Capitulo 35

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Julian

La secretaria de Oriana, Maria, bueno , ahora secretaria de Mario nos ha conseguido un espacio amplio, parece que esta oficina no la utilizan , me entra la curiosidad , parece que Mario tambien y se me adelanta al preguntar:

-Soy fan del orden ,en algunos casos...-hace una sonrisa maliciosa, y ya sé a que se está refiriendo, ¿pero qué le pasa?, ligar siempre ha sido lo suyo pero en el trabajo siempre ha tratado de contenerse, y más en mi presencia, respeta que sea el jefe, pero en este momento parece que se le ha olvidado, desde que le vi anda tratando de llamar la atencion de ésta chica, y vaya que si no nota a un hombre de casi metro noventa, único rubio del piso.- Señorita, ¿esta oficina es utilizada por alguien alguna vez?- ella lo mira a través de sus gafas, y seria responde:

-Era ,señor, ésta era la oficina de Oriana, digo la Señorita Sabatini antes de que el Señor Sánchez le pidiera que ocupara su cargo..

-¿Y porqué no la tomas tú?. -dice Mario mientras yo tomo asiento, y ella coloca unos documentos que le he pedido.

-Porque simplemente soy una secretaria, Señor, las secretarias no tenemos oficinas .

-Quisiera ver tu currículum, y ver qué podemos hacer al respecto.-¿qué? ¿desde cuándo tan interesado por el personal? levanto la vista y juraría ver por primera vez que Mario ésta mirando a Maria como una persona y no un trozo de carne que puede coger y tirar después.

-No hay nada que hacer, no se preocupe estoy bien donde estoy, Señor.

-¿Tan solo puedes dejar de llamarme Señor? Pareces sumisa -Rápidamente veo arrepentimiento en su cara, vaya vaya...pero qué tenemos aqui. Si me lo contaran no lo creería.- Disculpa , no quería decir eso, simplemente me haces sentir algo viejo. Por favor, tan solo llámame por mi nombre o apellido si deseas.

-Si le llamo por su apellido entonces voy a parecer una profesora. -contesta la chica.

-Si..algo así.

-Y si le llamo por su nombre pareceré confianzuda. No que va. Disculpe, pero no estoy acostumbrada a ello, seguirá siendo mi jefe-resopla- y pues tengo que tratarle como tal y tratarlo con el respeto que merece, -luego me mira a mi,- que ambos merecen. -Y se retira. Mario no le quita la vista de encima.

-Creo haberte dicho que vinieras a trabajar- entrelazo mis manos mientras me recuesto en la silla para estar en una posicion más relajada.

-Si, pero el primero que incumple eres tú, mirando a tu mujer un segundo como si le quieres y al otro con rabia.

-¿Tú qué sabes?-me hierve la sangre. No sabe la angustia que he pasado. Y el practico rechazo de mi propia prometida ante todos. Hice lo mejor que pude para hacerle una propuesta inolvodable para ella, hemos estado muy felices, hemos compartido ultimamente cada momento juntos y hoy de la noche a la mañana niega tan siquiera aparecerse conmigo en la empresa. Mi empresa. Donde YO soy el jefe y puedo hacer con mi vida lo que me de la real gana y los demas pues tendran que respetarla. Porque es la mujer del jefe. Además estoy bien seguro que ella sola tambien se da a respetar, entonces no entiendo su misterio. ¿Será que en esos 8 meses que me fui pasó el rato con alguien y todavia no está prepara para que se enteren? ¿ porqué le importaria tanto alguien más como para reprimir nuestra felicidad? todo es muy confuso, y ahora este idiota ya empieza con sus juegos pesados.

-Pues obviamente no se mucho porque tú no me cuentas las cosas, mi fuente de informacion aca Miss Anne se ha quedado en Berlin. Pero no necesito lentes para darme cuenta que hay cierta tension alli hermano.

-Es que...-pienso si decirle o no, necesito el punto de vista de alguien más a ver si me ayuda a entender la extraña reaccion que ha tenido Oriana hoy que hasta me ha dejado botado en el departamento ¡Joder!- ella es tan...-pienso las palabras correctas a elegir.

-Tan...-repite Mario impulsandome a hablar.

-Tan impredecible, un momento todo esta bien , estamos normal y al otro es como un interruptor y ¡Boom! -estrello una de mis manos en el escritorio , Mario no se sobresalta, ya conoce mis cambios de humor, solo me escucha con atencion - ya no quiero que nadie sepa lo del compromiso cariño...no quiero ni llegar contigo al trabajo, ¡joder si hasta se ha ido sin decirme!, le ha faltado decirme : no quiero que entres en mi oficina Julian. -me levanto de la silla mientras hablo y camino ofuscado de un lado a otro con una mano en mi bolsillo y la otra en mi cabeza, no me había dado cuenta de que me dolía tanto hasta ese momento - No....no entiendo , y luego lo que dijiste en la oficina, es verdad, tarde o temprano se van a enterar...entonces ¿para qué ocultarlo? yo solo...ella...-resoplo, un ataque de ansiedad por entender la situacion me ataca, pero en vez de aclarar mi mente, todo se complica más, no entiendo nada- nosotros estábamos bien...y ahora no tanto...y si...oh Dios ¡Maldito dolor de cabeza! -dejo de caminar y coloco mi dedo índice y pulgar entre mis ojos, y trato de calmar mi respiración, sin querer me he agitado de la frustración.- necesito...necesito pensar.

-Y yo creo que lo estás pensando demasiado.

-Idioteces.-respondo.

-¿Es por eso que somos amigos no?Yo te digo lo que pienso sin filtros y tu igual. Así es como ésto funciona. Y en este momento el idiota eres tú, estáis pensándolo demasiado, déjala que te explique cuando lleguen a casa, te haces el dolido si no te duele su explicación, si te duele, -piensa- pues tambien , pelean como perros y gatos y finalmente tienen sexo de reconciliación , listo. ¿A que he puesto un lindo fin para tu historia?

-Tu nivel de idiotez sobrepasa los límites.

-Quizá. Escucha, solo deja de pensarlo tanto. Ya está. Pídele que te explique. Escúchala, procesas y luego reaccionas. Pero no reacciones antes de que hables bien con Oriana, pero para eso esperen que lleguen a casa, éste no es el mejor sitio .-voy a responder cuando entra Maria, e inmediatamente me contengo.

-Disculpen - se sonroja- debí haber tocado..

Mario se voltea para mirarla y dice:

-Está bien, tranquila, ¿que pasa?

-Venia a Informarles que ya he avisado a todos los jefes de departamento lo de la reunion ésta tarde, y de igual forma todos sus requerimientos, ¿se les ofrece algo más?.-acomoda sus gafas.

-Señorita, yo iba a ayudar al Señor Lahm con esta revision de documentos, pero ha ocurrido algo y me tengo que ir. -Mario me mira sin entender nada- no tengo cabeza para esto en este momento Mario lo siento. ¿Podria usted quedarse y ayudar al Señor Lahm con su trabajo?-miro a la chica.

-No hay problema Señor Serrano. La Señorita Montero me ha asignado para ayudarle.

-Perfecto. Entonces me voy Mario, pensaré que hacer.

-Y luego dices que no lo piensas demasiado.- solo asiento y salgo de la oficina, voy hasta el elevador y presiono el boton de planta baja. Justo cuando se van a cerrar las puertas escucho un grito.

-¡Espera! - las puertas del elevador vuelven a abrirse para dejar entrar a la dueña de mi dolor de cabeza . Se cierran las puertas y opto por mirar al frente y no decir nada.

-Hey...¿estas bien?. No tienes buena cara. -la miro rapidamente y no respondo.

-¿No me vas a responder?, cariño yo...

-No. No voy a hablar contigo aqui.-paso mi mano por mi cabeza, siento que me va a explotar- no me siento muy bien. -la vuelvo a mirar y alli me encuentro con sus expresivos ojos verdes, suspiro- te quiero.- digo sin más antes de que la puerta se abra y yo salga de alli. Necesito tranquilidad, y aqui no la voy a encontrar.

-¿ A donde vas? - siento a Oriana atrás de mi, volteo a verla y digo:

-Creí que decidiste no ligar lo nuestro en el trabajo.

-Lo sé , pero..

-Hasta luego, Oriana.- y me voy,caminando sin rumbo , sintiendo la brisa fresca con la que me reciben las calles de Madrid .


Maratón 2/3

The German (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora