Capítulo 16

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—Selina. Del uno al diez, ¿Puedes medir el grado de dolor?. En donde diez es máximo y uno es mínimo ¿Cuánto dolor sientes?—preguntó alguna de las enfermeras. 

No respondió, solo giró la cabeza sobre la almohada y se perdió en un punto fijo de la pared. Podía sentir la caricia de Bruce, su toque suave contra su mano y aún así seguir con frío en una habitación sin ventilación.

—Selina, ¿Estás bien?—fue el turno de Bruce en preguntar. 

Lo ignoro, al igual que el intenso dolor que se extendía por su espalda. No quería hablar, solo necesitaba urgentemente que todos la abandonaran. Quería volver a desmoronarse sola, no frente a una desconocida y un insistente Wayne que no se marcharía hasta que supiera que estaba bien. 

—El medicamento ya está aquí, pero necesito saber cuál es el nivel de dolor, para la medición de la dosis—la enfermera se dirigió ahora a Bruce. 

—Uno—dijo molesta con dientes apretados dirigiéndose a la enfermera. 

—Diez—dijo Bruce. 

La enfermera miró consecutivamente a ambos, indecisa sobre cuál número escribir en su tabla. Después de dos pares de intensas miradas que se dirigían sobre ella. Pareció tomar la respuesta de Bruce y desechar por completo la de Selina. 

—En un momento regresó a la aplicación—giró y salió, dejándolos solos de nuevo. 

Selina arrebató bruscamente su mano del contacto de Bruce, cruzando ambos brazos contra el pecho, mientras intentaba a nivelar su acelerada respiración. 

—Sé qué estás enojada por lo que sucedió, pero no resolverás nada con esa actitud. 

Fue como si la hubiera empujado bruscamente fuera del caminó. Haciendo que toda la furia que estaba conteniendo en su pecho por fin logrará liberarse para dirigir sobre él. 

—Tampoco volveré a caminar, si me ponen un poco de medicamento extra. 

—Selina. Te he dicho que aquí nuestros recursos están limitados, pero cuando volvamos a formar parte del exterior, buscaremos ayuda calificada… La mejor.

Ayuda. No podía creer como todavía podía tener esperanza de que logrará caminar, después de las diversas opiniones que recibieron de los cirujanos de Gotham. 

—Sabes que es gracioso—no tenía nada de gracia lo que iba a decir, sino más bien dolor, lo cual era su intención—Que Jeremahia me disparará solo para llegar a ti. 

Odiaba ver esa mirada azul, dolida. Pero era injusto que intentará convencerla de que el día podía cambiar de nublado a soleado, si lograban salir de la oscura isla que se había convertido Gotham. 

—Después de todo lo que hice, lo que más me jodió fue estar relacionada contigo—dijo mirándolo directamente—Todo lo que me ha estado sucediendo es por tu culpa. 

—Lo sé. En eso estamos de acuerdo—se recargó en la silla, jugando con sus dedos con pena—Y no sabes cómo lamento lo que sucedió. Hubiera deseado haber sido yo, el que recibiera la bala. 

—Y yo hubiera deseado que Jeremahia me hubiera matado. 

Se giró dándole la espalda. Estaba harta de estar acostada, de tener que depender de las personas hasta por las cosas más mínimas. 

—No hablas en serio, solo lo dices porque estás enojada y herida... Sé que Tabitha era importante para ti. 

—Era mi familia—dijo bajó, lo suficiente para que Bruce no la escuchará.

—No hay nada que se pueda hacer— continuó Bruce—Solo seguir adelante y dejar todo lo malo atrás. 

Bruce continuó hablando, pero Selina no prestó atención. Su mente aún estaba procesando como su amiga había muerto horas atrás. Una parte de ella se sentía culpable por no haber estado ahí, apoyando a su equipo contra el pingüino en aquel almacén en donde se llevó la disputa por el medicamento y alimento. Mientras que la otra parte, se sentía enojada con la misma Tabitha por mentirle esa mañana cuando fue al hospital a visitarla. 

Dime Qué Se Vuelve Más Fácil - Selina y Bruce (Batcat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora