RECOGE MIS PEDAZOS - KAISOO [Finalizada]

05 - Perdón

AY,  JAJAJA ME ESTABA QUEDANDO DORMIDA. ESPERO QUE NO SEA UN FIASCO ESTO. AY LES DEJO.

POV KAI.

Sentí movimientos por toda mi espalda, un aliento suave se posó en mis mejillas y me besó. No había mejor manera para despertar que con un beso caliente. Sonreí para mis adentros, me desperece un poco y gire para encontrarme con Jennie ahí, sentada y viéndome dormir. Le di una sonrisa aún más grande mientras me tallaba los ojos.

-Vuelve a la cama – se acercó y me beso los labios.

- Es muy tarde, deberíamos ir a celebrar – la mire sin saber que decía, creo que aún estaba muy dormido.

-Es el único día que puedo levantarme a esta hora o quedarme todo el día así, ven, vuelve aquí y veamos una película.

- Tú enserio que no escuchas – rio mirándome seria.

Repase toda la conversación y entonces algo hizo click.

-Dijiste que hay que celebrar pero ¿Qué? – La miro sorprendido -¿A caso es nuestro aniversario?- negó con una sonrisa.- ¿Es tu cumpleaños? – volvió a negar. - ¿Entonces?

- Pues digamos que en unos 7 meses alguien se unirá a la familia y hay que celebrar.

-¿Quién? ¿Por qué? – yo enserio estaba medio dormido aun.

-Ay Kai, querido a veces eres un tonto – rio y saco de la bolsa de su bata un objeto blanco. Lo acerco a mí y no comprendí.

-¿Qué significa esto? – Eso parecía ser un termómetro para la temperatura - ¿esta enferma? – toque su frente, no, no lo estaba.

-Es una prueba de embarazó Kai, según esto estamos embarazados – mi boca se desencajo. ¿Qué? Embarazados. ¿Vamos a tener un hijo? Sentí mis ojos aguarse, esto debía ser una broma. – Esta es la 8va prueba. Es la última que hice, tenía que contártelo.

Me puse de pie y el tome en mis brazos, estaba tan emocionado. Iba a ser papá, Jennie iba a ser mamá. ¿Qué? Era una locura.

-Te amo – le di un beso en los labios, un beso casto y lleno de amor y agradecimiento – te amo, gracias –ella empezó a llorar un poco y tampoco pude aguantar. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Era la persona más feliz del mundo.

POV KYUNGSOO.

Estaba temprano cuando llegué al cementerio, me cubría con la bufanda que llevaba. Hacia frio, las flores en mis brazos sin embargo seguían intactas.

Cuando encontré la tumba que estaba buscando ni siquiera podía ver a la imagen que esta tenía, los ojos que veía en mis sueños estaban ahí, eran los mismos. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

Coloqué las flores sobre la tumba. Quite uno de los jarrones que estaban ahí y saque las flores secas. Lo limpie y acomode las flores.

Pase un rato arreglando era tumba, con algunas ramas le quite la basura que tenía encima, tire los ramilletes secos y limpie la foto de la chica.

Había comenzado a llorar desde que llegué. Sentía que no era digno de estar aquí. Cuando por fin termine me arrodille frente a la tumba.

-Yo... señorita Kim – sorbí por mi nariz. – Lo siento tanto – por fin comencé a llorar más – siento tanto lo que le hice, siento quitarle la vida y quitársela a su hijo de paso. Era tan joven, siento ser quien no la dejo ser feliz, estoy tan arrepentido. No sé cómo pagar por esto. Han pasado cosas, muchas cosas pero, aun así siento que no soy digno – me seque las lágrimas – mi madre me enseño que el amor de un hijo era el mejor y sin embargo les quite eso a usted y al señor Kim. Perdón. Por favor perdóneme desde el cielo. No me alcanzara la vida. – me quebré justo ahí, sobre esa tumba. La abracé, me arrodillé y pedí perdón.

Ahora se sentía real, después de esos sueños y ver esta foto. Se sentía más real.

-Han pasado cosas, ya lo he dicho. Cosas que me han roto pero, simplemente sigo aquí, porque tengo que pagar, mi padre murió, perdí todo, todo lo que amaba pero yo también le quite al señor Kim todo lo que amaba. Me lo merezco, merezco todo lo que está pasándome.

Me quedé ahí tumbado por algún tiempo, segundos quiza, minutos, una hora. El tiempo no importó, solo tenía que sacar todo. Sabía que era mi cumpleaños y este era mi regalo, tenía que desahogarme.

-¿Qué está haciendo aquí? – levante la cabeza con la voz llamándome. No pude verlo bien por las lágrimas que aun tenía en mis ojos.

-Yo, vine a verla –me puse de pie y él se acercó.

-No tiene derecho de estar aquí.

-Pero, solo le traje unas flores.

-Lléveselas, no las necesitan, no necesitan nada de usted – me lanzó las flores que había dejado.

-Por favor déjelas – rogué.

-¿Y qué? ¿Redimirlo de lo que hizo? Nunca. – me miraba severo.

-Lo siento tanto – dije. – Sé que no merezco menos pero...

-LARGO – El dolor no se había ido de sus ojos, seguía ahí, como el primer día que entro en la habitación del hospital. Me dejé caer al suelo de rodillas.

-Lo siento, lo siento, lo siento – me mantuve diciendo como un mantra. – Lo siento, lo siento, perdón...- levante la vista y pude verlo, estaba sorprendió, no sabía qué hacer. Su cara estaba tan confusa. – Jamás quise hacerles nada, siento quitarle su felicidad, siento quitarle a su hijo, a su mujer – seguí ahí, callado y estupefacto.

-Váyase – susurró.

-Perdón – mi ropa estaba llena de tierra – Señor Kim.

-Do Kyung Soo, por favor váyase – sus puños estaban apretados. – Pero, escuche esto: Yo jamás lo voy a perdonar. Tal vez no lo quiso hacer, talvez todo fue un accidente, tal vez usted este sufriendo pero eso, nada de eso me los devuelve y sé que ha pasado casi un año. Pero aunque pasen 1000 años dejaran de faltar ni dejara de doler, así que nunca lo perdonare.

Me puse de pie, abatido. Sentía mi cara tiesa por las lágrimas, tenía tierra en la ropa, las manos y el rostro. Ni siquiera la peor paliza que recibí dolía tanto como la mirada en los ojos de ese hombre. Un hombre perdido en la vida, sin rumbo. Un hombre tan roto como yo, pero, un hombre que yo había roto al mismo tiempo.

POV KAI

Mis manos temblaban aun, estaba enojado pero estaba más sorprendido que nada. Ver a Do Kyung Soo arrodillado, frente a mí y con lágrimas en los ojos había removido algo en mí. Esos ojos que parecían tan arrepentidos.

Esta mañana había comprobado una vez más también que cada vez estaba peor, estaba aún más delgado, estaba tan pálido y esas ojeras no podían ser normales. Se veía tan enfermo. Como si no fuera él, como si su espirito lo había dejado.

No era ni siquiera el mismo chico que había visto ayer en esa pequeña fiesta de cumpleaños improvisada, no era ni la sombra.

Había venido al cementerio después de un sueño donde recordaba a Jennie, jamás creí encontrarlo en este lugar. Había sido una sorpresa ver ese cuerpo tirado sobre la tumba, llorando tan desgarradoramente, con tanto arrepentimiento. Casi me sentí mal por él. Casi quise creer lo que Kim Junmyeon creía, que Do Kyung Soo no era el culpable. Que solo había estado en el lugar equivocado para evitarle ese dolor pero no, no era así y él me había quitado todo.

UTA QUE SAD. YA TODO MEJORARÁ LO JURO. NO TODO SERÁ TAN ASI, PERO SE NECESITA DEL SUFRIMIENTO PARA QUE LAS COSAS EMPIECEN A CAMBIAR. CREO QUE EL KAI NO ODIA TANTO AL KYUNG, SOLO, COMPRENDANLO.