Epílogo.

4.2K 339 137
                                    

Esta es la canción de la historia.......☝☝☝☝☝☝.


Narra pov.

13 años después.........

Por las calles de Konoha se podía ver a una pequeña niña azabache con anteojos muy bonita que se dirigía a la mansión Uzumaki junto a otro niño rubio con marquitas en las mejillas.

— Aún no entiendo porqué siempre te quedas en nuestra casa — pregunto de mala gana el rubio mientras la fulminaba con los ojos.

— Solo me quedo allí cuando papá sale a misiones, cuando él vuelva regresaré a la mia, además, no es como que me guste pasar tiempo con un dobe como tú — le contesto la chica acomodándose los anteojos logrando que estos brillarán.

— Tsk, como sea, ya llegamos — avisó el niño para después tocar el timbre.

La puerta segundos después se abrió y dio paso a la imagen de Hinata junto a una niña pequeña de diez años.

— Hermano, Sarada — dijo alegre la pequeña para después abrazarlos a ambos.

— Oe, Himawari — saludo este despeinandole el cabello logrando que la niña hiciera un puchero.

— Oe Boruto, no seas un dobe —.

— Te he dicho que no me digas dobe, teme —.

— Dobe —.

— Teme —.

— ¡Dobe! —.

— ¡Teme! —.

— ¡¡Dobe!! —.

— ¡¡Teme!! —.

— ¡¡TEME!! —.

— ¡¡DOBE!!........espera —.

La azabache sonrió arrogante y entró a la casa después de Himawari y Hinata dejando a Boruto con la palabra en la boca.

— ¡Oye!, eso es trampa......aún no he terminado ¡¡TEME!! —.

Ya después en la cena los cuatro estaban disfrutando de los alimentos entre risas hasta que la puerta de la entrada fue tocada.

— Ah, debe ser Naruto — dijo Hinata rápidamente junto con Hima para dirigirse a la puertá.

Boruto hizo una mueca tratando de ocultar su emisión pero rápidamente pudo notar como Sarada se acomodaba un mechón de cabello tras la oreja mientras se ponía derecha y arreglaba su traje ninja.

— Oye, ¿Qué rayos estas haciendo? — le pregunto mirándola fijamente pero está ni se inmutó.

— Nada que te importe —.

— Ah, ya entiendo, estas tratando de impresionarme y llamar mi atención con esas cosas lindas que haces — le dijo este con una sonrisa arrogante mientras se cruzaba de brazos y cerraba los ojos.

— ¿De qué rayos hablas? — pregunto Sarada con una ceja levantada.

— Vamos Sarada no lo niegues, responde, de esta habitación ¿Quién te gusta? — le pregunto este mirándola arrogante.

— Tú-..—.

La sonrisa del rubio se volvió más grande.

— Tú papá —.

La sonrisa en su rostro se borró mientras sus ojos se habrían como platos.

— ¡¿QUÉ?!, ¡¿ÉL VIEJO?! — pregunto todavía en shock.

CEREZO INDESTRUCTIBLE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora