Lo que el corazón quiere

Capitulo 15

Ya había terminado con todo el trabajo que tenía pendiente, se levantó y fue a revisar si el menor ya había salido. Nada al parecer, tenía varias horas de haberse encerrado y aun nada que se dignaba a salir; ya comenzaba a preocuparse así que lo llamo.

-Seiya...- llamo mientras tocaba la puerta- ya es hora de cenar, así que sal de una vez.

-No tengo hambre...- le respondió secamente desde dentro de la habitación.

El mayor al escucharlo se enojó- No me vengas con mentiras Seiya, no has comido nada en todo el día y ya casi es de noche.

-¡Ya te dije que no tengo hambre!- le grito del otro lado de la puerta.

-Ahhg...-"este chico es imposible" pensó el peli azul.

Todavía hacia un esfuerzo por tratar de llevarse bien y que las cosas volvieran a la normalidad entre ellos y salía con sus berrinches de niño pequeño.

-¡Seiya es suficiente! Sal de ahí ahora mismo-le ordenaba con voz firme pero este le desobedecía sin miedo alguno- ¡que salgas te estoy diciendo!

Que vergonzoso, de paso en el lugar estaban un par de guardias presenciando todo y la miraba en ambos dejaba en visto su incomodidad al ver dicha escena- ¡Seiya te ordeno que salas de ahí en este momento!

-¡Oblígame!- le respondió desafiante desde el otro lado.

Y así continuaban discutiendo hasta que uno de los guardaespaldas le recomendó al peli azul que se calmara- tranquilo jefe, eh...¿por qué no lo intenta de otra forma?- le sugirió al mayor, escucho la propuesta que el guardia  le recomendó que era que fuese un poco más amable con el menor al momento de dirigirse a él y controlara su temperamento no dejando que la actitud del castaño lo perturbara.

-Está bien...- suspiro pesado y escuchando el consejo se acercó nuevamente a la puerta, esta vez más calmado volvió a llamar al chico- Seiya...-no escucho respuesta- ¿quieres venir a cenar?...

El menor no respondía así que volteo a mirar al guardia que le hacía seña de que continuara. El mayor obedeció por no dejar y siguió insistiéndole al menor.

-Vamos Seiya por favor, has estado encerrado ahí todo el día sin probar bocado; me preocupa que no te alimentes como se debe así que por favor ven a cenar conmigo- le pidió de forma gentil y casi suplicante.

Nuevamente solo se escuchaba el silencio, no había respuesta por parte de menor, nada. Esto solo hizo que el mayor se enfadara aún más, aun así a pesar de estar molesto no exploto como antes- Bien, si no quieres comer entonces has lo que quieras...

Sin decir más se fue, salió del lugar dispuesto cenar solo, aunque con todo lo que había pasado incluso en hambre se le había ido.

Mientras tanto dentro de la habitación estaba el castaño que no sabía ni como sentirse...tantas cosas habían pasado en tan poco tiempo sentía su vida pata arriba.

Hace solo unos días era un adolescente común y corriente y ahora, se encontraba en su "luna de miel" peleando con su "esposo".

Quiero volver a casa...quiero recuperar mi vida, que todo vuelva a la normalidad por favor...

Un toque en la puerta lo saco de sus pensamientos, escucho una voz distinta a la del mayor llamándole, se trataba de uno de los guardias así que le abrió la puerta.

-Joven...el jefe me ordeno que le preguntara que quería comer- dijo sonriente para no e nerviar al castaño.

-No...no quiero nada, estoy bien así...