Mi nombre es Blanca y soy Prostituta

CAPÍTULO 37

MI NOMBRE ES BLANCA Y SOY PROSTITUTA

*LUNA Angelita*
Karla Noguez

- Bien chicos su examen se divide en 2 módulos, el primero tendrán 3 horas para concluir, el segundo es tiempo libre. Tomen sus cuadernillos y pueden comenzar.

¡Dios mío! Había llegado el momento, aquí se definiría mi futuro, tenía que sacar las mejores notas para poder aspirar a entrar a la universidad. Nada me detendria,  mientras respondía cada pregunta de ese examen, recordé a todas las personas que me ayudaron, Don Jacinto mi Abuelo que me dejó todos esos libros que me ayudaron con mis tareas, si él no nos hubiera ayudado esto no seria posible.
Luis ¿Dónde estarás Luis? Tú me ayudaste a dar el primer pasó para salir de la miseria. Espero algún día volver a verte, pero ya no como una prostituta.

Tania Hermana, con todo y la dureza de tu corazón siempre estas con nosotros, ni el dolor de tu pierna te ha detenido, ni tus sueños rotos, pudieron facturar tus ganas.

Jesús, aunque nos des dolores de cabeza, eres un buen chico, aún no entiendo como don Jacinto te saco de aquel mal camino donde estabas. Mi Ana hermosa, con tu sonrisa jamás nos dejaste caer, si no fuera por el amor de sacarte adelante no me habría levantado tantas veces.

Pedro, que a pesar de tu problema, siempre estabas sonriente y ánimoso, contigo aprrndi que no hay condición que te limite.

Señor David, quien me hizo tomar un respiro y darme cuenta que Ana jamás estaría sola.

Mientras respondía aquel examen tenía una sonrisa en mi rostro, porque sabía que todo iría bien. Poco a poco note como los compañeros iban saliendo. Pero yo quería estar segura se haber respondido todo, y repasaba una vez mas las preguntas, sólo tenía una oportunidad y tenía que aprovechar cada minuto.

Cuando salí pude sentir el aire frio que erizo mi piel, camine rumbo a la salida Y mire a mis hermanos, estaban los tres sentados en la banqueta, acurrucado porque la noche había caído. No pude evitar sentir emoción  y recordar como dormiamos en aquella casa abandonada, todos acurrucados sobre el colchón para evitar morir de frío. Pero esta  vez era diferente, me estaban esperando, no importa las adversidades de la vida, habíamos podido mantenernos unidos. Ahí comprendí que mientras estemos juntos no habrá poder que nos derrumbe.
Ana me miro y corrió a abrazarme.

- ¡Blanca! ¿Como te fue?

- ¡Bien Ana, muy bien! Sólo hay que esperar los resultados.

- Estamos orgullosos de ti Blanca. - Comentó Tania mientras se ponían en pie, con dificultad, pues con el frío el dolor de su pierna aumentaba.

- Si Blanca, gracias a ti ya se leer muy bien y ya le dije a Tania que quiero terminar la primaria. - me dijo emocionado Jesús

- Apurate para que juntos terminemos la secundaria Jesús - le respondió Ana Felíz

- Ahora si, todos estudiando y mientras yo me parto la madre trabajando.

Nos dijo Tania muy seria, pero unos segundos después sonrió.

- Es broma cabezones, mientras yo pueda trabajaré para que no nos falte nada.

- Tania, ya podré regresar a la Casa de Paty, ya no tengo tareas por un buen tiempo. Perdón por haberte dejado sola con los gastos.

- ¿Estas loca? Tú no regresarás a esa casa. He pensado que podemos poner un negoció. Vamos a casa ya te contaré cuando lo tenga listo.

¿Que tenía planeado Tania?
Regresamos a casa entre risas y bromas, en cuanto cruzamos la puerta Tania entro a la habitación y saco una caja, una caja grande.

- Blanca este es tu regalo. Abrelo porque quiero estrenarlo.

Note en su rostro una emoción que hacía mucho no miraba.

- ¿tú quieres estrenarlo?

- Claro Tonta, es tu regalo pero lo usaremos todos.

¿Que tramaba Tania? Abrí aquella caja y ¡oh sorpresa!  Era un televisor, Ana y Jesús se acercaron sorprendidos.

- Tania. ¿Pero cómo pudiste?

- Pues ya no me opere hermana, todos mis ahorros servirán para cambiar de vida. No tengo mucho pero sin duda nos ayudará. Y está televisión es mi regalo para ustedes.

- ¡Gracias! - Le dije emocionada mientras la abrazaba fuertemente.

Jesús corrió a sacarla y conectarla, Ana estaba feliz, prepare algo para cenar y por primera vez los sentamos los 4 a ver televisión.
Cuando voltee a ver a Tania pude mirar que las lágrimas corrían por su rostro.
Me levanté y fui a abrazarla.

- Tania, Gracias Hermana. Esto es un gran regalo.

- Los quiero Blanca. Aunque no se los diga. ¡Los quiero!

La abrace fuertemente, a aquel abrazo se unió Jesús y Ana.
Tal vez no teníamos una mamá y un Papá, pero nos teníamos a nosotros y éramos una familia... No importa que pelearamos...  si al final nos podíamos abrazar...

*LUNA Angelita *
Karla Noguez