Mi nombre es Blanca y soy Prostituta

CAPÍTULO 40 FINAL

MI NOMBRE ES BLANCA Y SOY PROSTITUTA

CAPÍTULO FINAL
Por Karla Noguez

"Mi Blanquita:

Sin dudarlo se que el vestido se te ve hermoso, portalo con orgullo, eres una princesa.

Quiero pedirte un favor, quiero que me prometas que estudiarás mucho y que lucharán tú y tus hermanos por salir de esos cuartitos. Siempre tienes que buscar  lo mejor me siento muy orgulloso de ti y de cada uno de tus hermanos, si mi niña los quiero mucho a los 4 son como los nietos que Jamás tuve.
Ahora que cumples la mayoría de edad, tienes otras responsabilidades ya eres una señorita hecha y derecha. Siempre haz demostrado ser una buena niña y eso mi Blanquita, te abrirá las puertas y los corazones de muchas personas. Jamás permitas que te humillen o que te digan que no puedes. Tú puedes salir adelante, como desde niña lo haz hecho. Siento tanto orgullo de ti mi Blanquita, de esas ganas de querer aprender y trabajar sin importar lo cansada que estes. Te prometo  que te enseñaré todo lo que se, para que tengas más oportunidades en la vida. Y siempre podrás contar conmigo. En este sobre está un anillo pontelo me encantará vertelo, cuando te lleve a cenar, era de mi madre y ahora es tuyo. Me gustaría dártelo el día que te cases, pero mejor ahora que podré verte.

Feliz cumpleaños, espero celebremos muchos cumpleaños más y en cada uno será para mi un placer llevarte a cenar.

Te ama
Tu abuelo Jacinto
Feliz cumpleaños..."

Mi abuelo, a pesar del tiempo seguía dándonos sorpresas. Saque aquel anillo, era muy hermoso, con una pequeña piedra brillante. Lo coloque en mi dedo, pero me quedaba grande, no quise perderlo así que lo deje en el sobre dentro de la caja.

Estaba muy emocionada, sin duda era un gran logro en mi vida. Me sentía tan felíz.
Giraba y reía con aquel vestido, me sentía como una princesa. Solté mi cabello y unos risos calleron por mi espalda. Coloque un poco de maquillaje y pinte mis labios rosados.

- ¡Blanca vámonos llegaremos tarde!

Me interrumpió Tania, apresurándome. Cuando salí de la habitación, ahí estaban mis hermanos, el Sr David y Pedro.

- Blanca que linda te vez. - mencionó Pedro.

- Gracias Pedro, es el vestido que me dejó mi abuelo.

Sin duda me sentía la chica más linda del mundo.

- Te vez muy linda Blanca. - Añadió el señor David mientras me daba la mano para darme un giro.

- ¡Wow! Blanca, te vez hermosa. - me decía Ana sorprendida

- Ya basta me sonrojan. - les dije apenada.

- Bueno vámonos, que es la primera graduación a la que asistire y no quiero llegar tarde.

Nos apresurada Tania. El señor David nos llevo en su camioneta. La ceremonia no duró más de 30 minutos, únicamente me entregaron mi certificado, pero cuando lo tenía entre mis manos sentí una gran satisfacción y lo único que pude pensar fue en agradecerle a Mi abuelo Jacinto. EL Sr David saco fotografías, muchas fotografías. Era la primera vez que tendríamos fotos de nosotros. Pero tenía que esperar a que las revelaran.
Nos dirigimos al local. Ese día no abrimos al público, era una celebración para nosotros solamente. Tania preparo la comida, pasta y pollo,  todos estábamos felices bailando, cantando y riendo sin parar.
Hasta que el Sr David me dio una sorpresa.

- Bien Blanca, tengo un regalo para ti y quiero decir que cuando Ana, Jesús, y Tania se graduén tendrán un regalo igual...

Salió a su camioneta y regreso con una caja enorme y otra más pequeña, ambas con un moño color azul. ¿Que podría ser?