Eres la esencia de la belleza,
la hermosura de la vida divina
corriendo por tus venas.
Eres fruto existencial en tu persona
y envidio la pasión de tu alma
y tu entrega consciente y respetuosa.
Y otro año más y te veo venir...
cautelosa,
sigilosa entre mis hojas.
El tiempo pesa sobre tus hombros
y en reposo apacible te recuestas en mi tronco.
Hundes tu cabeza en mi corteza mullida de tierno musgo,
abrazas tus suspiros,
y los recojo entre las lágrimas que ruedan por tu rostro.
Acaricias con tus dedos el pequeño corazón,
acaricias con tus labios el recuerdo,
acaricias ese tiempo
y te hundes en mi lecho.
Escucho tu suspirar.
Escucho el lento y pausado latir de tu alma.
Escucho que huye al compás de la brisa que sopla.
Escucho que huyes de tu cuerpo
y siento como tu alma reposa.
No hay tiempo en este sublime momento.
Lo paro ...
No hay tiempo y lo paro un segundo a tu lado.
Abrazo la enjuta figura de la niña que fuiste,
amparo a la tierna mujer que me hizo nacer.
Y solo el silencio en este momento
se eleva hasta el cielo.
Lo acojo y lo beso y te veo emerger.
Tu amado te espera mi niña...
Lo ves.
Y yo os regalo mi esencia.
Soy fruto de tu vida
y yo te regalo la mía,
y aquí enraizado seguiré abrazando
la vida que has sido
y la vida que has dado.
ESTÁS LEYENDO
El árbol
PoetryObra poética que narra la historia de un árbol típico de mi tierra, el roble carrasqueño, unido a la vida de una niña que es quien lo planta a través de sus inocentes juegos. A lo largo de la obra se entrelaza la historia de este roble y de esta niñ...