5.2

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Y la vida se extiende mientras voy creciendo.

Y tú vuelves y vuelves y veo que el cielo te va sonriendo.

Y vuelves con tu amado y tus pequeñuelos.

Y vuelves y vuelves y tu gran familia se ha ido formando,

ha ido aumentando al paso del tiempo.

Tú tienes retoños frutos de tu amor.

Yo en el otoño sigo dando frutos,

esas bellotitas que cuando eras niña

me dieron la vida fruto de tus juegos

y de la pasión de tu tierno corazón.

Y yo te regalo mi sombra mujer,

mis ramas que fuertes se alzan,

mi lecho de suave clamor,

mis frutos son tuyos y tuya mi alma

y te regalo mi vida

y te regalo la pureza de mi espíritu que te llama.

Y mientras, tranquilo, tan solo te observo

y recuerdo la niña que me dio la vida con su tierno juego,

y recuerdo la niña que fuiste hace años, en tu pequeñita...

y veo sus juegos, me trepa, se esconde y también va creciendo

y yo me sonrío... me sonrío, os miro, os cuido y os velo.

El árbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora