17. Three Seconds

376 54 10
                                    

'Mejor haber amado y perdido, que nunca haber amado en absoluto.''

-San Agustín.


Por fin hablé con Mary.

La tarde del lunes se presentó en mi apartamento, llorando. La habían mandado a casa por su aspecto y por la tristeza que desprendía.

Se arrojó a mis brazos, y tras pedirme perdón cinco veces por haber sido una perra conmigo en los días anteriores, me contó todo. La razón de su comportamiento y de su tristeza, era Jony. Algo que ya sabía e intuía desde un principio.

Me contó que se acostaron a los seis días de venir aquí. La tercera vez que se acostaron juntos, él le insinuó que estaba listo para una relación. Ella se asustó y se puso nerviosa, y la muy idiota le dijo que él no era su tipo, y que nunca iba a poder complacerla. Dijo eso minutos después de haber tenido relaciones con él.

Yo apreté mi mano para no estrellarla contra su mejilla, por lo idiota que había sido. Su mirada me hizo saber que ella era más que consciente de eso.

-Ni si quiera tengo cara para mirarle a los ojos. Y si me armo de valor y le digo la verdad, que me puse nerviosa, me tachará definitivamente. Y creerá que además de una egoísta, soy una mentirosa- susurró enterrando su cara en sus manos.

Puse una mano en su hombro y apreté ligeramente.

-Oye- hice que me mirase y con una expresión seria, la miré durante unos segundos- Solucionaremos ésto. ¿De acuerdo? Cuenta conmigo para ésto.

Una triste sonrisa se asomó en sus labios y se lanzó a mis brazos .

Nos conocíamos desde hace poco, pero eso no es impedimento para ser humano. Para mostrar apoyo al desconocido. Mi teléfono empezó a sonar y a vibrar en mi bolsillo trasero y al mirar la pantalla, tuve que controlarme para no reír.

-Dame tres segundos.

Y sin mirar a Mary, me dirigí hacia el baño, mientras miraba el selfie con cara tonta que Ryder se había tomado con mi teléfono para ponerlo como foto de icono de llamada. Luego me tomó a mí varias fotos, sin permiso, para luego escoger una y ponerla como icono de llamada en su teléfono.

Ni siquiera sabía cuál de las fotos horribles que me tomó fue la que eligió, pero lo que sí sabía era que era horrorosa.

Descolgué tras cerrar la puerta del baño.

-30 segundos hasta responder. Así nuestra amistad no va a funcionar, Niña- susurró con voz ronca, haciéndome rodar los ojos.

-Sigue soñando para que te incluya en mi zona de amistades, Newman.

-Ouch, eso dolió- murmuró, dejando salir una pequeña risa.

Sonreí.

-¿Para que me llamas?

-¿No puedo llamar a mi amiga para saber cómo está? ¿Tengo que pedir cita? Hemos compartido una hermosa gripe, tienes que saber apreciar.

No pude evitar dejar salir una carcajada.

-No me vuelvas a llamar si no es algo del trabajo. Eres mi superior, no lo olvides- dije imitando una voz firme y seria.

Podía sentir su sonrisa hasta aquí.

-¿Ésta noche me toca patrullar contigo, no?- pregunté, dudando.
Ya que la verdad ni me acordaba de los turnos.

-Creo que conmigo, y si no es conmigo, pues moveré hilos para que patrulles igualmente ésta noche conmigo.

Me quedé congelada, con las cejas alzadas.

EXPEDIENTE RYDER✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora