CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros
Pov's Matt
—Hola —Habla Alex del otro lado de la línea.
—¿Qué quieres? —Digo un poco mal, suspiro para no ir hasta la casa de Alex para matarlo por interrumpir.
—Oye, tranquilo, viejo.—Dice riendo — ¿Interrumpo algo? —Si, idiota, quise decirle.
—No ¿Qué sucede? —Tranquilo, Matt, él no sabía que estabas a punto de pasar la noche con la mujer que amas, la cual no vas a ver por más de dos semanas y que de seguro está saliendo con ese tal David .
—¡Hermano, me voy a vivir a Londres!— Grita aturdiendome un poco por lo que despego el teléfono de mi oído. La noticia me hace no saber qué decir.
—¿Qué? —Le pregunto después de un rato de silencio.
—Si, me decidí. Voy a dedicarme a lo que de verdad me gusta. —En cuanto termina de hablar no puedo evitar sentirme orgulloso de mi él.
Los padres de Alex son grandes empresarios, en cuanto terminamos la secundaria esperaban que su único hijo herede su empresa familiar, por lo cual debían prepararlo para su futuro.Él siempre quiso ser chef pero sus padres querían que estudiara administración de empresas, por lo que, para no decepcionarlos acepto dejando a un lado su sueño, algo de lo que yo siempre estuve en desacuerdo.
—Por fin te decidiste, felicidades, hermano. —Comienzo a desabrochar mi camisa — ¿Cuándo te vas? —Miro a el piso y encintrqndome la camisa de Lía, la levanto.
—Salgo en una semana.—Me sorprendo por lo rápido.
—Wow, estoy feliz por ti.—Mientras hablo llevo la camisa de Lía hasta mi cara y aspiro su olor, su delicioso olor.
Bravo, Matt ya te recibiste de psicópata.
—Si, hoy les dije a mis padres, después de cómo una hora peleando parece que lo entendieron.—Se lo escuchaba feliz.
—Yo me voy mañana a mi primera junta.— No puedo evitar pensar en que ambos estamos cumpliendo nuestro sueño de formas distintas, pero cumpliéndolos en fin.
—Rómpeles el culo y demuestra quien es el jefe.—Reímos, escucho que hablan detrás de él —Lo siento, hermano mi madre quiere despedirme.—Me imagino a la madre de Alex llorando porque su pequeñito se iba del país, es que la conocía tanto.
—Adiós, buena suerte y un saludo a tu madre. —Él se despide y corto.
Me levanto para irme a mi habitación, necesitaba una ducha fría para bajar mi erección, la cual parecía no haberse enterado que esta noche no tendríamos acción. En cuanto entro tiro mi camisa y la de Lía al cesto de ropa sucia, me deshago de mi ropa entrando al baño, suspiro y dejo que el agua caiga sobre mí.
Salgo después de una corta ducha, me seco y ocupo un bóxer, tengo que acostarme ya y dejar de pensar, pero a pesar de saber que debo dormir como cada una de todas las noches, sin Lía a mi lado, los recuerdos llegan atropellándome.
Flashback
Hoy es el cumpleaños de mi padre, hay una gran celebración. Socios de todos lados del país, familia y amigos vinieron a la casa, por mi parte no suelen gustarme mucho las fiestas, pero era el cumpleaños de mi padrr así que me obligué a bajar vestido con ropa decente.
Ya en la sala no se podía pasar, había demasiada gente, algunos ni los conocía. Llegué a la cocina donde estaba mi madre junto a mi pequeña hermana.
—Esto está aburrido, no conozco a nadie. — Digo a mi madre que está terminando de hacerle dos colitas a Emma. Miro a la sala con fastidio, ver a tantas personas en un mismo lugar lograba ponerme nervioso.
No sé cuánto aguante aquí abajo.
—¿Por qué no buscas a Lía? Hace un rato llegó con sus padres.—Camino hasta ellas y me siento.
—¿No sabes dónde está? Hay demasiada gente.—Ella niega
—Listo. —Le dice a mi hermana cuando termina de ponerle dos moños en cada una de sus colitas para después salir por la cocina a recibir a los invitados, miro a mi pequeña hermana y tiro de una de sus coletas para molestarla.
—Matt, no molestes. —Reprocha haciendo un puchero —Ahora no te diré dónde está Lía, yo si la vi.—Dice sacándome la lengua en señal de burla.
—¿Ah, no me dirás? —Digo acercándome, ella niega —.Okey —Hablo desinteresadamente para luego lanzarme a hacerle cosquillas logrando que ella se retuerza sobre su silla riendo escandalosamente.
—¡Ah, me rindo!, m-me rindo —Grita entre risas después de un rato de pelea. —Te lo diré, te lo diré. —No puedo evitar reírme, por más rara que sea la risa de mi hermanita amaba verla reír, espero siempre hacerla feliz.
—Habla.—Digo riendo para después dejar de hacerle cosquillas.
—Ella está en el jardín.—Respira hondo seguía agitada —Pero por cincuenta la voy a buscar. —Sube y baja sus cejas con picardía dándome una sonrisa de lado.
—¿Cincuenta? Creí que eras más astuta. — Le tiendo los billetes, ella los toma rápidamente y se los guarda.
—Podrías haber usado tu autoridad como hermano mayor sin tener que haberme pagado, tonto. —Ríe, pequeña diabla, ni yo con dieciocho era tan listo.
—Anda, ve. —Le doy un beso en la frente pero ella no se va.
—Em... ¿Hoy viene Alex? —Pregunta por lo que no me sorprendo, siempre que Alex venía a mi casa ella se nos pegaba como chicle.
—Sí, supongo que luego ¿Por qué preguntas? —Sus mejillas se ponen coloradas y baja la vista.
—No, por nada, voy por Lía.—Dice para luego salir casi corriendo por la puerta.
Esta niña, sí que es rara.
Meto las manos en mis bolsillos y salgo para encontrarme con un tumulto de gente, me paro en puntas de pie para divisar si en algún lugar de la sala hay menos gente. Encuentro una esquina libre frente al ventanal que da al patio. Camino para allá así cuando Lía entrase con mi hermana me encontrará rápido.
Habían pasado más de diez minutos y mi hermana no volvía, por más que mirara por el ventanal era imposible divisarlas ya que había mucha gente.
—Hola. —Siento que tocan mi hombro y giro para encontrarme con una chica rubia casi igual de alta que yo, aparentemente de mi edad o un año menos, no lo sé, nunca antes la había visto.
—Hola.—Devolví el saludo.
—¿Cómo te llamas? —Pregunta acercándose más a mí ya que la música estaba muy alta.
—Matt ¿Y tú? —Pregunté para no ser descortés al mismo tiempo miraba de reojo por la ventana.
—Lindo nombre, yo soy Rose.—Sonríe de costado y yo me rio con nerviosismo —¿Me quieres pasar tu número? —¿Acaso me estaba coqueteando?, no lo iba a negar, era linda pero no mi tipo, antes de que pueda responder escucho que me hablaban.
—Oh, ¿Matt, podrías ir a buscar las bebidas? —Dice mi madre llegando a mi lado, se la veía muy atareada.
Y si, con toda esta gente.
—Claro. —Le digo pero ella se va cuando alguien la llama seguro sin escuchar mi respuesta —Ahora vuelvo —Le hablo a Rose, ella solo asiente.
Camino hasta la cocina, junto a esta hay un pequeño cuarto en donde guardamos las provisiones, teníamos una pequeña heladera ahí. Entro y antes de prender la luz siento como me empujan hacia adentro, todo estaba escuro, escucho una risita mientras siento que me tiran del brazo pegandome contra la pared.
—¿Estaba divertida tu charla con la rubia? —Susurran de cerca seguido siento unos labios impactar con los míos, rápidamente reconociendo su sabor dulce llevo mis manos a su cintura y las de Lía van a mi cabello mientras nos comemos la boca, un cosquilleo nace en mi vientre al darme cuenta que estaba celosa, no era algo común en ella pero esta vez lo puede notar.Su boca es exigente y un poco ruda, me doy vuelta poniéndola a ella contra la pared e intensifico el beso recorriendo con mi lengua su boca, succionando la suya haciendo que jadee. Me acerca más a ella, estamos sumidos en un beso embriagador tanto que ni siquiera me importa si la puerta estaba cerrada, solo necesitaba besarla, la temperatura del cuarto aumentaba cada vez que sus pequeñas manos recorren mis brazos, a veces pasando por mi torso, las respiraciones cada vez eran más pesadas, mi manos recorren su hermoso cuerpo, ese que me trae loco, agarro sus muslos y la subo hasta mi altura poniendo sus piernas en mi cintura, nos separamos tomando aire para rápidamente volver a besarnos olvidándonos que del otro lado estaba toda nuestra familia.
Mis manos toman su trasero para comenzar a amasarlo logrando que ella suelte un sutil gemido, me separo para comenzar a besar su cuello lentamente, como se que le gusta.
—¿Matt, las encontraste? —Habla mi madre a lo lejos entrando por la cocina supongo, alargo mi mano y enciendo la luz, sospechara si nos encuentra a oscuras.Miro a Lía y ella respira acelerado tiene los ojos cerrados y sus mejillas están rojas, su cabeza está apoyada en la pared con resignación.
Si, Lía, yo también quería seguir.
Le dejo un último beso para separarnos y empezar a acomodar nuestra ropa rápidamente.
—Si, mamá, ya voy.—Grito y escucho sus pasos hasta donde nos encontrábamos, veo como Lía sale corriendo a la puerta y la abre un poco antes de que mi madre llegue.
—¿Por qué tardas tanto, cariño? —Su cabeza se asoma por la puerta. —Oh, hola, Lía.—Mi madre entra y le da un beso en la mejilla para luego estrecharla entre sus brazos.
Sí, mi madre la quería mucho.
—Lo siento, yo lo entretuve hablando. — Dice ella dándole una sonrisa angelical a mi madre. Contengo una risita, claro… hablando.
—Oh bueno, está bien, dame las botellas que yo las llevo, ve a jugar con Lía.— Si...Puede que mi madre nos siga viendo como niños. Toma las botellas y sale por la puerta dejándonos solos.
—Ya escuchaste a mi madre, vamos a jugar.—Sonrío con pícardia mientas me acerco a Lía quien corre rápidamente la cara cuando la estoy por besar, dejándome confundido.
—Ve a besar a la rubia.—Susurra y rio internamente, ella se cruza de brazos.
—¿Acaso estás celosa? —Ella me mira rápidamente poniéndose colorada.
—N-no, no, claro que no. —Dice mientras camina hacia atrás a la vez que yo avanzo hasta ella, dejándola encerrada entre la pared y mi pecho.
—Oh, entonces no tiene por qué molestarte que vaya a darle el número a Rose ¿No? — No lo iba a hacer solo estaba jugando con ella. Me separo para "Ir a buscar a rose".
—No, solo decía porque tú y yo somos exclusivos.—Aclara tomándome de la camisa para volver a besarme, e sin pequeño contacto que logra hacerme sonreír.
—Para no estar celosa estás actuando como alguien celoso. —Le digo cuando nos separamos.
—Tal vez esté un poco celosa pero no significa nada.—Susurra agarrando mi cuello para volver a besarme esta vez lento pero firme.—Deberíamos volver, seguro mis padres me están buscando —Nos besamos por última vez y salimos a la fiesta como si nada hubiera pasado, como todos nos conocían, como amigos...
Fin del flashback
Malditos recuerdos.
Me acomodo en mi cama echando un vistazo a mi lado para comprobar que sí, estaba solo. Me doy vuelta y una duda se instala en mi mente antes de dormir.
¿Valía la pena todo este dolor por un sueño?
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N/A: espero que les haya gustado el capítulo no te olvides de votar, comentar y seguirme aquí y en el Instagram del libro en donde subo muchos memes y datos curiosos.
Me ayudaría un montón.
BESOS
-Aldi🥀
CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros
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Cuando el corazón habla +18 (Aprender a Amar #1)
Novela Juvenil(EDITANDO) (TERMINADA) Lía y Matt , dos amigos con una relación de beneficios mutuos que se ve en peligro por causa de un trato. ¿Lograran seguir con su secreto o deberán aceptar el adiós? Admitir lo que sienten podría ser una opción, si tan solo s...