Empieza a helar.
El frío tiene el poder de calar hondo en mis huesos y las yemas de mis dedos adquieren un color violeta, ocasionándome un entumecimiento radical en toda la extensión de la palabra.
Me acomodo en posición fetal sobre la rechinante colcha, intentando con toda mi humanidad mantener a raya un calor que es casi inexistente, pero los constantes temblores y escalofríos que recorren mi sistema desestabilizan la concentración que necesito para evitar las corrientes gélidas.
— ¡Hora de comer! —oigo canturrear a alguien que aparentemente entró sin avisar a la habitación, o bueno... ¿Quién de aquí lo hace de todas formas?
Aún bajo el único cobertor que me cubre, ruedo los ojos y exhalo. Pienso que es buena idea fingir que duermo, sin embargo, el hambre que cargo sobre los hombros es tan agravado que sólo actúo bajo mis instintos más básicos, quitándome la manta delgada, preparada para enfrentar al castaño.
Tardo unos momentos en poder acostumbrarme a la luz artificial y cuándo lo consigo con esfuerzo, logro discernir al susodicho cargando en sus brazos una bandeja con comida. Una sonrisa llena de los dientes más perfectos que vi en mi vida le hace compañía también.
—Preparé esta sopa especialmente para ti. Últimamente hace frío y creo que te sentará bien. —indica sutilmente, colocándome el objeto sobre las piernas una vez que me acomodo de tal manera que soy capaz de verlo en plenitud —. Cuidado porque puedes quemarte. —bajo la vista a la comida y frunzo los labios.
Mi indecisión ante la situación es normal. No ha cambiado desde "esa vez", aquella ocasión definitivamente me dejó una especie de trauma. He consumido tan pocas calorías o comida en general que esta oportunidad es imperdible para mí. Sé que he adelgazado. Sé que he perdido peso y lo noto por lo débil que me siento con cada bocanada que doy o cuando tengo que ponerme de pie, por lo que solo me queda suprimir todo tipo de paranoia y saciar mi hambre.
Sacudo la cabeza para despertar del trance, dirijo mis ojos a los de Tae y soy testigo de como su sonrisa se borra poco a poco —: ¿Yeseo, por qué no me contestas?
—Gracias Taehyung. —digo, en un susurro casi arrastrado. Posterior a ello carraspeo e intento brindarle una sonrisa de vuelta.
— ¿Te encuentras bien? —el castaño lo capta, tomándose el atrevimiento de sentarse a mi lado con una mueca preocupada enmarcada en su cara.
En verdad no quiero tenerlo cerca, pues una parte de mí sigue atormentándome con que mi plan no es correcto, que no estoy actuando como una persona racional y objetiva. Sin embargo, la otra y la más resentida en todo aspecto, pide encarecidamente que prosiga. Sin resentimiento ni mucho menos lástima por nadie.
—Sigo cansada, eso es todo. —encojo los hombros para restarle importancia —. Luce delicioso, ¿en serio lo preparaste tú? —quiero cambiar el rumbo de la conversación, así que froto mis palmas para hacer más creíble el intento de hacerlo.
— ¡Sí, sí! —afirma con un atisbo de orgullo en su tono de voz. Percibo en sus ojos la felicidad que lo invade en este momento y no puedo detener el como mi corazón se estruja dentro de mi pecho —. Siendo sincero no sé cocinar muy bien, pe-pero Moyeon me enseñó a hacer esto y lo hice con todo mi cariño. —su respuesta me causa conflicto. Su actuar es fastidioso, ni siquiera sé si es intencional o todo lo contrario. Esa personalidad tan "dulce" que tiene para expresar las cosas me retuerce las entrañas.
Se supone que debe darme un trato como el que me da Yoongi y esa tal Moyeon, al menos esas son las órdenes que recibe. La primera vez que nos conocimos resultó ser un infierno, él me observaba con repudio absoluto e intentó asesinarme por mi atrevimiento. No obstante, ni bien comencé a tratarlo mucho mejor que sus supuestos amigos, cambió todo.
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Monster | Min Yoongi | 1
Fanfic❝ Estoy arrastrándome en tu corazón, bebé. Te daré la vuelta, te romperé y te tragaré, te robaré y disfrutaré de ti. Estoy grabado en tu corazón, así que si incluso muero, viviré para siempre. ❞ ● Créditos por la portada y banner a: @Haraboji29 ✓ Te...