Capítulo 24

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Permanecieron en silencio alrededor de veinte minutos. Bruce estaba sentado en la cama, mirando consecutivamente de Selina a sus dedos. Se podía notar fácilmente como la culpa lo comía por dentro. Después de todo, había rotó la promesa que le hizo cuándo todo inició, cuando ella estuvo en el hospital luego de que Jeremahia le dispara en la mansión.

“Voy a estar a tu lado todo el tiempo”. Bruce prometió meses atrás, cuándo la cirugía en su columna fue un éxito.

—¿Qué haces aquí?. No se supone que ahorita deberías de estar a miles de kilómetros lejos de Gotham.

Bruce levantó la mirada avergonzado. Selina quería detener todo el veneno que deseaba desbordar su boca, pero era casi imposible. Tenía tanto coraje al saber cómo la persona en la que más confiaba, la había abandonado. Bruce la dejó por medio de una tonta carta, ni siquiera había tenido el valor de hacerlo en persona. Como podía correr de nuevo a sus brazos tan fácilmente, si no tenía la certeza de que mañana se quedaría.

Sus ojos azules la miraron con  angustia y vergüenza.

—Lo iba a ser. Iba a medio camino de mi destino cuándo me di cuenta de que no podía. No puedo hacerlo, Selina—dijo Bruce. Su cabeza cayó en sus manos y luego miro hacía el techo mientras respira hondo—No puedo dejar Gotham, no puedo dejar a mi familia. No puedo dejarte a ti.

Su atormentada mirada se encontró nuevamente con la de ella. Selina pudo notar fácilmente su arrepentimiento. Pero antes de que decidiera dejar de lado su coraje, intentó averiguar si todavía pensaba lo mismo o si en el trascurso de esos días de distanciamiento, por fin había logrado deshacer de esos culpables pensamientos.

—No debiste dejarme. No luego de todo lo que hemos vivido juntos, no así. Yo merecía más que una carta. Pensé que todo estaba bien contigo, con nosotros. Que todas tus tontas ideas por fin habían desaparecido cuando hablamos en las escaleras de la GCPD. Pero no fue así, ¿Cierto?.

—No. No lo hicieron—admitió Bruce en voz baja—Todavía sigo pensando que todo lo que a sucedido en Gotham es mi culpa.

—No, Bruce. No lo es. No intentes poner toda la responsabilidad de una ciudad en tus hombros.

—Si lo ha sido, tal vez no fui el causante de todo el desastre en Gotham. Pero si fui la razón de ello—admite Bruce suavemente—La culpa me ha estado devorando por dentro. En los últimos meses no he podido dejar de pensar en eso.

—Bruce—intentó intervenir, pero el continuó.

—Desde que mis padres fueron asesinados, todo parece haberse descontrolado en esta ciudad. Y estoy cansado de eso.

De repente, Selina ya no pudo estar lejos de él. Camino directo a la cama, se sentó a su lado y tomó su mano entre las suyas. El contacto se sintió familiar y confortable. De pronto el coraje que había estado sintiendo durante todos esos días, desapareció en el segundo que Bruce se giró y la miró.

—Tienes razón. Tu no merecías ser informada por una carta de mi decisión, siento mucho haberme ido así, en serio lo lamento—dijo Bruce—Pero no tenía otra opción más que dejarte la carta. Si te hubiera visto una vez más antes de tomar asiento en el avión, entonces no podría haberlo hecho. No hubiera podido tomar una decisión.

Su esposo cerró el espacio entre ellos con calma, como si estuviera midiendo su grado de molestia en esa situación. Selina solo notó como su mirada azul se tiñó de asombro cuando ella dejo que su mano se deslizara por sus brazos, hasta llegar a detrás de su cuello para finalmente tirar de él en un beso.

Podía estar internamente enojada con Bruce. El coraje todavía podía tardar unos días más guardado en su pecho, antes de que lograda perdonarlo por completo. Pero en ese momento lo único que pudo pensar fue que Gotham era peligroso y Bruce Wayne no.

Dime Qué Se Vuelve Más Fácil - Selina y Bruce (Batcat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora