Cuando el amor espera.

25. ¡Es mío!

Yuri entró al castillo, solo pasaba a saludar a Jungkook, lo había extrañado, apenas una semana había pasado sin verlo.

Todo parecía estar igual, buscó en el jardín a Jimin y a Sunoh, esa era la hora en la que solían estar afuera jugando, pero no los encontró.

Llegó a la cocina y preguntó por el Rey, todos se quedaron impresionados al verla.

- ¿Qué sucede? Soy la misma omega que se fue apenas hace una semana.

Se río al ver como todos salían de su asombro, fue informada que esperara al Rey en su despacho.

Yuri fue directo al despacho, quería abrazarlo y robarle un par de besos antes de irse lejos. Tenía ya una investigación que realizar pero, viajaría a otro país.

Entró y se sentó un largo rato mientras jugaba con su cabello rubio. Se había excedido ese día en su arreglo, simplemente quería impresionarlo para que se diera cuenta de lo que había dejado ir.

Y si tenía suerte, el alfa le pediría que se quedara.

Escuchó que abrieron la puerta, esperó que el aroma a mango llenará la estancia, pero no, fue el aroma a mango fundido con miel el que percibió.

- ¡Sunoh!

Se dio la vuelta pero se asombró cuando vio a Jungkook.

- ¿Sunoh? - dijo Jungkook sonriendo.

Yuri lo observó temerosa de su nuevo aroma.

- Pensé que era tu hijo.

Se levantó sin importarle su aroma distinto. Se le iba a acercar para abrazarlo pero, vio que no venía solo, Jimin estaba detrás de él.

- Sunoh tiene el aroma de su padre Jimin, huele a miel.

Yuri se alejó de Jungkook, ante la mirada enojada de Jimin, ahora entendía la mezcla de olores.

- No, mi hijo huele a mango - dijo Jimin con la voz media trabada.

Yuri se sentó viendo como estos interactuaban de manera más fluida.

- No, es a miel.

- Sunoh huele a mango con miel. - dijo Yuri poniéndole fin a la corta discusión con una media sonrisa tratando de descifrar lo que allí sucedía.

Los dos se miraron y sonrieron.

Brillaron juntos.

- ¿Ustedes dos son pareja de nuevo?

Los dos voltearon pero, fue Jimin el que se puso sutilmente enfrente de Jungkook. Yuri se acomodó en su asiento, su omega estaba crispado, listo para el ataque si este se le iba encima. La mirada de Jimin era intimidante y a la vez normal, la mano de Jungkook se posó sobre su hombro.

Sentía su enojo.

- ¿Qué te trae por aquí Yuri?

Yuri seguía viendo a Jimin, incapaz de perderlo de vista por si quería atacarla. Todos sus sentidos estaban activados.

- Solo pasé a saludar, viajaré a Japón para una muy buena investigación.

- Que bien, eso es lo que a ti te apasiona, estoy seguro que harás un excelente trabajo como en mi caso.

Jungkook jaló suavemente a Jimin para hacerlo a un lado pero, este parecía estar pegado al suelo porque fue Jungkook el que se hizo a un lado, poniendose enfrente de él, le tendió la mano a Yuri, rompiendo así el trance en el que estaban.

- Estoy en deuda contigo, amiga mía.

Pero Yuri no era tonta, no podía tocar a ese alfa, no cuando Jimin estaba a un solo paso de atacarla, así que solo se paró y le hizo una reverencia.