No escuchaba absolutamente nada, sus ojos estaban vendados, había perdido la noción del tiempo, no sabia a ciencia cierta cuento tiempo llevaba encerrado, los brazos ya empezaban a dolerle al estar en la misma posición por bastante tiempo. El silencio era algo que no le gustaba nada en aquella situación, el tiempo que llevaba ahí siempre escuchaba a la familia Kim caminar o hablar por la casa, pero ahora estaba todo en completo...silencio.
-¿Estaré solo en casa?- pensó, aunque se le hacia imposible aquella idea.
Empezó a intentar deshacer los nudos que tenia en las manos, sentía como la gruesa soga le lastimaba la piel, pero siguió intentado por lo que parecieron ser varios minutos, hasta que sus manos fueron liberadas, inmediatamente se quito la venda de sus ojos y la cinta que le impedía hablar, parpadeo varias veces tratando de acostumbrarse a la poca luz que entraba por la ventana.
Se quito las cuerdas que le retenían los pies, se paro como pudo ya que sus piernas estaban entumecidas ya que pasaron inmóviles mucho tiempo, camino hasta la puerta pensando en las pocas posibilidades de que la puerta estuviera abierta, pero para milagro abrió al primer giro.
Seguía sin escucharse un solo ruido y aquello nunca pintaba bien cuando estabas en la casa de una familia de asesinos, la situación era típico de una película de terror, la mente estaba alerta a cualquier sonido, el cuerpo trataba de hacer el más mínimo ruido al desplazarse y el corazón bombeaba fuertemente en el pecho, el miedo te comía lentamente con cada paso que dabas.
Jungkook estaba con los sentidos al 100%, la habitación en la que se encontraba era la ultima del pasillo y las escaleras parecían estar cada vez más lejos con forme avanzaba, el miedo le comía la cabeza, no tenia nada con que defenderse por lo que las posibilidades de sobrevivir si salía alguien de la familia Kim era imposible...al menos que ellos quisieran seguir torturándolo por mucho tiempo.
Los ojos de Jungkook brillaron al ver la puerta de la casa; esperanza es lo que se veía en sus ojos, estaba al inicio de las escaleras y el silencio seguía impalpable en el lugar, bajo las escaleras lo más rápido que sus piernas le permitieron, volteo a todos lados al llegar al ultimo escalón, nada, siguió hasta la puerta y casi brinco de felicidad cuando la puerta cedió al primer intento, pero aquella esperanza se esfumo en un segundo, cuando detrás de la puerta estaba el pelinegro.
-¿A donde vas conejito?- Sonrió ligeramente, sínico.
Jungkook trato de empujarlo pero su cuerpo no había ingerido comida o alguna bebida y estaba con muy poca fuerza, por lo que sus esfuerzos de escape no duraron demasiado y ya estaba en el hombro del pelinegro subiendo las escaleras.
En estos momentos por la mente de Jungkook solo pasaba una sola cosa..."Quiero ir a casa"...se repetía una y otra vez. De repente es lanzado encima de algo blando, que segundos después ve que es una cama.
-Tendré que tenerte más vigilado- Se quita su suéter y cierra la puerta con la llave que colgaba sobre su cuello.- ¿Dónde quedo el policía terco y valiente, Jeon?- Pregunto con voz burlona. - ¿Te comió la lengua el gato?- Se acerco y sostuvo las muñecas del pelirrojo.
Jungkook estaba en una lucha interna, sabía que sus amigos lo estarían buscando, pero nunca nadie había encontrado uno solo de los escondites de los Kim, que posibilidades de una milagro le podrían pasar a el. Por mas que quisiera no podía luchar contra TaeHyung ahora, que su cuerpo esta pidiendo comida a gritos para poder mover un solo musculo.
-No te hare nada conejito, te quiero para mi...- le acaricio la mejilla y dejo un beso en su frente.- No te dejare escapar, tienes que entender que ahora...ERES MIO.
— 🌲 —
TaeHyung había cumplido su palabra, le dejaba pasear por la casa, obviamente con su compañía y le daba de comer bastante bien, la pregunta aquí es: ¿Por qué no escapas?, ya lo había intentado varias veces después de ese día y las consecuencias se podían ver en su brazos y muslos, donde una navaja había dejado cortes leves en su piel, también uno que otro moretón en su rostro y torso.
Los cortes y los moretones fueron curados rápidamente por el pelinegro, Jungkook podía ver en sus ojos después de cada castigo, un brillo de arrepentimiento y eso era lo que le provocaba dudas, TaeHyung era un psicópata con sentimientos, un caso diferente a sus padres que matan sin piedad alguna.
La curiosidad le impedía irse de esa casa, ahora se encontraba cabalgando con TaeHyung, paseaban por el bosque, sus manos estaban atadas y su cintura es apretada por los brazos del pelinegro. Se detienen frente a un rio para que el caballo tome un poco de agua.
-Has estado dócil estos días- Susurra a su oído.
-Me detienes en cada intento de escape, tengo que pensar en otra manera...por el momento no tengo ningún plan- Le hablo con sinceridad.
-Sincero...Me gusta- Empezó a dejar castos besos en su cuello.- Vas entendiendo conejito.
Jungkook tenia un plan, lo único que podía hacer por el momento era esto, ganarse la confianza de TaeHyung y hacerle creer que no se escaparía, que llegara a la confianza suficiente para que le quitara las esposas y poder escapar de ese lugar cuando le dejara solo.
Ya sabia donde estaban las llaves de la habitación; en el collar en su cuello, el cual se quitaba para dormir, sabia que ahora que cerca del rio había una carretera, por los sonidos de autos y sabia ahora donde se encontraba YeonTan; el caballo del pelinegro. Solo ocupaba esperar un tiempo, esperar el momento indicado para poder escapar sin que ninguno de la familia Kim se diera cuenta y para ello ocupa analizarlos uno por uno.
Lo que se le olvidaba a Jungkook era todo lo que había leído alguna vez en su adolescencias con esas novelas que compraba su madre a menudo..."A veces nos enamoramos de nuestro secuestrador" una frase que su madre le llego a decir en broma cuando se entero que quería ser policía.
¿Sera que Jungkook termine perdiendo con su propio plan?¿podrá cumplirlo sin ningún impedimento emocional?
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✔️ Game of cards_Vkook
FanfictionAquella carta personalizada que dejaba ver quien era el causante del robo, Kim TaeHyung o más conocido como V, el ladrón más buscado de toda Corea del Sur. Nunca se encontraba más que esta carta en el lugar del robo, ni una sola huella, ni un solo...