"27.10.2007
Por fin, después de años, volvería a mi vida.
Me darían el alta en unos minutos, y volvería a casa.
Mis padres llegaron y nos fuimos.
En la puerta del hospital, mi madre me ofreció un gorro para cubrir mi cabeza.
Yo se lo negué, mi pelo ya había crecido un poco y por lo tanto parecía el de un chico.
Me gustaba.
Cuando llegamos a casa, pasé una semana para organizarlo todo.
A la semana siguiente empezaba de nuevo el instituto. Mi último año allí.
Y te volvería a ver.
Nunca dejé de pensar en ti, nunca..."
Guardé mi cuaderno en mi mochila y entré a mi clase.
Bonito pelo. Olía a coco, eras tú.
Ho-hola.
Cuanto tiempo, ¿donde andabas? Dijiste.
Yo he...estado enferma.
Oh... No sé que pasó por tu cabeza, pero toda tu expresión se volvió oscura.
Adiós. Dije despidiendome con la mano.
Adiós. Dijiste sonriente de nuevo. Bipolar...
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Cartas en la Cárcel
RomansaLlevo años esperando tu respuesta, pero me demuestras que tu moneda de cambio es la indiferencia. Muchas veces pedí tu silencio, y cuando me lo diste, comprendí de que manera me equivocaba. "Tú estabas sentado en tu sitio, al fondo, tan perfecto co...