19. La despedida.

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Yuri se encontraba en la puerta del castillo que daba hacia el jardín, estaba viendo desde lejos cómo Jimin y Sunoh daban vueltas en un caballo, las carcajadas del niño se escuchaban por todo el castillo.

Lo pensaba una y otra vez, el omega le había dicho que no conocía lo que era el amor hacía un hijo, y ahora viéndolos con detenimiento, se daba cuenta que nunca había experimentado algo como aquello. Jimin abrazaba a Sunoh con una mano y con la otra la rienda del caballo, totalmente perdidos en su mundo.

Ahora sentía la necesidad de tener un hijo pero, no era tan fácil que un omega se embarace. Se tenía que tener una pareja para empezar y que sus lobos se aceptaran.

Abrió los ojos ante el razonamiento. Se levantó y caminó hacia su habitación pensativa.

En sus notas de la investigación de la relación de Jungkook y Jimin no había encontrado nada. Pero todo había cambiado tornandose extraña la relación entre ellos desde el ataque en el bosque.

Jungkook se la pasaba de mal humor la mayor parte de los días y Jimin rechazaba ir a verlo todos los días.

Abrió su registro y allí encontró la conclusión a su investigación.

Solo están juntos por Sunoh.

Y por esa conclusión ella había decidido quedarse con él, convencerlo para ser su omega.

Pero justo en Sunoh se encontraba el error en su investigación.

Si para que un omega se embarace se necesita la aceptación de ambos lobos, por que Jimin había asegurado que Jungkook lo había violado y el mismo alfa no lo había negado.

La única manera de que Jimin quedara embarazado sería si ellos fueran una pareja destinada. Escribió en su registro.

Son pareja destinada

Si así fuera, el mal humor de Jungkook sería por la resistencia de Jimin por cuidar de él. Eso encajaba con su teoría.

Sintio ansiedad. Cerró su registro a la vez que comenzaba a caminar por la habitación, si esto fuera verdad, como demonios habían sobrevivido ambos a estar tanto tiempo separados.

No entendía.

Eso era nuevo, no conocía pareja que hubiese pasado por algo igual.

Debió sospechar que allí había algo extraño cuando se enteró del divorcio. Es que no entendía el grado de estupidez por parte de los dos de estar separados, tener una pareja destinada no era cosa de juego.

Lo único que podía justificar aquello sería que ni Jungkook ni Jimin supieran que lo eran.

Caminó hacía la recámara con la intensión de preguntarle a Jungkook, pues la curiosidad era algo innato en ella.

No quería que ellos fueran destinados, ella anhelaba de nuevo la atención de Jungkook, de sus caricias. Pero parecía que todo aquello se había esfumado y su lobo omega de nuevo se sentía en soledad.

Si no podía quedarse con el alfa cuando menos descifraria que demonios estaba sucediendo.

Cuando llegó a su recámara no lo encontró.

- ¡Jungkook!

Pero nadie contestó. Fue a la planta baja a buscarlo, se encontró con un sirviente y éste le dijo que estaba en la parte de afuera del castillo. Ella caminó rápido y lo encontró recargado en un pilar en la entrada del castillo, observando el espectáculo que había. Sunoh era ahora el que cabalgaba solo, siendo guiada las riendas por Jimin que se carcajeaba al verlo.

Cuando el amor espera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora