𝐃𝐨𝐫𝐢𝐭𝐨 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 | Chris Evans [En Edición]

25 ➳ Steve ✓

—No deberías estar aquí.

—¿Sólo porque tú lo dices? —cuestioné levantando una ceja. Steve suspiró y cruzó los brazos sobre su pecho.

—Solo no quiero que sufras. Lo sabes.

—No estoy sufriendo. Solo estoy... observando.

—¿Qué cosa, _____?

—Cómo ellos están de un lado de la vida y yo del otro.

Pude notar por el rabillo del ojo cómo el rubio se tensaba y fruncía el ceño.

—No digas esas cosas.

—¿Por qué aún sigues conmigo?

Por fin giré mi cuerpo hacia él y nuestras miradas se chocaron. Sus ojos celestes, ahora tan cristalizados, me dieron a entender que estaba al borde de las lágrimas. Me dolía verlo así por mí, hasta el punto de replantearme el terminar con esta relación solo para que él dejara de sufrir.

—Porque te amo, y eres la mujer más maravillosa que he conocido, ¿aún tienes dudas sobre eso?

Volví a darme vuelta para observar tras el gran ventanal que había a mi derecha. Del otro lado, un bebé me observaba fijamente mientras una enfermera lo cargaba para, al fin, llevarlo con sus padres, que esperaban con los rostros empapados en lágrimas de alegría la llegada de su hijo.

—Podríamos ser ellos. Yo nunca podré darte eso. Podrías ser así de feliz, como siempre quisiste. —frené cuando una lágrima resbaló por mi mejilla—. Podrías...

—No. Ya soy feliz contigo.

—¿Estás seguro de eso? ¿Recuerdas que, antes de que... bueno, antes de que todo esto comenzara, en una de las últimas cenas que tuvimos juntos, dijiste que tu sueño era formar una familia, y...

Steve exhaló pesadamente y una vez más me sentí una mierda. Sé que nada de esto es su culpa, y tampoco es mía, en realidad. Pero no quiero que renuncie a sus sueños por esta estúpida enfermedad.

—_______, basta. De verdad, deja de decir esas cosas. Vas a curarte.

—¿Y qué si esto no tiene cura? Porque te recuerdo, que la quimioterapia no está funcionando.

—Funcionará.

—La operación tampoco ha servido mucho.

El rubio llevó ambas manos a su cabeza, masajeando su cuero cabelludo en un -al parecer- fallido intento de brindarse tranquilidad. O tal vez estabilidad. En todo sentido.

—Todavía hay muchas opciones, _______. Si es necesario, iremos a Francia por el tratamiento que mencionó el Doctor Bach. Y si esa opción por alguna razón queda descartada, iremos con Tony.

—Eso de "ir con Tony" suena un poco aterrador. Es decir, supongo que con tal de acabar con esta enfermedad, Tony sería capaz de reemplazar mis órganos por piezas mecánicas —una tenue risita se escapó de mis labios y Steve sonrió también.