𝐃𝐨𝐫𝐢𝐭𝐨 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 | Chris Evans [En Edición]

18 ➳ Johnny

-Jonathan Lowell Spencer Storm, ¿era necesario meterte en esa pelea? -recrimimó Susan Storm a su hermano Jonathan, que se encontraba sentado sobre la mesa de la sala.

-¡Dijo que iba a asesinar a ______! -contestó Johnny en su defensa, a lo que yo rodé los ojos y proseguí poniendo agua oxigenada en las heridas de mi novio.

-Johnny, sabes cómo es mi ex. Y para colmo se encontraba ebrio cuando dijo eso en el bar, no creo que esté tan loco como para asesinarme solo porque lo dejé -dije recordando el momento en el que Johnny había reaccionado ante las palabras de Paul, mi ex. Todo desencadenó en una pelea donde, Johnny esta vez no fue el vencedor. Y claro, acabó con bastantes heridas.

Sue dejó la sala, pero no sin antes dedicarme una mirada de compasión, cosa que hacía a menudo cuando estaba con Johnny. Y es que por momentos Johnny es un asunto que requiere cierta... paciencia.

-¿Y si te hacía algo? ¿Y si el tipo está realmente loco?

-Se que no llegaría a hacerme nada porque me protegerías.

-Aww, nunca me dijeron algo tan lindo.

Rodé los ojos y sonreí. Johnny hizo una mueca de dolor cuando terminé de coser la herida que tenía en el brazo. Tantos años trabajando como enfermera habían servido de algo, al fin y al cabo.

-Johnny, necesito que abras tus piernas un poco y te quedes quieto.

-¿Eso no debería decírtelo yo a tí? -preguntó guiñándome un ojo.

-¡Johnny!

-¿Qué? ¡Como si no te gustara!

Sonrojada, me agaché entre sus piernas dispuesta a vendar su rodilla derecha. Realmente no sé cómo había llegado a lastimarse allí abajo, pero qué más da.

La posición en la que me encontraba en este preciso momento, no parecía ser inocente, es decir, él aún estaba sentado en la mesa y yo me encontraba agachada entre sus piernas.

Rogué que ni Sue, ni Reed, ni Ben, entraran en la sala, porque sería realmente incómodo. Aunque, para mí suerte, ya eran las 4 de la mañana, así que probablemente todos estaban dormidos. Aunque, decidí adelantarme al comentario que probablemente se avecinaba por parte de mi novio.

-Llegas a hacer algún comentario obsceno, y te juro que hoy duermes en el sillón.

-¿Cómo sabes que voy a hacer un comentario obsceno? Me estás juzgando, ________, Auch.

-Soy tu novia, estúpido. Te conozco demasiado.

-Me dijiste estúpido. Doble Auch.

Reímos, y entre risas, terminé de vendarlo. Me levanté satisfecha de lo que había hecho gracias a mis años como enfermera, y antes de que pudiera reaccionar, Johnny me rodeó con sus piernas, atrayéndome hacia él.