"2.1.2006
En cinco días volvía al hospital, otra vez sola.
Mi hermano me ha traído al cine, estamos viendo una película nueva llamada Transformers.
Entramos a la sala, él con cuidado me sube poco a poco y me coloca en mi butaca.
Tras esperar unos minutos vemos como entra el resto de la gente y empiezan los alumnos.
Miro para la entrada, y ahí estás tú.
Con una chica rubia de la mano.
Subís rapidamente y os ponéis unas filas más alante que nosotros.
¿Ese no es el chico de quién tanto me hablas? Dice mi hermano.
Yo siempre le contaba todo, por lo que él sabía lo que sentía por ti.
Sí... Dije cabizbaja.
¿Y sabe por qué has faltado todos estos años? Sabe...¿lo tuyo?
No. Digo algo apenada.
La película empieza, pero yo no dejo de mirarte.
Tú y la rubia empezáis a tontear, yo...no quiero mirar.
Quieres irte, ¿verdad? Dice mi hermano.
Yo solo asiento.
Mi hermano, disimuladamente sacó la silla, me subió en ella y salimos de allí.
Me gustó verte, pero no de esa manera."
Guardé mi cuaderno después de terminar de escribir en él.
Algún día te lo daría, algún día.
Me separé poco a poco de la cama, quería pasear un poco por el hospital.
A medio camino, apareció el médico, casi sin aliento, con mis padres al lado.
Todos venían corriendo, dirigiendose hacia mí sonriendo.
Cariño!! Dijo mi madre.
Hemos...
Hemos encontrado un donante. Dijo el médico.
Un donante. Mi salvador.
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Cartas en la Cárcel
RomantikLlevo años esperando tu respuesta, pero me demuestras que tu moneda de cambio es la indiferencia. Muchas veces pedí tu silencio, y cuando me lo diste, comprendí de que manera me equivocaba. "Tú estabas sentado en tu sitio, al fondo, tan perfecto co...
