Capítulo 11: "Como antes"

2.3K 154 24
                                    

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros


Pov's  Lía

 
Me levanto repentinamente sin ningún motivo quedándome estática mirando la habitación, mis mañanas suelen empezar así desde que duermo sola en la segunda habitación del apartamento. Todo estaba en silencio, supongo que Matt seguía durmiendo.  
 
Me sobresalto cuando siento un gusto asqueroso subir desde mi estómago a mi boca, salgo disparada por la puerta en dirección al baño que estaba junto a la sala, ya que en la habitación que estaba ocupando no tenía baño. Chocándome con varias cosas en el camino por estar un poco dormida, casi cayéndome al dar con un cuerpo, algo que no me impide llegar al baño vomitar toda mi cena.  
 
No creo volver a comer sushi nunca más.  
 
Siento unas manos en mi cabello y unas caricias en la espalda mientras trato de recuperarla respiración, me levanto y cepillo mis dientes, Matt solo me mira preocupado, caminamos a la cocina en silencio.  
 
—¿Estás bien?, ¿Te sientes mejor? —Matt se para adelante de mi silla cuando me siento en uno de los taburetes de la isla para desayunar.  
 
—Si, no sé, creo que me cayó mal el sushi de anoche. —Cierro mis ojos, Matt agarra mis mejillas sacando mi cabello de ella, sopla mi cara, necesitaba un poco de viento.  
 
—Pero amas el sushi —Habla y hago un puchero, me mira con ternura y confusión.  
 
—Y mi cuerpo perece odiarlo.—Abro mis ojos —¿Te desperté? —Estaba tan dormida que no sé si hice ruido.  
 
—No, tranquila cielo, estaba preparando el desayuno y escuché tus pasos rápidos, por eso salí a ver qué pasaba —Dice con voz dulce. 
 
Cielo, cielo, cielo.

Ash, él seguía diciéndome así, tratándome como antes.  
 
Cuando me dijo que no iba a jugar limpio, no pensé que se lo tomaría tan enserio. Seguía tratándome como siempre; tan atento y lindo, pero no me besaba ni propasaba su línea de "amigo".  
 
Desde que volví a la casa mi cuerpo parece estar en mi contra, mis hormonas están tan revolucionadas que ando como gata en celo y eso no ayudaba a la situación. Vivo en una pelea constante entre mi cabeza y mi vagina, como cereza del postre quiero atención y mimos por parte de Matt, preferiblemente todo el tiempo.  
 
Últimamente optaba por encerrarme en mi habitación para no pegarle un tiro a mi dignidad tirándome encima de él, y saciar todo sucio deseo.  
 
No sé a quién odiaba más; si a él por ser tan Matt o a mí por ser tan débil y calenturienta. Sabía que él lo hacia todo para que yo ruegue por él, andaba casi desnudo por la casa, ejercitaba en la sala dejando una sexy capa de sudor en su cuerpo, se acercaba más de lo que la zona de "amigos" permite y salía de bañarse solo con una toalla alrededor de su cintura, una que fácilmente podría caerse.  
 
—¡Lía! ¡Ey! —Pongo mi atención en Matt quien me mira divertido. —Te preguntaba si querías desayunar algo.—Mierda me perdí en mis pensamientos mirando su sexy torso, el cual recién me doy cuenta que está desnudo.  
 
Maldito porque me hace esto.  
 
—Em...Si. —Él suelta mi cara, bajo mi cabeza mirando mis manos —¿Qué estabas preparando? —Ahora tengo mucha hambre.  
 
—Estaba haciendo un café con tostadas. — Lo veo caminar por la cocina terminando de preparar las cosas—.Pero antes tú debes tomar agua.—Saca una botella de agua busca un vaso y me los acerca —Acabas de vomitar, debes hidratarte —Deja un beso en mi frente sorprendiéndome ya que no sentía sus labios hace mucho.  
 
En cuanto termino de desayunar lavo los platos mientras Matt se da una ducha, él debía trabajar los sábados, yo no. Por parte; de su matrimonio no había hablado más de eso, tampoco sabía si había visto a Melissa en estos días, él evitaba el tema.  
 
Me encamino a mi habitación que queda justo enfrente de la de Matt cruzando el pasillo, entro y abro las ventanas para que entre la luz. Siempre me había gustado tener la habitación con luz natural, ordeno la cama y levanto los cojines del suelo.  
 
Después de ordenar todo salgo por la puerta quedando estática cuando justo delante de mí está Matt con solo una toalla y gotas de agua que recorren todo su pecho.  
 
—¿Lía, sabes dónde está mi camisa? — Pregunta mientras se acerca más a mi espacio personal, cortando mi respiración cuando sus ojos no dejan los míos.  
 
No te atrevas a mirar abajo.  
 
—Em... —Aclaro mi garganta —.Te ayudo a buscarla —Paso por su lado prácticamente corriendo, sintiendo mi corazón bombear a todo ritmo —P-permiso.—Digo abriendo su armario, lo siento caminar hasta donde estoy posicionándose detrás de mí, su respiración está cerca mandando escalofríos por todo mi cuerpo —.A-aquí, emm.... —Vuelvo a aclarar mi garganta dándome la vuelta consiente de tener la cara roja —Aquí no la veo.—Sus ojos recorren todo mi cuerpo, lo veo morderse el labio. En cuanto se aleja siento un frío por no tenerle cerca, camina hasta unos cajones y sigo quieta haciendo como que pienso en dónde puede estar su camisa, entonces lo veo; del cajón saca unos bóxer, mi boca se abre cuando tira de su toalla quedando en todo su esplendor delante mío mostrando una erección que apunta el techo, me doy vuelta como resorte mirando de nuevo al armario escuchando unos pasos detrás de mi, sus pasos mejor dicho, él  suelta una risita.  
 
—¿Por qué volteas? —Su voz ronca está en mi oreja, su cuerpo no me toca pero puedo sentirlo muy cerca.  

Cuando el corazón habla +18 (Aprender a Amar #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora