Capitulo 21

164 9 1
                                    


Sonreía como tonto mientras veía por la ventana, llevaba de esa forma ya varios días, aunque sabía la razón aún se impresionaba al ver a su amigo en ese estado de trance.

-¿No te cansas de sonreír? Si sigues así te saldrán arrugas- comento llamando la atención del castaño.

-Naaa... las arrugas te saldrán a ti por estar de amargada todo el día- le respondió de la misma forma.

-Jajaja...- río de forma sarcástica- ya hablando en serio ¿Por qué sonríes tanto? Pareces idiota, además ¿no te pregunta Saga el por qué estas feliz?

-Ha pasado mucho tiempo en el trabajo últimamente...solo lo he visto en las mañanas y cuando viene a recogerme.

-Bien por ti... no tendrás problemas para verte con ya sabes quién- dijo sonriendo con picardía la pelirroja.

-Ojala fuera así... el también está ocupado trabajando, pero está bien.

Si, desde aquella ocasión no nos hemos encontrado de nuevo, las cosas no han sido muy diferentes hasta ahora debido a eso. Por ahora solo me eh dedica a estudiar tan duro como puedo para no retrasarme con mis tareas, varios de mis profesores se sorprendieron al saber que estaba casado ya, creían que mi ausencia era por alguna enfermedad y al ver el anillo se quedaron boquiabiertos, esa reacción fue un poco graciosa.

Claro que hasta ahora muy pocos son los que lo saben, incluyendo al director ya que a él se le informo el cambio de mi tutela, afortunadamente ninguno de mis compañeros se ha dado cuenta.

Saga ha sabido mantener un bajo perfil, por suerte para mí; no es que sienta vergüenza solo... no es común ver un caso como este supongo, un adolescente menor de edad casado con un hombre diez años mayor...

-Ahhh- suspiro pesadamente- que fastidio...

Y para complicar más las cosas, Aioria lo sabía todo ¿Por qué? De todas las personas ¿Por qué tenía que ser él? Incluso lo había gritado en frente de todo el mundo en la cafetería, por suerte parecía que nadie lo había tomado en serio.

¡RIIIIG! ¡RIIIG!...*

-por fin...- ya había sonado la campana- me iré antes, Saga estará esperándome al frente ya...

Se despidió rápido de la pelirroja y se fue. Cuando llego a la entrada en efecto, ahí se encontraba el mayor esperándolo.

-Llegue...- dijo en forma de saludo, entrando al vehículo.

-Bienvenido... ¿Qué tal la escuela?- pregunto mientras conducía.

-Normal supongo...

-¿No se te ha complicado con las clases que has perdido?- seguía la conversación mientras que manejaba al mismo tiempo.

-No tengo muuucho tiempo libre para estudiar en casa- y ahí le tiraba otra.

Suspiro cansado y hablo- sabes que estoy muy ocupado trabajando, no puedo dejarte en casa de tu padres sin vigilancia...

-En verdad que desconfías en mí.

-Tengo razones para hacerlo ¿no?

Se quedó callado ante ese comentario, no podía contradecirlo en realidad.

-No es como si pudiese escapar si estoy en casa de mis padres....-comento refunfuñando

-Grrr...-gruño molesto llamando la atención del menor- hablaremos de esto cuando termine de trabajar...

Se quedó mirándolo molesto- ¿y cuándo será eso? desde que regresamos de viaje ha sido la misma rutina, del instituto a casa y viceversa ¡todos los días!- exclamo enfadado.

Lo que el corazón quiereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora