Capitulo 10

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Los días pasaban rápidamente y la fecha de la ceremonia estaba cada vez más y más cerca, su madre se estaba encargando junto con saga de todo lo relacionado con la planificación del evento, al parecer sería algo enorme, la invitaciones ya habían sido enviadas; su madre ya se había encargado de su vestuario y su padre de invitar a todas las personas de su empresa, siempre tan exagerado, pero en algún momento habría de vengarse de él.

-Vaya, las cosas sí que deben estar agitadas en casa ¿cierto?- pregunto la peli roja, ambos se encontraban en receso en la escuela.

-Si...y que lo digas, ya todo está planificado para este domingo, al parecer invitaron a todas las familias y personajes importantes de la ciudad, creo que Saga incluso les mando invitaciones a sus amigos y familiares en el extranjero- dijo el castaño irritado- Sinceramente todo me parece exagerado, nunca había escuchado que en una ejecución invitaran a tantos personajes célebres- bromeo el chico.

Shoko rió por un momento al comentario del chico pero al ver su rostro se detuvo, la verdad Seiya tenía una expresión de ultratumba, ya no reía ni bromeaba, no era el de siempre haciendo sus chiste tontos y haciéndola sentir mejor y consolándola cada vez que tenía un problema. El Seiya de ahora era sombrío y amargado, ya no reía y siempre era sarcástico al hablar, un cambio radical, pero no podía juzgarlo, sabia lo difícil que era su situación y la comprendía mejor que nadie.

-Seiya...tengo que decirte algo- hablo seriamente cambiando el tema- yo...tengo planeado escapar con Mirai mañana...- confeso al joven peli roja.

-¿En serio? ¿Cuál es la razón de que tomaras esa decisión?- pregunto sorprendido.

- Es Phonos, cada día es más insoportable estar con él. Hable con Mirai y el me propuso que nos fuéramos juntos, por eso te digo esto Seiya ya que tal vez esta sea nuestra despedida.

-Ya veo...- dijo el castaño después de escuchar su explicación. Todo iba de mal en peor para él, con todo lo que estaba pasando ahora también iba a perder a su mejor amiga, su única amiga; pero no podía decir nada, debía apoyarla como ella siempre lo hacía con él, aunque esa idea de escapar no le cuadraba del todo, después de lo que había pasado aprendió la lección de que huir no resolvía nada. Solo deseaba que en el caso de Shoko las cosas fueran diferentes.

-Bueno, deseo que te vaya bien Shoko, o al menos mejor que a mí con eso de escapar- la abrazo cálidamente y con tristeza, iba a perder a su mejor amiga y confidente, la única persona que lo escuchaba y comprendía realmente; pero al menos sabía que estaría mejor así, que ella iba a ser feliz, lejos pero feliz y eso era suficiente para él.

-Gracias Seiya, siempre te tendré presente en mi mente y corazón- a ella también le dolía dejarlo, desde que lo conoció solo habían logrado hacerse más y más cercanos, construyendo así una relación de profunda de amistad y confianza; sin mencionar que ahora que el castaño se iba a casar en menos de unas semana sabía que era cuando más necesitaría apoyo y le gustaría a ella habérselo dado aunque era imposible ya que si se quedaba más tiempo corría el riesgo que terminar igual que él. Casada a la fuerza con alguien que no ama y que además, detesta con todas sus fuerzas.

[...]

El día continuaba y las clases ya habían terminado, todos los estudiantes se encontraban ya saliendo del instituto, Seiya como todos ellos lo hacía pero no por la puerta principal como era normal sino por una de las paredes de la cerca, no quería salir por al frente para no encontrarse con Saga. No era como si le estuviera huyendo ni nada por el estilo; lo que en realidad se proponía el menor era ir a buscar a Ikki, desde ya hacía días que estaba preocupado por el, desde la amenaza de su padre de encerrarlo y tenerlo como garantía para que aceptara el matrimonio.

Lo que el corazón quiereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora