Aquella carta personalizada que dejaba ver quien era el causante del robo, Kim TaeHyung o más conocido como V, el ladrón más buscado de toda Corea del Sur.
Nunca se encontraba más que esta carta en el lugar del robo, ni una sola huella, ni un solo...
La estación de policías era un completo caos, con un policía desaparecido las cosas estaban empeorando masivamente, la desesperación estaba comiendo lentamente a todos los presentes.
- Nuestro oficial Jeon, desapareció el día de aye aquí en la oficina, los sospechosos son los integrantes de la familia Kim, la pregunta sin resolver es...¿Por qué se lo llevaron? y ¿a donde lo llevaron?- SeokJin estaba serio en la pequeña junta. La desesperación le comía por dentro pero no podía dejar que sus sentimientos le ganaran a su razón en este momento.
- ¿Se encontró alguna evidencia en la celda?- Preguntó Jimin.
- Hay huellas de los oficiales Jeon y Park en las sillas fuera de la celda, huellas y cabello de Park SooAe en la celda correspondiente, pero no se ha encontrado nada más hasta el momento. - Se escucharon varias suspiros en la habitación. Estaban parados con una gran muralla delante de ellos, no podían avanzar ni un paso más y rodear la muralla no era un opción viable esta vez.
"El mayor de todos los misterios es el hombre."
- El primer grupo revise todos los ductos y entradas posibles, el segundo vaya a casa del oficial Jeon, ¡Ahora! - todos salieron rápidamente de la habitación después del grito de SeokJin.
- Encuentra cualquier rastro que estaba siguiendo Jungkook o algo que lo identifique con Taehyung...no lo secuestraron solo por gusto - le ordenó a Jimin. - No tenemos mucho tiempo.
Lo que menos querían era encontré un cuerpo sin vida en algún lugar , o peor aun, no encontrar absolutamente nada. Que Jeon Jungkook sea convertido en algún plato especial de la Familia Kim y sus huesos hayan sido dados a perros o animales salvajes en algún bosque. Horrible, si, pero era lo menos que se esperaba de una familia llena de Psicópatas.
— 🏠 —
Los oficiales llegaron a la casa del Jungkook, encontrando como se esperaba, ni una señal, ninguna puerta y ventana había sido forzada, las cosas personales seguían intactas, el cuarto de Jungkook estaba perfectamente arreglado y no había ninguno señal de que algo había sido movido de su lugar.
- Oficial Park, encontramos la computadora del Oficial Jeon - Jimin se puso unos guantes y la encendió, lo primero que se ve en la pantalla es una imagen de la típica carta de V, aquella carta de un rey, un rey que no podía ser encontrado fácilmente, que había dejado su reino para vivir una vida de pecados.
Además de aquella ya conocida carta, había una frase en una pagina de Word, la única pista...una pista que no llevaba a ningún camino.
"¡El misterio! Sí, un misterio profundo nos envuelve. Cuanta más luz, más misterio." - V
lo que menos necesitaba era más misterio, no tenían tiempo para estar jugando, no sabían cuanto tiempo podrían mantener vivo a Jungkook, ni siquiera sabían si ya había sido el plato especial de los Kim para estas horas del día.
— 👶🏻 —
Había un niño pelinegro sentado en la acera frente a su casa, abrazaba su mochila fuertemente, las calles estaban oscuras y el no podía entrar a su casa, lagrimas brotaban sin cesar de sus ojos, su cuerpo temblaba de frio.
- ¡Bebe! - El pequeño Jungkook alzo la mirada encontrándose con la mirada preocupada de su madre del otro lado de la calle.
Se vio envuelto por los cálidos y protectores brazos de su madre segundos después, los sollozos no se hicieron esperar y ambos lloraban desconsoladamente en aquella oscura calle.
- No debiste irte de la escuela, estaba preocupada, ¿a donde fuiste? ¿Qué paso?- lo cargó en brazos y se adentro a la casa.
- La maestra nos pidió hablar de nuestros padres... - Sorbio por su nariz - Todos hablaban sobre su papá y su mamá - La señora Jeon entendió rápidamente la situación. - ¿Mamá, papá no me quiere?¿Por que no esta con nosotros? - aquello cayó como balde de agua fría para la señora Jeon.
- Papá te quiere mucho, pero no puede estar con nosotros ahora...pero pronto lo estará, ¿Okey? - lo sentó en la barra de la cocina y limpio sus empapadas mejillas.
- Mamá es la mejor - sonrió ligeramente hacia su madre.
En los ojos de la señora Jeon se miraba una combinación de emociones; amor, tristeza, enojo y decepción. Había recordado momento que alguna vez le hicieron feliz pero ahora le comen por dentro cada que es mencionado.
Ella había criado sola a su hijo y se enorgullece por ello, pero la razón por la que tuvo que hacerlo...prefiere olvidarla y nunca contarla. Su hijo no necesitaba saber todo el martirio de que vivió antes de que el naciera.
Eran personas nuevas, habían creado un camino diferente y no hay razón para regresar a aquel camino de un solo tablón en la oscuridad.
- Mamá - la dulce voz de su hijo le sacó de sus pensamiento.
- Dime - buscó unas galletas y sirvió un vaso de leche.
- ¿Cómo es papá? - el vaso casi cae de las manos de la señora Jeon.
- Es un poco infantil como tú, se llamaba rey todo el tiempo...decía que mamá era su reina - le entregó un par de galletas y un vaso de leche.
- Mamá es la reina más bonita del mundo - ella sonrió y alborotó un poco el cabezo de su hijo.
Con Jungkook en la cama perdido en el mundo de Morfeo, la señora Jeon sacó una pequeña caja de madera de debajo de su cama. En aquella caja estaban todos los recuerdos de lo que alguna vez fue su vida compartida; su anillo de bodas brillaba aún como nuevo en medio de caja, varias cartas forraban el interior.
- Algún día descubrirás quien es tu padre, solo espero que no lo odies...el té ama incluso más de lo que yo te amo - acaricio lentamente los suaves cabellos de hijo y se acosto a su lado para dejarse vencer ante Morfeo.
Aquel "pequeño" secreto se fue a la tumba, no hubo tiempo para decirlo, el momento nunca había llegado y las preguntas seguían ahí, atormentando a Jungkook una y otra vez.
¿Quien era su padre?¿Seguía vivo? No lo sabía, pero lo descubriría pronto
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