Dime Qué Se Vuelve Más Fácil - Selina y Bruce (Batcat)

Capítulo 10

Siempre supo que no era la persona más divertida del mundo, eso quedó claro cuando el concepto de diversión no correspondía con su estilo de vida. Años completos dejo de pensar como un niño millonario que podía divertirse, para solo enfocarse en buscar justicia a las memorias de sus padres.

Pero hoy era diferente. Uno de los juegos favoritos de su chica, era el monopoly. Cuando estaba embarazada, pasaban la mayoría de las tardes encerados en la habitación jugando durante horas. En los pocos minutos que en tablero estaba listo, Bruce se percató de que Selina podía llegar a ser realmente una persona competitiva.

Esa tarde cuando Selina llego al estudio azotando puerta con Helena cargada en un brazo y caja en otro, supo que estaba perdido. Ella lo obligó a dejar a un lado todos los documentos que se relacionarán con la empresa Wayne Enterprises, para que tomara asiento con ellas en la alfombra y empezarán a jugar esa tarde.

Selina organizo todo en pocos minutos, se dirigió a la cocina para traer refrescos y palomitas. Bruce acomodó todo los accesorios en el piso, repartió el dinero y saco los dados.

Sus dedos fueron los primeros que lanzaron los dados, adquiriendo así el primer centro comercial. Selina cada vez que adquiría una propiedad lo miraba con suficiencia a través de sus intensos ojos verdes. Ella realmente era feroz cuando se trataba de ganar, la palabra derrota no estaba aceptado en el diccionario de su esposa, en el mundo ficticio o real.

Bruce solo negó con la cabeza al caer en una propiedad de Selina. Reglamente odiaba ese juego en donde la mayoría de las veces salía perdiendo, pero hoy era diferente.

Las últimas semanas no se había divertido como en esa hora que llevaban tirando dados, pagando o comprando. Aún que el tiempo estaba sanando cada una de sus heridas, en donde volvía a poder dormir y dejar a tras la sensación de ahogarse con su propia respiración, Bruce no podía dejar de sentir una preocupación diaria al saber que Jerome seguía libre por las calles de Gotham.

El estaba preocupado de que el lunático tomara represarias contra su familia al ayudar con su fallida captura.

Bruce trato de no pensar más en eso, se enfocó mejor en su sencillo plan para ese día. El joven se propuso luchar contra sus miedos actuales, los cuales se relacionaban con todo el concepto de diversión. El primero suceso que cambió la forma de ver la diversión, fue provocado por Theo Galavan que convirtió la recaudación de fondos en un masacre al desear poder sobre Gotham. Bruce todavía podía recordar a Galavan y Valeska llevando un espectáculo de magos para terminar con la vida de varios ciudadanos.

Bruce le volvió a entregar los dados a Selina. Ella los tomó con satisfacción mientras los calentaba en las palma de su mano, besó rápidamente la cabeza de Helena que se encontraba sentada en sus piernas, entretenida estirando al peluche. Bruce las miro a ambas, las amaba locamente a cada una de ellas, pero era observador y lo notó.

—¿Qué?—Selina cuestionó al percatarse de su ceño fruncido.

—¿Que estás haciendo?—en cambió Bruce preguntó con diversión, tomando el plato hondo de palomitas, disfrutando lo que su mirada le proyectaba mientras el sabor de mantequilla se desparramaba por su boca.

—Lanzando los dados—respondió algo dudosa, realizando esa acción. Selina grito de euforia ante el siete que sumaba ambos cubos blancos— ¡Genial!. He adquirido el establecimiento más importante.

—El cual es ficticio—señaló Bruce—Además, cabe señalar que tú triunfo se debe a que estás usando a Helena como amuleto de la buena suerte—Selina lo miró con falso asombro, abrazando a su hija para besar una vez su pelinegra cabellera.

—Ella siempre es mi amuleto—respondió con dulzura, no escondiendo como la suerte parecía acompañarla cuando Helena estaba a su lado.

—En la siguiente competencia, Lena estará en mi equipo—Bruce la señaló decidido. Selina solo negó con diversión.