-Vamos a ver a los niños.
Steve apretaba mi mano con fuerza, sabía lo nerviosa que me encontraba. Seguimos a la mujer por un extenso pasillo hasta llegar a una gran habitación. Al ingresar, aproximadamente 20 niños corrieron hacia nosotros, algunos simplemente se quedaron quietos y otros directamente se abalanzaron encima nuestro. Un niño y una niña muy parecidos, supuse eran gemelos, abrazaban las piernas de Steve, mientras que una pequeña no dejaba de sacudir mi ropa con una enorme sonrisa en el rostro.
-¡Niños! ¡Respeten a los adultos! Vamos, formen una fila. -ordenó la dueña del orfanato. Al instante todos los pequeños formaron una larga fila, incluso se habían ordenado de más altos a más bajos. Supuse que, es algo que hacen tan seguido cuando viene alguien en busca de adoptar, que para ellos ya sería costumbre esa formación tan estructurada y ordenada.
-¡Elígeme a mí! -gritó un tierno niño que llevaba colgado en su ropa un cartel que decía "Johnny", rompiendo con la fila al correr hacia mis piernas con el objetivo de aferrarse a ellas. La dueña del lugar rodó los ojos y al instante sonrió. Se notaba que apreciaba a los niños. De repente un timbre sonó y todos los niños salieron disparados hacia el comedor.
-Los niños deben almorzar a esta hora. Pueden acompañarnos y, ya saben, tomar una decisión. -dijo la mujer sonriedo amablemente. Sin nada más que decir, se retiró hacia el comedor donde estaban los niños, dejándonos a Steve y a mí completamente solos.
Steve se acercó aún más a mí y posicionó sus manos en mi cintura, para luego llevar una de ellas a mi mejilla y acariciarla cariñosamente.
-Quiero llevármelos a todos. -Steve sonrió con ternura ante mi comentario.
-Lo sé, cielo. Yo también quiero, pero ya hemos hablado sobre esto.
-¿Cómo puedo mirarlos a todos a los ojos y tomar la decisión de llevar a uno solo, Steve?
-No hace falta que tomes la decisión tú. Deja que te elijan ellos a tí.
Estuvimos a punto de sellar la conversación con un beso, pero un leve llanto hizo que desviáramos la mirada hacia una niña rubia. Era pequeña, mucho más pequeña que el resto de los niños. Steve y yo nos acercamos a ella sin dudarlo.
Steve se agachó a la altura de la niña y corrió un mechón de pelo de su rostro, mientras que yo permanecí a su lado pero de pie. La niña, aún llorando, lo observó fijamente.
-¿Cuál es tu nombre?
-Elizabeth.
-Es un muy bonito nombre.
-No me gusta mi nombre.
-¿Por qué no te gusta tu nombre?
-Porque es un nombre tonto.
-¿Quién te dijo eso?
-Ryan. Jamie. Carol. Dakota. Elle. Mike.
-¿Son algunos de los niños que ahora están en el comedor?
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𝐃𝐨𝐫𝐢𝐭𝐨 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 | Chris Evans [En Edición]
Fiksi PenggemarOne-Shots -historias cortas- de Chris Evans y sus personajes. Escribí esto hace años; Creo que tenía 15, ahora tengo +18 de edad y, créanme, yo SÉ QUE HAY PARTES DE ESTE LIBRO QUE DAN CRINGE AJJSJSJAJ. Portada (hermosísima, por cierto) hecha por: @...