Capítulo 16 "Tú serías el mejor"

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Seguiría durmiendo tranquilamente si no fuera porque cinco estúpidos (y atractivos) chicos se pusieron a golpear mi puerta y terminaron por encontrar no sé qué artefacto y meterlo a la cerradura, sí, la abrieron.

- Buenos días, preciosa - Me dice Max, recostándose a un lado de mi cama.
- ¿Que mierda les ocurre? - Espeto furiosa.
- Vamos a salir a desayunar, Sum - Me dice mi hermano, quien está recargado en el umbral de la puerta.
- Pudieron haberme despertado de una manera más tranquila - Respondo mirando a Nathan.
- Cámbiate, nena - Me mira Connor.

Me levanto de mi cama y voy a mi guarda ropa para buscar que me pondré hoy, el día está lindo, hay sol, pero no hace mucho calor.
Me volteo al ver que todos los chicos siguen ahí, excluyendo a mi hermano.

- Bueno, ¿Qué esperan? Me voy a cambiar.
- ¿No podemos quedarnos? - Dice Tyler.
- Si, nena, así podríamos ayudarte a escoger tu ropa - Me mira Connor.
- Y si bien nos va, podríamos ayudarte a cambiarte - Dice Max, quien me miraba sin vergüenza alguna.
- ¿Qué tal si salen de mi jodida habitación y me cambio para que no los vaya a dejar sin hijos? - Les miro a todos.
- Está en sus días, chicos, mi hermana se ponía así, mejor hay que dejarla sola, nunca se sabe cuáles cambios de humor puede tener una chica, en este momento está enojada, pero quien sabe, puede que en cinco minutos esté triste - Dice James, lo fulmino con la mirada.
- Y si estoy o no estoy en mis días, a ustedes no les debe de interesar, así que salgan de mi jodida habitación ¡Ya! - Musité alzando un poco la voz, todos los chicos salieron, menos Andrew.
- ¿Qué quieres, Andrew? - Le miré.
- Tranquila, Sum, yo no te vengo a hacer propuestas indecentes, sexuales o algo así, sólo quiero ver que estés bien, que si necesitas algo ahí estoy - Me mira muy tiernamente - Sé que esto no es fácil para ti, tus padres acaban de divorciarse, te fuiste de un lugar donde ya tenías una vida construida, y te mudaste con los cinco chicos más pervertidos, atractivos y estúpidos de Los Ángeles. - Sentí que por algún motivo Andrew me entendía, sabía por lo que estaba pasando, y con certeza, sabía que me apoyaría.
- Gracias, Andrew, creo que necesitaba unas palabras así - Lo abracé.
- De nada, Sum - Me respondió al abrazo.

Nos quedamos ahí y después de unos segundos nos separamos y salió de mi habitación.

Otra vez me dediqué a buscar que me pondría el día de hoy, y me incliné por unos shorts de mezclilla y una blusa holgada, color blanco, y mis amadas vans negras. Fui hacia la ducha y me di un baño rápido, me puse la ropa que ya había escogido y me maquillé natural, un poco de rubor y labial. Corrí escaleras abajo pensando todavía en mi charla con Andrew.

- ¡Hola chicos! - Dije bajando él último escalón.
Hoy mi ánimo era bueno.
- Hola preciosa - Me miró Max - Muy linda el día de hoy.
- Gra... - Me vi interrumpida por mi hermano.
- Deja de llamar "preciosa" a mi hermana, Max. - Le espetó Nathan, enojado.
- Alguien amaneció de mal humor - Dijo Connor, tomando una manzana del frutero de la encimera.
- Vámonos ya a desayunar - Mi hermano me miró, su rostro expresaba frialdad, cejas fruncidas y labios en una perfecta línea recta.
- A alguien no le fue bien con la chica de anoche - Dijo ahora Tyler, en tono de burla.
- Uy, ya lo recuerdo, Gabriela, la malcriadita de unas casas más adelante, ¿No te fue bien con ella anoche, Nathan? - Lo miró Max.
- ¿No pudiste follar con ella? - Le siguió Connor.
- No te preocupes, hermano - James le puso una mano en el hombro - Hay más culos que estrellas.
- ¿Saben? La verdad no es muy cómodo que cinco chicos estén echándole en cara a mi hermano que no pudo follar con una chica anoche, no me gusta que se lo recalquen, claramente porque soy su hermana, pero también no se siente muy cómodo que lo digan frente a una chica. - Los miré a todos.
- Está bien - Dijo Max - Lo que tú digas, princesa.

La palabra se quedó en el aire, como si pudiera tomarla con mis manos y moldearla, ponerle un significado que sólo yo podía.
Princesa, tres sílabas que pueden significar tanto.

- Deja de llamarme así - Miré a Max.

O pueden hacer que todas las estúpidas mariposas de tu estómago vuelvan a revolotear sus alas.

- Claro - Me guiñó el ojo - Nena...

Nunca podré dejar que me llame así.
Max es el típico chico con un aire de seguridad, superioridad, como si supiera que solo debe susurrarle unas palabras al oído a una chica y la tuviera a sus putos pies, ¿Lo peor? Es verdad.
Es jodidamente guapo, de hecho, es de los chicos más atractivos que he conocido en mi corta y maldita vida, la primera vez que lo vi me emocioné demasiado, sin embargo, ahora simplemente se me hace atractivo, sólo eso. No quiero nada con nadie en algo de tiempo.

- Summer - Me llamó mi hermano - Vamos en tu carro.
- ¿Eres estúpido? Mi carro está en...
- Está aquí - Me interrumpió Nathan - Lo traje para ti.
- ¿Es enserio? - Sentí que gritaría de la emoción - ¡GRACIAS! - Lo abracé - ¿¡Dónde está!?
- En el garage - Me miró con una amplia sonrisa, una de esas que sólo pueden reconfortarte si te la da alguien a quien de verdad amas. Este chico tiene muchos cambios de humor.
- Eres el mejor hermano del universo - Volví a darle un abrazo.
- No tienes otro, estúpida - Me miró.
- Si tuviera otro, tú serías el mejor - Le di un beso en la mejilla y salí corriendo al garage.

Ahí estaba, a unos siete pasos de mí, mi hermoso Jeep Wrangler color negro, mis padres me la regalaron hace algunos meses, me dijeron: "Para que puedas irte a la escuela sin necesidad de tu hermano", y la verdad se los agradezco.

- ¡Vámonos chicos! - Les grité muy emocionada, tomando las llaves de mi precioso auto.

Dejaré atrás mi mal humor, ya no vale la pena frustrarse la vida por imbéciles que no saben valorar, disfrutaré al máximo lo que tengo ahora, que tengo la certeza, será para siempre.

Te Romperán el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora