Capítulo 13 "Yo también te extrañaré"

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Una semana después.

Ya es domingo.
El fuerte sonido de mi alarma me despierta de mi lindo sueño donde todo si puede ser perfecto y feliz, no como la maldita realidad, maldigo por lo bajo al recordar que hoy es mi vuelo hacia Los Ángeles, para así hacer una vida nueva allá.
Me he despedido de todos, mis amigos, maestros, vecinos; excepto de una persona que creo que en este momento es de las más importantes en mi vida: Abigail. De que llegue a mi mente la idea de que tengo que decirle "Adiós" se me revuelve el estómago, somos amigas desde pequeñas, y nunca hemos dejado de serlo, tengo miedo, mucho miedo de que la distancia nos separe y no volvamos a tener contacto nunca más. Eso sin duda me destrozaría más de lo que hizo Colt.
No me di cuenta en que momento mi madre entró a mi habitación, pero lo hizo.

- ¿Estás lista, querida? - Me preguntó animadamente, ella piensa que mandarme a Los Ángeles me hace muy feliz, cuando es todo lo contrario, tendré que olvidarme de mi vida aquí.
- Ajá - Respondí sin una gota de felicidad.

Mi mamá entró a mi habitación cerrando la puerta detrás de ella.

- Hija, tengo la certeza de que es muy difícil para ti todo esto que está pasando, pero quiero que sepas que tienes mi apoyo en todo lo que necesites... - Me consoló.
- Mira mamá, no, no tengo tu jodido apoyo en nada, nunca lo he tenido, toda mi maldita vida me las he arreglado sola, nunca has estado para mi, aunque tú estés aquí, para mi es como si no viera a nadie, te he necesitado muchas veces, ¿Y te digo algo? El único de nuestra familia con el que he contado es Nathan, El único mamá, entonces ahora no me vengas con tu estúpido jueguito de "Puedes contar conmigo para lo que sea" ¡Cuando no es así!, y te pido por favor que salgas ya de mi habitación, que tengo que tomar mi jodido vuelo. - Le suelto furiosa, ya es suficiente con que me hayan querido mandar a Los Ángeles.

Mi madre sale de mi alcoba, me quedo ahí, parada, respirando un poco agitada, pero no tengo ni un gramo de resignación por lo que acabo de decir, ella me ha hecho sufrir mucho, cuando aveces tenía dudas sobre algo, tenía que recurrir a Nathan, porque ella nunca estaba ahí para mi, nada de lo que le dije era mentira, y me lo había estado guardando mucho tiempo, ya era hora de soltárselo.
Tiendo mi cama y voy directamente a la ducha, para tomar una buen baño de agua caliente, siento como las gotas hacen contacto con mi piel. Mientras me ducho, pequeños recuerdos de esta última semana aquí se hacen presentes en mi mente, primero viene Abigail, no se preocupen, si la perdoné, pero le dejé en claro que me debía una. Después viene Matthew, el había estado muy al tanto de mí en toda la semana, (Porque mi hermano se lo pidió), pero la noche en la que dormí en su habitación se dedicó a decirme que me extrañaría mucho, pues se enteró de que me iría a Los Ángeles a vivir, y él, en cambio, estudiaría la universidad en Europa, fue lo último que escuché antes de quedarme dormida en sus brazos, porque si señoras y señores, después de cinco minutos de que le dijera "Buenas Noches", se levantó y fue directamente a la cama, según él, era para cuidarme de que no fuera a vomitar, lo cual hice, porque estaba demasiado borracha, al día siguiente, muy amablemente me preparó el desayuno y me dió una pastilla para el dolor de cabeza, después me llevo a mi casa, diciéndome que sus clases comenzaban en tres semanas, a lo que se quedaría ahí algún tiempo más.
Terminé de darme un buen baño, lo siguiente que hice, fue ponerme ropa, me decidí por algo cómodo, que consistía en un conjunto de un short con un crop top a juego, es de color negro, con líneas que forman cuadritos blancos. Me cepillo los dientes, seco mi cabello y le doy un poco de volumen con el rizador, me maquillo y meto todas estas últimas cosas en mi maleta, la cierro y le hecho un último vistazo a mi habitación, desearía no irme, no quiero mandar todo lo que he construido aquí a la mierda, pero es la única opción que se me dió, ¿Porque a mi?.
Bajo rápidamente las escaleras y llego a la sala de estar, donde mis padres están esperándome.

- Summer... - Me da un abrazo mi papá, le correspondo, pero no muy animada.
- Querida... - Ahora le toca a mi mamá, ella también me extiende sus brazos, a lo que yo también, la abrazo, pero sigo estando enojada por lo que me dijo esta mañana.

Cuando iba a salir de casa, recordé que se me olvidó mi teléfono y corro escaleras arriba para tomarlo, al regresarme, veo en mi escritorio una foto que tengo con Abigail, se me revuelve el estómago, no quiero dejarla, no puedo dejarla, es como mi mitad, ella lo es todo para mi, siempre me ha apoyado cuando lo necesito. La voz de mi padre llamándome desde el coche me saca de mis pensamientos; al fin y al cabo, Abi irá a verme al aeropuerto, le podré ver por una última vez.
Entro al coche y le hecho un último vistazo a la casa en la que viví dieciséis años, en la que he forjado muchos recuerdos, tanto buenos, como malos, extrañaré tanto vivir aquí.
Después de un camino de cuarenta minutos debido al tráfico, mi papá aparca el coche en el estacionamiento del aeropuerto, también saca mis cosas del maletero.
Nos encaminamos a la sala de espera, ahí me encuentro con mi mejor amiga, sentada, con los ojos rojos y un pañuelo en la mano, no lo pienso dos veces y voy a abrazarla, ella me corresponde, y confirmo que ha estado llorando, la consuelo, diciéndole que podrá irme a visitar cuando quiera.

- Te voy a extrañar mucho. - Me responde cuando nos separamos, una lágrima ronda en su mejilla.
- Yo también te extrañaré. - Le digo, ya sollozando.

Pasaron alrededor de diez minutos y llaman a mi vuelo.

- Adiós, querida. - Me dice mi madre dándome un abrazo, yo para este punto ya estaba llorando.
- Adiós, mami... - Le contesto.
- Cuídate mucho, mi princesita. - Me dice mi papá, extendiéndome sus brazos, yo me acomodo en su pecho y él me abraza. Me separo de él, y ahora si va lo más doloroso: Abigail.
- Adiós, guapa - Me dice llorando como nunca la había visto llorar - Cuídate mucho, te iré a visitar, aparta chicos guapos para las dos, te amo demasiado.
- Adiós, Abi. - Le contesto, limpiándome las lágrimas, me separo de ella después de que llamaran otra vez mi vuelo, esto es muy doloroso, mucho. - Te amo Mejor Amiga.
- Llámame cuando llegues - me gritó a lo lejos.

Fui directamente a documentar mis maletas, limpiándome lágrimas que salían como locas, fui al avión, me senté en mi lugar, que tocó junto a la ventana, nadie ocupó el lugar junto a mi, y lo agradezco muchísimo, necesito descansar después de no haber dormido nada anoche, pensando en todo lo que se quedaría ahí, pensando en Abigail.

Te Romperán el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora