Tras años de espera, el echo de que en algún momento, todo pueda cambiar, me hace sentir la vida como una prueba de fuego, sintiendo cada vez más cerca de mí las llamas.
El calor es constante, eso no podré negarlo, pero, ¿quién me dice que sea real?
Cada vez siento el volcán más en mi interior, rugiendo por entrar en erupción. También siento el ardor de mis alas luchando por sobrevivir, pero algo me dice que no son para siempre.
Mis alas serán cortadas, y nadie puede evitarlo.
Pero...si no quiero acabar sin alas...¿debo echar a volar?
ESTÁS LEYENDO
Cartas en la Cárcel
RomanceLlevo años esperando tu respuesta, pero me demuestras que tu moneda de cambio es la indiferencia. Muchas veces pedí tu silencio, y cuando me lo diste, comprendí de que manera me equivocaba. "Tú estabas sentado en tu sitio, al fondo, tan perfecto co...