Capitulo 8

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Oriana

No puedo creer que sea tan amable, después de todo siempre tildamos a los alemanes de tacaños, serios y fríos, sin embargo hemos tenido una linda conversación, y él me ha dicho las cosas más bonitas que he oido en mi vida, y son sobre mi.

Y cuando me dijo eso de que era especial me miro de una manera intensa pero a la vez un poco distante, era como si recordara algo al decírmelo. Estoy tan concentrada en mis pensamientos cuando noto su mano en frente de mi, levantando la mirada me consigo con la suya, no puedo evitar sonreírle mientras acepto su mano para levantarme de la silla, coloca su brazo al rededor de mi cintura mientras salimos del restaurant, al llegar a la salida su chofer está allí, pero cuando va a abrirme la puerta del auto Julian lo detiene y le dice:

-Por favor Phillip, déjame a mi. - Phillip asiente y rápidamente Julian me abre la puerta para que pueda entrar. Pero qué caballeroso!. Julian entra y cierra la puerta, y entonces Phillip arranca.

-¿Porqué estás tan callada? ¿Se te han comido la lengua los ratones?, porque yo no he sido.- y cuando dice eso siento como un calor se aloja en mis mejillas.

-No, para nada es solo que ya debes estar aburrido he hablado tanto de mi que ya debes estar mareado - y miro por la ventana como comienza a llover sobre la ciudad.

-Aburrido no, fascinado. Conocer algo nuevo para mi siempre es fascinante. Tu lo eres.-siento sus dedos en mi barbilla me hace girar la cara para mirarlo cuando lo hago noto un brillo en sus ojos como si me quisiera decir algo, él los cierra y coloca su frente con la mía, niega con la cabeza y cuando vuelve a abrir sus ojos, ya no hay luz en ellos.

-Señorita Sabatini ha sido una gran noche. Muchas gracias.- Y se separa de mi, ¡¿Que?! ¿Me ha llamado por mi apellido?, al hacerlo algo dentro de mi crece. Decepción. Eso creo que es. Me trato como nunca nadie lo había hecho y me sentí especial, pero ahora me doy cuenta lo estúpida que soy. Era solo una cena de trabajo hasta el me dijo que solo era especial porque el Señor Sánchez me eligió para continuar su trabajo. En ese momento cuando siento que no puedo mas con estos sentimientos encontrados, el auto comienza a fallar, se apaga , Phillip lo vuelve a encender, pero nuevamente se apaga, Phillip se estaciona donde puede, y se baja, a pesar de la lluvia, parece no importarle, abre la parte delantera del auto y mientras revisa que pasa, yo cojo mi teléfono, lo prendo, y éste comienza a sonar porque recibo varios mensajes de Oli diciendo lo feliz que esta con su compromiso, sonrio porque me alegra su felicidad, en eso noto que Julian me mira y se pone serio, parece como si mi sonrisita le molestara, en eso Phillip abre la puerta del chofer, y al entrar completamente empapado dice:

-Señor parece que esta fallando la bateria, tendremos que esperar para que nos traigan otro automovil. - y yo como ya no aguanto la incomodidad de estar alli sin decir una palabra digo:

-Bueno yo de verdad estoy muy cansada, ha sido un largo dia en el trabajo, y vivo cerca yo puedo llegar caminando, no os preocupeis.

-¿Pero te volviste loca?- dice Julian con un tono bajo pero que le daria miedo a cualquiera.

-Señorita no hace falta dentro de unos minutos la llevaremos- dice Phillip en un tono tranquilizador.

-No. Lo que no hace falta es que me lleveis, de verdad . Esta bien, mi casa esta a dos calles de aqui, les aseguro que no me perderé- les digo como en broma , pero a ninguno de los dos les hace gracia.

-Está lloviendo Orian. Y es de noche, ¿cómo te vas a ir asî? .-resopla- Claro que no lo harás, no puedes irte. Te quedarás aqui , esperarás y luego te llevamos nosotros.- Julian parece cada vez más enojado.

- Disculpe, Señor. Pero nadie me dice lo que tengo que hacer.- cojo mis cosas y abro la puerta- Gracias por todo a ambos- y salgo del auto, inmediantamente siento el agua caer por todo mi cuerpo, está lloviendo a mares ¡Joder!. Camino rapido para alejarme lo más pronto posible, ya no aguantaba ese silencio y cuando se digna a hablar¡ es para darme ordenes! . No estamos en la oficina y si hay algo que me cabrea es que los hombres crean que pueden gobernar el mundo solo porque tienen el poder en casi todo lo que les rodea. ¡Que se jodan!.

Es imposible caminar mas rapido con estos tacones, y a medida que camino me los quito y los llevo en la mano. Esta lluvia me dificulta un poco la vista, y ¡hombre! Hace una brisa infernal, me abrazo a mi misma. Y cuando voy cruzando la calle doy un mal paso y me doblo el tobillo, caigo y al alzar la mirada noto que unas luces se acercan a mi, pero no puedo moverme. No puedo mirar nada mas. Lo unico que escucho son los latidos de mi corazon acelerado. Y no se porque cierro mis ojos.

Escucho un frenazo.

Y yo solo espero el golpe.

The German (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora