Capítulo 37

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Julian

No pensé terminar el dia de ayer como Mario lo habia pronosticado, pero asi fué, decidi dejar de pensar y descansar ya que mi cabeza iba a explotar, al llegar Ori ha hablado conmigo y hemos solucionado todo. Menos mal, o si no mi estado animico podria haber tenido una recaida que no he vuelto a sufrir desde que le tengo a mi lado.

Ya hemos desayunado, y estamos a punto de irnos por fin juntos al trabajo, no puedo ocultar mi sonrisa de satisfaccion y ella parece notarlo.

-Vaya....pero qué feliz y guapetón está el jefe hoy...-me repasa con la mirada, y me sonrie tiernamente, no me resisto a cortar la distancia y pegar mis labios a los suyos, la suavidad de sus labios me embriaga, mi mano acaricia la suave piel de su mejilla mientras le tengo para besarle mejor, pero de pronto se separa de mi siento como un calor recorre mi cuerpo, mierda, necesito tenerla, ella parece leer mi mente y ahora extiende por su cara una risa burlona.

-Y parece que aparte de lo que dije tambien está algo caliente....-me acerco para cogerla de la cintura y tenerla entre mis brazos otra vez pero ella se aleja agarrando sus cosas .- pero no se va a poder Señor Serrano...llegaremos tarde al trabajo ¿como va a ser? - y sale riendo, sabe que ha despertado algo en mi y me deja asi, tomo un fuerte respiro y voy a la cocina por un vaso de agua, me lo tomo con calma, para que me baje el calenton del momento. Es que esta mujer me tiene en sus manos, me va a volver loco. Minutos despues busco mis cosas y salgo hasta el estacionamiento, Isa me ha esperado, y se ha sentado en el asiento del copiloto de su auto, entro y me pongo el cinturon.

-Lo siento cariño - me mira divertida. Su sonrisa es contagiosa pero me hago el serio.

-Está bien

-¿Estas enojado?, No por favor ..-se voltea para mirarme preocupada, y yo le miro, riendo en mis adentros, ella hace bromas, pues yo tambien. Encojo mis hombros sin decir nada, y ella por un momento parece no saber qué hacer , y al otro instante me sorprende cogiendo con su dos manos mi cara y me empieza a dar pequeños besos por toda la cara, mientras entre besos dice en perfecto alemán:

-Ich liebe dich..-no puedo ocultar mi felicidad y la sonrisa que me ha sacado mi Orí hermosa hace que me duelan las mejillas de lo grande que ha de ser.

-Vaya y parece que la chica ha estado practicando su aleman...-le beso- me encantas, te amo-me sonrie, y mi celular comienza a sonar, es Mario, contesto.

-Buenos dias..

-Necesito hablar contigo, yo...-suena confuso- nada olvidalo, no debí molestarte..- no entiendo nada, molestarme es su pasatiempo favorito, despues de las mujeres, claro.

-Cuentame.-digo.

-¿cómo te fué ayer con Ori? ¿Solucionaron todo?

-No me cambies el tema, sé que no me llamabas por eso, pero todo bien, y ya arreglamos todo- entrelazo mi mano con la de ella y le acaricio con mi pulgar.

-¡Qué bien! Te lo dije hermano, me alegro.

-Mario, habla...- le impulso. Un resoplo se oye desde el otro lado de la linea.

-Quisiera...quisiera ¿puedo hablar con tu mujer un momento?- cada vez entiendo menos, su tono de voz, el nerviosismo, hablar con Ori.

-¿Le ha pasado algo a Anne?- me he preocupado, y la pregunta sale sola de mis labios.

-No! Ella está bien, aun estoy en Madrid pero hoy he llamado a Phillip y me ha dicho que se encuentra bien, deberias llamarles tambien, solo necesito la ayuda de tu mujer, ¿me la podrias comunicar por favor...?-le extiendo el celular a Ori, me mira extrañada, y coge el telefono.

The German (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora