37.The End

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''Puede que éste sea solamente el infierno de un mundo en el cual no habitamos. Y puede que al morir, alcancemos el paraíso.''

-Geneva.


-Quizás sea momento de empezar a ponerse en paz con Dios- susurró con un hilo de voz, cerrando los ojos. Nina apretó los labios, mientras tiraba desesperadamente de las cadenas de sus pies y sus manos.- Quiero que sepas, antes de morir, que has sido la única mujer con la que me he acostado y luego no me he arrepentido. 

Nina entrecerró los ojos mirando a su alrededor, buscando algo para romper las cadenas, pero seguía escuchando las palabras de Ryder con el corazón en la mano.

-Has sido la única mujer a la que he podido aguantar. Y desde luego, la única que de verdad se a interesado en mi por quien soy...- se interrumpió para toser y ella simplemente seguía soltando lágrimas en silencio.

Corrió hacia donde estaba la bomba, y sus sentidos se volvieron desesperados cuando observó que faltaban cinco minutos para la explosión.

-Ryder, por favor, céntrate, por favor Ryder, por favor- sollozó cogiendo su cara entre sus manos.

Su graznido de desesperación pareció despertarlo, ya que sus ojos empezaron a observar cada milímetro a su alrededor.

-¿Ves ese alicate grande a unos metros de tí?- giró la cabeza para ver a donde se estaba refiriendo- Aprieta con todas tus fuerzas- murmuró, cuando cerró la boca del alicate de hierro sobre las cadenas de las manos de Ryder.

Apoyó todo su peso en él y un sollozo de alivio salió de su pecho cuando escuchó cómo la cadena de su brazo izquierdo se rompía. 

Siguió con la misma operación con sus piernas y sus manos, y cuando acabó, las palmas de sus manos estaban casi en carne viva, de tanto apretar. Ryder se dejó caer al suelo, ya que apenas podía levantarse. 

Entonces ella procedió con desesperación a quitarse las cadenas de mis pies. Y cuando acabó, observó de reojo la bomba. 

Dos minutos. Faltaban dos malditos minutos. Dos.

-Ryder- dijo con la voz rota- Ryder necesito que salgas de aquí.

Ryder se incorporó apoyándose en sus codos y observó cómo Nina había roto la cadena de su brazo izquierdo, pero seguía intentando romper el derecho, sin éxito alguno.

-¿Qué cojones dices?- siseó, cogiendo el alicate él mismo pero apenas tenía fuerza, por lo que Nina acabó arrebatándoselo.

-Necesito que salgas por esa puerta trasera. He visto cómo uno de ellos entraba allí y había una puerta pequeña que daba al exterior- Ryder intentó interrumpirla pero ella seguía hablando sola, desesperada- ¡Necesito que salgas de una puta vez de aquí! El F.B.I está afuera. Corre a avisarles para que entren a tiempo y puedan desactivar la bomba. Si han venido con la intención de detener a esos traficantes, entonces habrán venido con equipo de desactivación de bombas. 

Allí Ryder no pudo contradecirla.

Pero había algo en las lágrimas de sus ojos, que le decía que no saliera por esa puerta. Pero entonces ella dejó el alicate y cogió su cara entre sus manos llenas de la sangre de él.

-Te quiero. ¿De acuerdo? Te quiero, Ryder Newman. Y si algo sale mal, que sepas que has sido un muy buen amigo... y compañero de cama- finalizó cambiando el tono de voz a propósito para hacerlo reír.

Y lo consiguió.

-Que sepas que no te culpo de nada. No te culpo de mis propias acciones, Ryder. Yo hice todo lo que hice y estoy donde estoy porque quise. No por tu culpa- susurró, juntando sus frentes. Ryder la agarró de la nuca y la atrajo hacia él, enterrando su nariz en su cabello e inspirando hondo- No me arrepiento de nada, Newman.

Enrolló sus brazos alrededor de él y lo apretó fuertemente contra ella.

-Ni yo tampoco, Jensen. Ni yo tampoco.

Entonces lo separó de ella tras mirar de reojo la bomba. 

-Corre, Ryder. Estamos a tiempo. Corre a por ellos- murmuró y Ryder rápidamente se puso de pie y a pesar de sus tambaleos, logró salir por la puerta trasera. 

Entonces los ojos de Nina volvieron a llenarse de lágrimas. Y dejó caer el alicate al suelo. 

Y dió gracias a que Ryder no observó cuánto tiempo faltaba para que todo se derrumbara. Fuera, Ryder jadeaba, mientras echaba a correr hacia los coches y las pistolas que había apuntándole a unos cuantos metros.

-¡ARRIBA LAS MANOS!- corearon todos los agentes.

Dentro, Nina respiró profundo, escuchando el tick tack de la bomba, acercándose cada vez más al final. 

Sabía bien que los agentes no se pondrían a una corta distancia de aquí, e igualmente sabía que para los 15 segundos que quedaban, no iban a poder llegar a ella. 

Y entonces, se puso de rodillas, para después juntar las palmas de sus manos sobre su regazo. 

Elevó la mirada al techo, poniéndose en paz con Dios. Pidiéndole perdón a su padre y a su hermano. Pidiéndole perdón a su madre. Pidiendo perdón por haber decepcionado a tantas personas. 

Y entonces, cerró los ojos.

-¡BAJEN LAS ARMAS! ¡BAJEN LAS ARMAS, NECESITAMOS SU AYUDA!- gritaba desesperado sin dejar de correr hacia ellos con las manos en alto. 

Entonces Matt reconoció la cara de Ryder, y bajó su arma lentamente, sin evitar la mirada de impacto que le dirigió, ya que de todas las personas que pensaba encontrar, a él era el último. 

-¡¿Ryder?! ¡QUÉ COJONES-!

-¡MATT, NINA ESTÁ DENTRO, Y HAY UNA BOM-!

Y el cuerpo de Ryder Newman fue impulsado unos metros adelante por la fuerza de la explosión.

Matt corrió hacia Ryder, quien logró ponerse de pie, para observar cómo su corazón se agrietaba al igual que la destrozada granja que tenía delante.

Lágrimas caían por las mejillas de Ryder, quien aún seguía desangrándose, al igual que su corazón.

Sus gritos conmovieron a Matt, quien pudo agarrarlo a tiempo antes de correr hacia el final de la historia de Nina. De la bella historia que se creó entre Ryder Newman y Nina Jensen.

De la historia que empezó gracias a un expediente.

El Expediente Ryder.

FIN

EXPEDIENTE RYDER✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora