CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesterod
Pov's Matt
—Ya pareces todo un jefe —Dice William cuando nos quedamos solos, él es mi abogado, quien remplazó a mi madre cuando ella se jubiló, es un buen amigo.—A este paso, el puesto es todo tuyo —Habla dándome un apretón de manos.
—Gracias Will —Digo feliz. Las reuniones venían saliendo según lo planeado, en las juntas todos escuchaban mis propuestas y pedían mi opinión, me siento tan bien de por fin poder vivir por todo lo que trabajé.—¿Que harás ahora? —Pregunta —Podríamos salir a cenar.—Toma su teléfono cuando suena —Aguarda, es mi esposa.— Dice con una sonrisa, se aleja un poco.
—Felicidades, Matt. —Escucho que dicen a mis espaldas.
—Oh, gracias Mía —Digo sincero, estrechando la mano de mi más reciente abogada, quien ocupa el lugar de Sasha, madre de Lía.
—¿Quieres salir a festejar? —Pregunta enredando un rizo dorado en su dedo —No sé, a cenar si quieres.— Dice sonriéndome de costado, es una chica muy inteligente y buena en su trabajo por eso es que conserva el puesto que tiene.
—Claro, no hay problema —Digo y veo a Will acercarse —Will, Mía nos acompañará a salir —Le hablo, Will la mira a ella, luego a mí y asiente.
—Bueno, nos vemos en recepción en dos horas.—Dice Mía de mala gana para luego irse.
—Idiota —Reprocha Will golpeando mi brazo, lo miro sin entender.
—¿Por qué me golpeas? —Pregunto un poco enojado y confundido ¿A este qué le pico?
—Ella quiere contigo, ya sabes.— Dice riendo y guiñándome el ojo —Si quieres digo que estoy enfermo, así pueden salir solos y recrearse.— Sugiere moviendo las cejas.
Ohhh, ya entendí lo que insinúa.
—No quiero acostarme con ella.— Aclaro simplemente.
—¿Por qué no? —Pregunta casi gritando —Es muy linda —Lo miro.
—No dije que no lo sea, solo no quiero acostarme con nadie ahora. — Termino de decir cuando estamos en la puerta del asesor —Y cuida tu lengua, estás casado —Digo riendo.
—Corrección, felizmente casado.— Dice señalándome con un dedo —Ella Aparte es linda pero mi esposa está como quiere.— Es increíble pero hasta yo sé que cuando te enamoras, por más que tengas la posibilidad de estar con cualquier otra persona sabes que no será lo mismo que con la persona que amas, como con Lía.
Lía, como la extrañaba.
—Como sea, vendrás con nosotros — Sentencio cuando bajo en mi piso. — Adiós —Comienzo a caminar a mi habitación, estoy agotado solo quiero tirarme en la cama y dormir, pero se supone que debo prepararme para salir más tarde.
Saco la tarjeta de mi bolsillo y la pongo en el identificador para abrir la puerta, una vez dentro me deshago de la fastidiosa corbata, era la única parte que no me gustaba de este trabajo, debía usarla todo el maldito tiempo para estar formal.
Camino hacia el baño tirando mi teléfono junto a la corbata en la cama, abro la ducha y me saco todo rápidamente, no quiero tardar tanto, siempre que estoy aquí me pongo a pensar en Lía, creo que no es bueno para mi salud mental estar todo el tiempo recordándola, menos ahora que estamos lejos.
Me baño lo más rápido que puedo, salgo y ato una toalla a mi cadera y agarro otra para secar un poco mi cabello, me apuro a salir cuando escucho mi teléfono sonar desde la mi cama.
¿Y si es Lía?
No lo creo, está actuando rara, más de lo normal.
Esta evitándote, idiota.
Alejo todo pensamiento y salgo para tomar mi teléfono rodando los ojos al ver el nombre de mi padre en la pantalla, atiendo de mala gana.
Llamada
—Padre.— Digo al descolgar, acercando el celular a mi oreja.
—¿Hola, hijo, como va todo por allí? — Pregunta Federico.
—Bien, todo bajo control —Digo con las palabras justas y necesarias.
—¿Sucede algo? —Pregunta extrañando. Levanto mis cejas un poco exasperado.
—No, solo estoy ocupado, salúdame a mama.— Hablo pasando una mano por mi cabello.
Cuelgo la llamada y me tiro de espaldas a la cama. Si, estaba enojado con mi padre, todo había comenzado por el trato que había creado él sin preguntarme, sabiendo que no podía negarme, si no el puesto no sería mío.
Esa es la cosa más injusta de todas, nadie trabaja tanto en esta empresa como yo, tantas horas dedicadas tanto esfuerzo para que él cometa un error y yo tenga que levantar su mierda.
Suspiro y trato de pensar en algo que me calme, inmediatamente un aroma inunda la habitación, seguro es mi imaginación, pero estoy seguro que es su aroma, sin pensarlo respiro hondo, con la imagen de sucrostro en mi mente. Tan hermosa, su sonrisa, esos labios con sabor a vainilla, tan dulces y adictivos que ahora estaban tan lejos de mí, siento cosquillas en mi estómago cuando recuerdo muchas de las travesuras que hicimos juntos.
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Cuando el corazón habla +18 (Aprender a Amar #1)
Novela Juvenil(EDITANDO) (TERMINADA) Lía y Matt , dos amigos con una relación de beneficios mutuos que se ve en peligro por causa de un trato. ¿Lograran seguir con su secreto o deberán aceptar el adiós? Admitir lo que sienten podría ser una opción, si tan solo s...