Capítulo 15 "¿Qué más me espera?"

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Llegamos a una gran plaza, me bajé por fin de las piernas de Max, todo el maldito camino de la pasó haciendo comentarios pervertidos y dándome sonrisas coquetas, a lo que yo sólo rodaba los ojos.
Lo que más me importa ahora es que hace un calor de la mierda, me alegra saber que escogí un short y un crop top para venir, no me imagino con unos jeans caminando por ahí.

- ¿Qué comeremos? - Pregunta Andrew.
- ¿Qué quieres comer, nena? - Me pregunta Connor, una sonrisa traviesa se asoma en su mirada.
- Ya te dije que no uses esos sustantivos o lindos adjetivos conmigo - Lo miro - A muchas de las zorras con la que seguro follas todos los días les gusta que les llames así, pero créeme, yo no soy como todas.
- Está bien, vamos ya a comer - Espeta Tyler, mirándonos a Connor y a mi - Pareciera que son esposos y ni a amigos llegan. Lo fulmino con la mirada.
- Ya chicos, dejemos que la Reina de Roma decida que comeremos - Musita James, mirándome, en su cara se asoma una casi imperceptible sonrisa juguetona.
- ¿Qué quieres de comer, enana? - Me pregunta mi hermano.
- Sushi - Respondo sin dudas.
- También es mi comida favorita - Dice Max en mi oído, guiñándome un ojo.

Toda la manada de estúpidos corrió hacia el área de comida, dejándome atrás.

- Hasta que llegas - Me dice mi hermano - Ahí esta tu comida.
- Gracias - Le di una sonrisa de boca cerrada.

Terminamos de comer y obligué a los estúpidos a acompañarme a comprar ropa para el instituto, llegamos a la tienda y yo tomé varias prendas, entrando al probador.

- Estás que quemas, nena - Me dice Connor, cuando salgo del probador, mirándome con cara de pervertido, centrándose en partes del cuerpo que no mencionaré, el outfit consistía en un short pequeño de cuero negro y un top rojo, muy pequeño.
- ¿Y qué tal? - Les pregunto a los chicos, indicándole a Connor con una seña que se callara.
- Es muy sexy - Me mira Tyler, de arriba a abajo, escaneándome.
- Eres de las chicas más lindas que he visto, sino es que la más hermosa - Me mira Andrew.
- Eso te resalta extremadamente bien las curvas y tus... - Dice Max.
- Está bien, ya entendí - Le miro, el alza las manos en seña de inocencia.
- Me gusta Sum, ¿Pero no puedes escoger algo que te tape un poco más? - Me dice mi hermano - No te dejaré salir así a la calle.
- Tranquilo, si alguien me mira con cara de pervertido en la calle, tú estarás ahí para romperle la cara - Contesto.
- Yo también estaré ahí para darle una buena paliza al imbécil - Dice Connor. Yo sólo me limito a darles una sonrisa de boca cerrada.

Después de probarme otros varios conjuntos de ropa, terminé con cuatro bolsas llenas de ésta, todos los estúpidos las cargaron hasta el auto.
Se subieron al coche y otra vez tuve que sentarme en las piernas de Max.
Finalizando otro camino de regreso a casa me digné a subir a mi habitación, hasta ahora no la he visto, y para ser sincera, ya la quiero ver.

- ¿Alguien puede recordarme dónde quedaba mi habitación? - Musité.
- Está entre la mía y la de Max - Me dice Tyler.
- ¿Cómo se cuál es de cada quien? - Les interrogo.
- Vamos, yo te llevo - Dice James, me sobresalto un poco al oír su voz, casi nunca habla.

Los dos subimos las escaleras y James me guía hasta una gran puerta, al abrirla, me encuentro con una enorme habitación, muy luminosa y linda, puedo percatarme de que la decoraron para mí, porque tiene pequeños detalles que me gustan, eso seguro fue idea de mi hermano, porque puedo ver que tiene pequeños toques de color gris, que es mi favorito, mi hermano y Abigail son los únicos que saben que es mi color preferido.
"¡Abigail!" Se me olvidó llamarla para decirle que ya había llegado.

- Aquí están tus maletas, linda - Me dice Max entrando a mi habitación, al verlo me percato de que James ya no está ahí.
- Gracias, déjalas ahí - Le miro.
- Podría ayudarte a acomodar tus cosas, nena.
- Preferiría hacerlo yo sola - Espeto.
- Si necesitas mi ayuda estaré abajo - Y antes de salir, Max me guiñó el ojo.

Abigail, tengo que llamarla, busco mi celular en mi bolsa y al encontrarlo, rápidamente marco su número, me lo sé de memoria, mi amiga me hizo aprendérmelo con la excusa de "Por cualquier emergencia", y se lo agradezco. Al tercer tono contestó.

- Pensé que habías muerto - Soltó.
- Muy graciosa, ya llegué - Le avisé.
- ¿Y bien? - Me dice.
- ¿Qué? - Pregunto.
- ¿Ya abriste tus ventanas? - Dice en tono de irónico - Pues no estúpida, ¿Cómo es Los Ángeles?, ¿Hay chicos buenos? Habla ya, me estás matando.
- Ah sí, estoy bien, no te preocupes por mi, llegue perfecta - Le dije - Pues es grande, sólo qué hay mucho tráfico y eso estresa.
- Ve al grano - Pude percibir su sonrisa desde el otro lado del teléfono.
- Hay chicos muy buenos - Dije, enfatizando la palabra "muy".
- Necesito estar contigo - Musitó.
- Yo también te necesito - No me contestó, y sentí que me estaba ocultando algo, algo demasiado importante... - ¿Qué pasa?...
- Tengo noticias muy muy buenas - Me soltó sin tartamudear - ¿Qué digo buenas?, Son noticias increíbles...
- Suéltalo ya. - Me limité a contestarle
- Tengo novio - ¿QUÉ?, Abigail tiene novio, no le conozco una relación desde hace ya varios años. - Se llama Liam.

"Liam" algo en ese nombre me suena familiar.

- Liam Jones - Espeta Abigail después de una pausa.

Claro, Liam Jones, le gustaba a mi mejor amiga en quinto grado. El mismo que me defendió en la fiesta, lo bueno es que no es como su hermana, porque sí, es hermano de Katherine.

- Es un buen chico - Dije sinceramente, Liam me cae muy bien, es amable, caballeroso, y tiene lindos sentimientos.
- Lo sé - Dijo respirando profundamente.

¿Qué más me espera?, mi mejor amiga tiene novio, y yo me mudé a Los Ángeles con cinco chicos estúpidamente atractivos.
Bueno Summer, esta es la vida, ahí vamos.

Te Romperán el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora