CAPÍTULO 6

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MI NOMBRE ES BLANCA Y SOY PROSTITUTA

Durante esa semana no tuve suerte en la casa de Paty, en la barbería de Don Jacinto lave aquella ropa vieja y todos los días le ayudaba a barrer los cabellos que quedaban regados por el suelo. Cada día le costaba más trabajo agacharse, Don Jacinto era ya un anciano, pero esto no le impedía levantarse todos los días a trabajar. Así que todos los días le ayudaba lo más que podía, a fin de cuentas era la única persona adulta que se preocupaba por mi.

Al pasar los meses, en la casa de Paty tenía encuentros con jóvenes más seguido, todos ellos eran entre 14 y 17 años  Sólo tenía que sentarme a mirar, algunos querían que les frotara la espalda.
Cada día me era más común observar aquellos jóvenes frotarse.
Tenía que pagar a Paty para que me permitiera ducharme en su casa. Tenía 2 vestidos aquel que me dio Don Jacinto y uno más negro con un escote en la espalda que me había vendido Paty.
Las cosas subieron de tono cuando una noche cuando Paty  me pidió algo nuevo.

- Bien Blanca, está vez será más difícil el chico no tiene brazos, tiene 16 años y su padre lo trajo para que tenga su primera experiencia con mujeres. ¿Qué vaz ha hacer?  Bien niña, tienes que tocarlo, Tomaras este aceite  y comenzarás a frotar su pene. Suavemente, no olvides que es su primera vez. Él estára aterrado al igual que tú,  así que se cuidadosa.

Sin duda lo que me estaba pidiendo era nuevo, no se si podría hacerlo. Estaba completamente paralizada. Por mi cabeza pasaba la imagen de un chico sin brazos.

- ¡Blanca por favor! ¡Reacciona! ¿Puedes hacerlo o se lo doy a alguien más? Te ganaras $100 

- ¡Si! Si puedo, lo siento estaba distraída.

- Pues no te distraigas niña, ¿Querías jugar a las prostitutas? Es tiempo de vender caricias. No es sexo oral. Únicamente lo tocaras entendiste.

Camine a la habitación y entre, está vez las velas tenían aroma a vainilla, ahí estaba el joven, sentado en un sofá con una manta que le cubría desde el cuello hasta las piernas. Me acerqué hasta él y con la luz de las velas, pude mirar sus ojos azules y cabellos rojizos peculiar convinacion como las gemelas, era muy guapo.

Camine hacia él e intente quitar la manta, dirigiendo mis manos a ella, cuando me asusto con su grito.

- ¡No! ¡No lo hagas!

Pegue un salto repentino, mi corazón se estremeció del miedo que este provocó. Lo único que pensé fue en decirle mi nombre.

- Hola, mi nombre Es Blanca, vine a ofrecerte ni servicio.

- ¿Qué  me vez? ¡Acaso que Soy un maldito deforme...! Eso ya lo sé niña, mi padre por lastima quiere que haga esto.

- Disculpame yo no he dicho nada de eso. Al menos alguien se preocupa por ti, yo estoy sola en esta vida.

Entendía que se sentiría incómodo, yo estaba hecha un manojo de nervios no sabía como  Intentar calmarlo,  lo único que se me ocurrió fue apagar las velas.

- Será más difícil así. Pero si te hace sentir mejor, puedo apagar las velas.

- Si, eso estaría bien apagalas, eso evitará que sientas lástima por mi.

Camine para apagar las velas y al apagarlas quedamos completamente en oscuridad, camine torpemente hacia él y al llegar, chocaron nuestras cabezas. El golpe provocó que sintiera un zumbido en mi cabeza. Me lleve la mano intentando atenuar ese dolor.

- Lo lamento, no puedo ver nada.

- Me acabas de dar un buen golpe jajaja.

Lanzó una ligera carcajada, pero en realidad yo no podía ver nada, toque su rostro y fui bajando ppr su pecho hasta llegar a sus piernas, metí mis manos bajo la manta, desabroche su pantalón saque su pene, Sr encontraba flacido, tome un poco de aceite, comencé a frotar lentamente. Dentro de mi pensaba si lo estaría haciendo bien. No podía ver su rostro así que esperaba que así fuera.

- Blanca, tienes las manos heladas.

- Lo lamento.

El silencio invadio la habitación, mientras yo Continúaba frotando por unos minutos Más, hasta que  lanzo un gemido y se corrió sobre mis manos.

- Blanca esto es fabuloso, ahora entiendo porque mi padre insistió en que lo hiciera. Es una sensación fantástica. Vendré más seguido a verte. Por cierto me llamo Pedro

- Mucho gusto Pedro,  Eso seria bueno, fue un buen trabajo. - Me limite a responder.

- ¿Porqué estas aquí?

- Como ya te había dicho soy huérfana, y tengo que cuidar de mis hermanos. Tengo que trabajar para poder llevarles algo de comer.

- mi Papá es un maldito, por eso cada que puedo le hago la vida imposible. Él es cliente de aquí desde que murió mamá.

- Bueno Pedro, tú al menos cuentas con él, lamentó lo que pasó con tu madre,  yo realmente no tengo a nadie.

- ¿Sabes? Mi Papá tiene mucho dinero y viene casi todos los días a este lugar, pero en realidad yo lo odio, ¡lo odio! Él fue el culpable de que mamá muriera, él y su maldito vicio del alcohol.
Mi madre era todo lo que yo tenía. Pero ese día, mi padre estaba totalmente alcoholizado,  mamá caminaba junto a la alberca, resbaló se golpeó la cabeza y callo al agua. Yo tenía 8 años no podia ayudarla, además ¿Cómo podría?

- Eso fue un Accidente y tienes que agradecer que tienes alguien que está a tú lado.

- ¿Agradecer? ¿Que? Esta conmigo por lastima. ¡No! ¡si mi padre no estuviera alcoholizado podría haberla ayudado! ahí estaba yo siendo un niño con el cadáver de mi mamá en el agua.

Bueno entendía su dolor  sin embargo no sabia que decirle. no creo que sea prudente que él supiera mi historia, a fin de cuentas yo mate a mi hermana y dormi con su cuerpo y si eso fuera poco la enterramos. Sin duda mi historia era muy perturbadora.
La conversación se interrumpió cuando alguien tocó la puerta.

- Lo siento Pedro tengo que irme.

- Si Blanca, nos veremos muy pronto, me gustó esto que tú haces.

- Espero Verte, porque si somos sinceros, hoy no he visto nada.

Pedro solto una carcajada.
Como me fue posible me dirigí a la puerta, al salir me deslumbró la luz y pude mirar mientras mis ojos se acomodaban a la luz  Paty estaba afuera.

-¿ Y bien? ¿Cómo te fue?

- Creo que bien, prometió regresar.

- ¿Platicaste con él?

- Si un poco.

- Blanca la proxima evita hacerlo, no esta bien que involucres sentimientos, te puedes enamorar y eso está prohibido.

Metió la mano a su bolsillo y me entrego el dinero.

- Esto es tuyo, es todo por hoy, puedes irte.

Tome el dinero y lo guarde, Esa noche me di cuenta que no soy la única chica con problemas, pero sin duda sería más fácil sobrellevar los problemas si no tuviera que buscar comida para mis hermanos todos los días padeciendo porque no tengo unos pesos para ellos...

*LUNA Angelita*
Karla Noguez

Mi nombre es Blanca y soy ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora