7.Grey Eyes

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''El hombre nació libre, pero esta en todas partes con cadenas.''

- Jean-Jacques Rousseau.


Mis ojos estaban fijos en los suyos.

Las lágrimas habían bajado involuntariamente de mis ojos, pero en ningún momento, aparté mi mirada de la suya. Y no sabía si preocuparme o no, ya que podría jurar por mi alma que en el transcurso en que pasó la navaja por mi cuello, el mirar a sus ojos hizo que el dolor disminuyera a un grado increíble.

Apartó la navaja para luego apartar su mano de mi boca. Observé las marcas que le habían dejado mis dientes. Entonces cuando entró al coche para traerme un pañuelo, sí que sentí de verdad el dolor. Maldije cuando ató el pañuelo alrededor de mi cuello para que la herida dejara de sangrar.

Nos subimos al coche rápidamente sin decir palabra y arrancó rápidamente hacia la comisaría. En los minutos en los que tardamos en llegar yo tuve mareos horribles e incluso náuseas. La sangre no dejaba de manar y sentía mis senos e incluso mi estómago mojados. Cuando aparcó a un lado de la carretera, yo le sujeté del brazo antes de que bajara y pasé mis dos manos por mi cuello.

Mis manos se llenaron de sangre, así que las dirigí hacia las suyas y las acaricié con prisa, hasta estuvieron rojas como las mías.

Su ceño fruncido me hizo sonreír.

-No se van a creer el que hayas estado ayudándome si no ven ni una gota de sangre en tus manos- susurré.

Formó una media sonrisa asintiendo y bajamos del coche rápidamente. 

-Agárrate a mi y simula estar mareada- murmuró en mi oreja, poniendo mi brazo sobre sus hombros.

Asentí y entró conmigo en la comisaría.

Se escucharon varias exclamaciones y yo hice muecas de dolor cuando la herida empezó a arder más. 

-¡¿Pero qué demonios ha pasado?!- una voz destrozada por posiblemente el cigarro se alzó sobre las demás voces.

-Unos borrachos nos golpearon con el coche y nos atacaron cuando les perseguimos, Matt- mis sentidos volvieron a activarse cuando escuché el nombre que pronunció- No pude llevarla al hospital porque quedaba más lejos que el cuartel. Y como no paraba de vomitar tuvimos que parar en una cafetería.

El jefe estaba delante de mí.

-Maldita sea, ¡llevadla a enfermería ya!- ladró y otros brazos me cogieron justamente cuando empecé a ver borroso.

Lo siguiente que recuerdo es la cara de una enfermera diciendo que me iban a dar anestesia para no sentir más dolor.

Así que sólo cerré los ojos y decidí descansar de todas las emociones vividas en una sola noche.





No me desperté en la cama de un hospital.

Pero simulaba ser una. Sabía que estaba en la enfermería de la comisaría. La pequeña cama crujió bajo mi peso cuando me senté. Fijé mi mirada en las dos personas que tenía de pie en frente de la cama.

Sus caras preocupadas cambiaron a unas de sarcasmo en cuando una sonrisa se formó en mi cara.

-Me parece que la amputación va a ser lo próximo- murmuró Jony para luego unirse a la carcajada de Mary.

Y aunque yo intenté aguantarme, también acabé uniéndome.

-Te iré a traer algo de comer, que estarás hambrienta- le agradecí a Jony con la mirada su preocupación.

EXPEDIENTE RYDER✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora