenso terreno, podía ver a Gotham. Todavía aislada, oscura y rota.
¿Cómo había llegado a la mansión Wayne, cuando los puentes estaban destruidos? ¿Qué sucedía con Selina? ¿Por qué no podía recordar nada de las últimas horas?.
Sabía que todo estaba mal cuando tenía más preguntás que respuestas. Bruce camino a su armario y tomó una vestimenta cómoda que le permitirá moverse por sí tenía que pelear contra alguien.
Lo único que tenía claro era que en su hogar se aguardaba algo peligroso, y su familia se encontraba en medio de ello.
Bruce con paso silencioso fue caminando por el pasillo, observando a sus alrededores para ver si no se encontraba alguien detrás de su espalda. Fue entonces cuando llegó al primer piso que lo escuchó.
Las risas se unía en una mezcla, pero en medio de ellas logró localizar la de Selina e incluso pensó haber escuchado a... ¿Alfred?.
Prácticamente entró corriendo a la cocina. Deteniéndose cómo si hubiera recibido un fuerte golpe en el pecho cuando lo vio. Ahora todo tenía sentido. Incluso el lienzo en blanco tomó algo de color.
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Dime Qué Se Vuelve Más Fácil - Selina y Bruce (Batcat)
FanfictionBruce Wayne está decepcionado consigo mismo después de haber asesinado a Ra's al ghul, siente que perdió el camino de la luz y fallo a sus seres queridos. Mientras tanto Selina intenta ayudarlo, más todo tiene un límite. Parte 2 Del primer fanfic ti...