Mi nombre es Blanca y soy Prostituta

CAPÍTULO 16

MI NOMBRE ES BLANCA Y SOY PROSTITUTA

Abrí  cuidadosamente aquel sobre, saque la carta, estaba realmente emocionada, jamás había recibido una Carta, en realidad jamás había recibido nada antes.
Estaba perfectamente doblada. Al desdoblar me percaté que había dinero, mucho dinero. ¿Porqué Luis habría de darme dinero? Me dispuse a leer la carta para intentar comprender que es lo que pasaba.

" Hola Blanca:

Si tienes esto en tus manos es porque ya voy rumbo a una nueva cirugía, hay algo que no te dije; está cirugía es muy peligrosa ya que me quitaran un tumor que se alojó en la parte frontal de mi cabeza, tal vez no salga vivo, pero sin duda, quiero agradecerte el que siempre fueras buena conmigo, la manera en que nos conocimos no ha sido muy normal. Incluso diría que me da un poco de vergüenza recordarlo. Eres una chica muy linda, si logró salir con vida y  si tú también lo deseas claro,   quisiera pedirte que seas mi novia, quiero conocerte mejor y poder caminar de tu mano, se que somos muy jóvenes yo estoy por cumplir 19 años, pero la vida a sido lo suficientemente cruel conmigo para enseñarme que lejos de prejuicios está el amor. Me encanta tu sonrisa, tu cabello, tus ojos. De verdad deseo que me permitas conocerte más, para enamorarme de tu alma.

Espero no te ofendas por el atrevimiento de dejarte un poco de dinero, son mis ahorros y son para ti, aceptalos por favor, compra lo necesario para arreglar esa casita, compra unos vestidos para tu hermanita y algunos más para ti, Úsalo en lo que tú consideres necesario ahora es tuyo.
Estaré deseoso de volver a verte.

Te quiere Luis"

Al terminar de leer tenía los ojos llenos de lágrimas, ¿Por qué Luis era tan bueno conmigo? ¿Qué hice para que me trate así?  No lo sabia pero estaba agradecida.

Tome el dinero y lo guarde se que no podía aceptarlo era demasiado. Pero voltee a ver la casa, mire a Ana y Jesús dormir en el colchón sobre el piso y decidí hacer lo que me dijo Luis. Guarde la carta y el dinero de una pequeña caja de zapatos que utilizaba para guardar mis cosas, apague la vela y me recoste aún costado de Ana para abrazarla.

Al día siguiente le pedí de favor a Jacinto me orientará para arreglar la casa.

- Abuelo, ¿Recuerda a Luis? Me va a ayudar para que la casita donde vivo con mis hermanos este en mejores condiciones, pero no conozco a nadie que pueda ayudarme mire tengo Dinero.

Don Jacinto observó el dinero que traía en las manos.

- Hija, eso es mucho dinero, no puedes traerlo cargando, ve a dejarlo al cuarto y vas tomando como vallas necesitando.
Aquí vienen muchas personas podré negociar para que te ayuden. Pero me gustaría conocer el lugar donde vives.

- Abuelo es un lugar muy feo.

- ve a guardar el dinero  cerramos  el local y vamos.

Hice lo que el me dijo. Mientras caminábamos me pregunto.

- ¿Porqué ese chico te dejo dinero? ¿Es algo tuyo?

- En realidad somos amigos, lo conozco hace algunos años, van a operarlo y quiso dejarme ese dinero para ayudarme. ¿Está mal que quiera usarlo?

- No mi niña, no está mal.

Cuando llegamos a la casa, Don Jacinto observó y me dijo tristemente.

- Hija, con el dinero que tienes no podrás arreglar esto. Esta casa está muy mal, de hecho no tendrías porque vivir aquí, puede derrumbarse.

- Es lo único que tenemos. No contamos con otro lugar para vivir. 

- ¿Puedo pasar? Tal vez lo peor este por fuera.

Entramos, mire a Don Jacinto preocupado. Miraba las ventanas, los muros, caminaba de un cuarto a otro.