Capítulo 9 "Voy a cambiar"

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Han pasado tres días desde aquella fiesta.
La fiesta que ahora me hizo entender que nada es para siempre, que todo, queramos o no, llegará a su fin.
Y se preguntarán, ¿Qué hacemos nosotros al respecto?, pues nada, eso está más allá de nuestro alcance, sólo debemos aceptarlo y seguir adelante.
Es sábado, ¿Qué significa?, Que mañana mi hermano mayor se irá a estudiar la universidad a Los Ángeles, porque mis padres así lo decidieron, según ellos "Allá hay más oportunidades para que tenga una buena carrera", pues él quiere ser Médico.
Que mi hermano se vaya, la verdad, me pone muy triste, porque él ha sido una persona muy importante en mi vida, y no sé qué haría sin él.

- Summer. - Alguien tocó mi puerta.
- Quien - Pregunto yo.
- Soy Nathan - Respondió mi hermano.
- Pasa.

Tiene resaca, lo conozco muy bien.

- Hola, ¿Te duele la cabeza? - Lo interrogo.
- Sí - Responde.
- Vamos, te haré algo de desayunar.

Bajé a la cocina con mi hermano, dejando en mi habitación a Abigail, ella duerme mucho, y pues ya es el último fin de semana antes de entrar a la escuela, la dejaré dormir.
Le preparé el desayuno a mi hermano, que consistía en un sándwich de pavo y un vaso con jugo de naranja, al lado de éste último puse una pastilla para el dolor de cabeza.

- Gracias, Sum - Me agradeció mi hermano.
- De nada, grandulón - Le contesté.
- De verdad, no se que haré sin ti cuando me vaya a la universidad, no sé quién me preparará el desayuno de las resacas y quien me ayudará a recostarme cuando la cabeza me esté matando, te echaré mucho de menos.
- No exageres hermanito, nada más serán tres años. - Terminando de decir eso, la frase "Serán tres años" se quedó en mi mente, y me puse muy triste, tres años serán eternos, no sé que voy a hacer sin él. - Olvídalo, también te echaré mucho de menos.
- ¿Sabes qué? - Me preguntó.
- Que - Respondí.
- Dejemos esos pensamientos, todavía nos queda hoy para disfrutar lo máximo el uno del otro.
- Está bien. - Le dije, un poco si ánimos.
- Cámbiate, vamos a un centro comercial.
- Ok.

Subí rápidamente las escaleras hacia mi habitación, al entrar me encontré con Abigail, aún durmiendo.

- Hey, despiértate, Abi. - La moví un poco.
- Cinco minutos más. - Me respondió ella.
- Voy con mi hermano a un centro comercial, ¿Quieres venir? - Le pregunté.
- Vamos. - Respondió ella, totalmente adormilada.
- Pues levántate dormilona, que ya nos tenemos que ir. - Le avise.
- Que pesada. - Me respondió.

Mi amiga se levantó de la cama e inmediatamente empezó a husmear dentro de mi clóset para ver qué se pondría, yo ya había escogido mi ropa, sentí que me quedaron muy bien los colores, pues la semana pasada me hice un cambio de look y me pinté el cabello.
Mi amiga y yo bajamos las escaleras y nos encontramos con Nathan en el sofá, con las llaves de su auto en sus manos y totalmente aburrido.

- Por fin. - Nos dice cuando nos ve llegar.

Rodé los ojos.

- Ya vámonos. - Le dije.

Nos subimos al auto, mi hermano de piloto, yo de copiloto y Abigail en el asiento de atrás. Al subir al coche y que mi hermano empezara el trayecto, puse música, y pues como no, se empezó a escuchar en todo el auto la canción " I love you ", de la diosa de Billie Eilish, su música es lo mejor del universo, mi amiga y yo empezamos a cantar todas desafinadas, pero a todo pulmón.
Mi hermano sólo nos decía: " Cállense, me duele la cabeza ", pero lo ignoramos completamente.
Después de treinta minutos, llegamos a la plaza.

- ¿Quieren comer? - Nos preguntó mi hermano.
- Yo si, muero de hambre - Le dije yo.
- ¿Tu quieres, Abi? - Le preguntó Nathan a mi amiga, y ésta no contestó nada, simplemente se le quedó viendo directamente a mi hermano, perdiéndose en sus ojos, Nathan hizo lo mismo. Entre estos dos, hay algo.
- Emmmmm... - Dije yo, para que dé una vez por todas pusieran atención, y no es que me gustara separarlos de su "concurso de miradas", pero de verdad, moría de hambre, eran las 11:32 am y yo desde que me levanté no había probado bocado.
- Aah si, voy por la comida, siéntense en una mesa, ahora voy con ustedes. - Nos avisó mi hermano.
- Está bien. - Le contesté yo.

Tuve que jalar a Abigail, porque si no fuera por mi, ella seguiría mirando a mi hermano, sin importarle quedarse parada a medio centro comercial.
Llegamos a la mesa y le pregunté a mi mejor amiga:

- ¿Te gusta?...
- ¿Perdón? - Me preguntó algo confundida.
- Que si te gusta mi hermano, estúpida. - le
pregunté, algo obvia.
- ¿Tu hermano?, pffff, ya quisieras. - Me contestó, y tengo la certeza que me lo dijo fingidamente, conozco a mi mejor amiga desde que éramos pequeñas, se perfectamente lo que hace cuando alguien le gusta; sin embargo no quería presionarla, con el amor, no se juega.
- Ok.

Estuvimos platicando de temas varios, hasta que después de quince minutos llegó por fin mi hermano, con hamburguesas para todos, estoy segura de que no es el mejor desayuno de la vida, pero muero de hambre, así que no me quejaré y me lo comeré.
Después de terminar de "desayunar" estuvimos recorriendo varias tiendas de ropa para chicas, debido a que el Lunes comenzamos clases y necesito ropa nueva para vestirme.
Después de que compráramos demasiada ropa, para el instituto, fuimos a dejar a mi mejor amiga a su casa, pues dijo que necesitaba organizar algunas cosas, para el regreso a clases.
Mi hermano y yo regresamos a casa, él cargando las bolsas de mis compras.

- Estoy agotada. - Me aventé al sofá.
- Y yo tengo toda la energía necesaria como para correr todo el vecindario. - Dijo mi hermano, muy sarcástico.
- Que gracioso.
- Iré a hacer mis maletas, no he hecho nada y mi vuelo sale mañana en la tarde. - Dijo desapareciendo de mi vista.
- ¡Buenas Noches!. - Grité para que me escuchara, pero oí el sonido de su puerta cerrarse.

Subí a mi habitación y me di un baño, me desmaquillé y me puse mi pijama. Salí y me arropé con mi colcha y me puse al leer un libro.
Voy a cambiar, ya no seré débil, no quiero ser la que siempre salga lastimada, seré más fuerte de aquí para adelante, mi hermano no estará conmigo, aprenderé a defenderme sola, ya no seré más a la que le afecta todo. Ya no.
A los quince minutos de pensar y pensar, me quedé profundamente dormida.

Te Romperán el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora