Cuando el amor espera.

34. La Justicia

Jimin caminaba de la mano con Jungkook hacía la corte, ya habían desayunado con Sunoh y Jin, ese día era el juicio de Hoseok, no podia evitar sentir un infundado temor a volver a verlo.

Saber que fue capaz de dañar a su propio hermano, aquel chico que siempre lo había ignorado pero había sido el compañero de vida de Jungkook era el culpable de todo lo que había pasado en su vida.

- Tranquilo, amor, estarás a mi lado en todo momento.

Él le había empezado a decir así desde esa mañana, no le molestaba pero, aún no tenía el valor para verlo a los ojos, podía sentir su amor, su piel parecía tener todo el tiempo una capa cálida y protectora, era su amor, ahora con ese mote no quedaba la menor duda.

Después de que el nudo cediera, él había preparado un baño caliente para los dos, eso había terminado con ellos dos de nuevo complaciéndose.

Había sido tan fácil dejarse llevar por su omega, por todo lo que él encendía en su cuerpo, dejar su mente en blanco y permitirse gozar de él, ese era su último descubrimiento.

- Esta bien.

Su mano lo tomaba con fuerza.

Solo había una manera en que se podía definir en ese momento: satisfecho.

La frustración y ansiedad por su toque se había esfumado, Jungkook era un amante muy ardiente y lo complacía a la perfección.

Ahora se sentía tranquilo, sentirse amado era fácil, solo tenía que acostumbrarse.

- Haz estado muy callado.

- Tu también.

Dieron la vuelta en la esquina y Jungkook se detuvo detrás de un Pilar.

- ¿Qué pasa?

- Bésame, ya te extraño.

- ¿Qué? Aquí... no no...

Se soltó de su mano y siguió caminando, se volteó cuando se dio cuenta que él se había quedado allí. No podía creer que estuviera haciendo esa cara de tristeza.

Se regresó sonriendo incrédulo.

- Acabas de besarme en la habitación.

- Lo sé, bésame.

Se acercó un poco para verlo de cerca pues se había puesto un poco avergonzado, aunque intentaba disimularlo.

Jimin sonrió mirando como trataba de recomponerse. Se acercó a él besando justo en el inicio de la comisura de sus labios, sintió sus fuertes manos que lo apretaban, sus labios fueron atrapados. En tan solo un par de segundos su cuerpo recibió descargas de placer y gozo.

Se separó de él rápido, lo tomó de la mano llevándolo hacia su camino.

- Pero solo fue un beso.

- Puedes comportarte por favor.

- No puedo contenerme.

Jimin volteó y lo miró intensamente.

- Tu así me lo pedías, ¿recuerdas?

Rápidamente el ambiente dulce entre ellos cambió.

- Sabes que no he tenido tiempo de explicarte lo que sucedió en ese tiempo.

- No es necesario, Jungkook, eso quedó en el pasado... ya no importa.

- Pero...

- Pero nada, yo podré estar disponible para ti siempre y cuando no pidas más.